19. Castigo en "Los Cielos"

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Xie Lian estaba decidido a buscar a Hua Cheng en el segundo recreo. Si bien sabía que no era de su incumbencia, no había podido dejar de pensar en dónde podría haber estado durante el anterior descanso. ¡La incertidumbre lo estaba matando!

He Xuan lucía como si supiera algo, si se hubiera quedado un poco más en la cafetería... solo no pensó que podría sentirse atado a una amistad hecha de forma tan precoz.

De repente, sonó el esperado timbre. Había muchos estudiantes que salían velozmente del aula en cuanto escuchaban esta sirena. Xie Lian siempre se preguntaba el por qué de tanta prisa. Incluso si los motivos podían ser diferentes, ¡ahora comprendía esas ansias de abandonar la clase!

Pero, justo cuando estaba a punto de cruzar la puerta, una voz le llamó, — Señorito Xie, ¿a dónde cree que va? Le recuerdo que está castigado.

Se trataba de Ling Wen, profesora de Literatura. Aunque conocía su rostro desde hace años, esta era la primera vez en la que era su maestra. ¡Y vaya si cambiaba en el ambiente escolar!

Hace tiempo, cuando Xie Lian y Shi Qing Xuan todavía vivían junto a Shi Wu Du, Ling Wen solía pasar bastante por allí. Siempre que la había escuchado, se mostraba completamente sarcástica. Era por eso que cuando supo que la tendría como maestra, Xie Lian pensó que sería un curso de Lengua y Literatura ameno.

¡Pero qué equivocado estaba!

Ling Wen era una profesora sumamente estricta que no pasaba nada por alto. Si no la hubiera tenido este año, todavía pensaría que los rumores eran una mera exageración por parte de los estudiantes más ociosos.

Casi tenía miedo de preguntar qué había hecho como para ser castigado. Al parecer, este sentimiento se reflejó en su rostro, pues antes de que pudiera decir nada, le dijo severamente, — Ayer. Ayer llegó tarde a mi clase.

Después de aquella breve explicación, Xie Lian pudo recordar al fin. El día anterior se había entretenido más de la cuenta hablando con Hua Cheng. En realidad, solo le había tomado un par de minutos extra, nadie iría más allá de una pequeña bronca por ello. Sin embargo, para Ling Wen esos ciento veinte segundos eran suficiente. 

Era algo tan excepcional que había olvidado que le había citado en este recreo. Con ello, todas las oportunidades de ver hoy a Hua Cheng se habían esfumado... solo pudo dejar salir un suspiro. Como consecuencia, la mujer endureció su mirada. 

¡Ling Wen podía resultar verdaderamente amenazante! Rápidamente irguió su espalda antes de sentarse en su sitio. — Disculpe, no era mi intención.

Esta lo dejó pasar. — Iré a por unos papeles en el departamento. Confío en que no aproveche para escaparse.

Xie Lian asintió. Aunque le pesara, no se atrevería a desobedecerla ahora mismo.

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Ah... ¿Habría alguna otra manera de encontrarse con Hua Cheng en lo que quedaba de día?

Justo cuando iba a resoplar, oyó la puerta abrirse de nuevo e inconscientemente enderezó la espalda. ¿Cuán veloz era esa mujer?

De repente, la persona que acababa de entrar dijo, — ¿Gege?

Los músculos de Xie Lian se destensaron automáticamente antes de volverse, — ¿San Lang?

En cuanto escuchó aquella profunda voz supo que se trataba de ese hombre, y, si todavía quedaba alguna duda, la apariencia lo confirmaba. Sin embargo, le extrañó tanto que estuviera ahí, delante de él, cuando se suponía que estaba castigado a la espera de la profesora que no pudo evitar que su voz saliera de esa manera.

¿Qué traía a Hua Cheng por ahí? Preguntó lo que primero se le ocurrió, — ¿Buscas a Ling Wen? Acaba de irse, pero no creo que tarde mucho en volver.

El de rojo rió suavemente ante sus palabras. — No, no. No es eso. Esa mujer me castigó esta mañana. 

Xie Lian tampoco pudo evitar soltar una pequeña carcajada al escuchar semejante declaración por parte del destacado estudiante. — Entonces, supongo que estamos igual. 

Hua Cheng cerró la puerta y se adentró en el aula de una vez por todas. Después de coger una silla cualquiera, se colocó al lado del de blanco. Parecía que iba a decir algo cuando este se le adelantó, — En cualquier caso, me alegra que estés aquí. Estuve buscándote en el primer descanso, pero no hubo manera. ¿Por dónde andabas?

El único ojo visible del de rojo se abrió tanto como pudo. Y, acto seguido, en lugar de volver a su estado normal, su expresión se tornó complicada. Fue entonces cuando Xie Lian dijo en tono de disculpa, — Ah... no es como si tuvieras que responderme en verdad. Sé que no es de mi incumbencia...

El contrario negó con la cabeza, — No... es solo... Me sorprendió que me buscaras... — Resopló. Era como si estuviera culpándose a sí mismo — Antes tuve que habértelo dicho personalmente.

Aquello desconcertó al de blanco. ¿Cuándo se suponía que era "antes"? ¿Ayer quizá?

Habló antes de pensar con claridad. No era como si su voz sonara molesta, pero tampoco se escuchaba con la dulzura habitual. — ¿Estuvo San Lang con esa persona especial para él?

Hua Cheng rió por lo bajo, — No, no es eso. Previamente hubo una reunión importante del consejo escolar. Pedí a Aguas Negras que te lo dijera en caso de que no verte. Aunque ya veo que no fue así...

El de rojo no dejó de sonreír en ningún momento, no obstante, cuando llegó a ese último par de comentarios, uno podría apreciar perfectamente el esfuerzo que hacía por permanecer así. Esta vez fue el turno de Xie Lian para reír, — En realidad, sí lo intentó. — Estaba a punto de mencionar a Qi Rong cuando su mente recordó aquel encontronazo que el contrario y su primo habían tenido. Solo por si acaso, optó por omitir ese detalle, — Lo que pasó fue que andaba tan abstraído en buscarte, que me fui antes de tiempo. 

Poco después de aclarar aquello, Hua Cheng se acercó a él. Como siempre, mostraba una expresión gentil, mas podría atreverse a afirmar que las comisuras de sus finos labios estaban algo más elevadas que de costumbre. Aquel orbe grisáceo posaba delicadamente su mirada sobre él. A decir verdad, el otro ojo cubierto por ese negro parche despertaba una gran curiosidad en Xie Lian. Sin embargo, no se atrevería a preguntar.

Esta era la primera vez que observaba a alguien desde semejante cercanía. Realmente podía examinar minuciosamente todos y cada uno de los detalles del rostro del contrario. No obstante, por mucho que mirara, no hallaría ni un solo defecto. ¿Era justo que existiera alguien tan guapo?

Mientras discutía en su mente, el otro aprovechó para tomar su mano. Xie Lian mentiría si dijera que su corazón no se había acelerado aunque fuera un poquito. ¡Hua Cheng era demasiado cautivador!

Como si no quisiera romper ese mágico momento, el azabache susurró, — Ya que gege ha preguntado por la persona que más atesoro, le confesaré que, de repente, luce como si acabara de haberme ganado unos puntos con él.

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¡Buenas a todos/as!

No he olvidado la parte BeafLeaf, XuanXuan... o como le digan ustedes que pregunté la semana pasada. Ahí estará, solo esperen un poquito más~

Espero que les haya gustado, o al menos, sacado una sonrisa. Recuerden que si así fue pueden dejar una 🌟 o comentario, que motivan enormemente. Y si les encantó, siempre pueden seguirme <3

— Nos leemos, ¡cuídense mucho!

· Heaven School Blessing [HuaLian]Where stories live. Discover now