58. La Flor busca a Lluvia Sangrienta

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Hacía un rato que el huroncito había salido de su escondite entre los arbustos. Sin embargo, parecía que solo le había servido para exasperarse con el castaño.

Puede que fuera un animal, pero evidentemente era capaz de ver de lejos que esos dos hombres estaban enamorados. Aunque por lo que había visto, más que enamorados estaban estúpidos.

Tan pronto como oyó el rugido de la tripa del de blanco RuoYe no pudo contenerse más y embistió contra la verja para golpear la espalda de Xie Lian, quien se volvió moderadamente rápido al notar el choque.

— ¿RuoYe? —, dijo confuso ante los gestos del huroncito.

Para ser sincero, con todo el lío que llevaba su cabeza con el asunto de Hua Cheng se había olvidado de la presencia del hurón, el cual.... no parecía demasiado contento ahora mismo.

— ¿Qué ocurre RuoYe? No entiendo... —, dijo como si el animalito realmente pudiera contestarle.

Luego de un par de indignados 'squeaks' el hurón se las apañó para morder uno de lo dedos de Xie Lian a través del alambrado para que apuntara a una cajita que había en el suelo.

— Eso es.... —, murmuró el castaño. 

Naturalmente reconocía ese recipiente. Al fin y al cabo, era suyo. Sin embargo, ¿qué hacía ahí? ¿no era el bento perdido durante aquel mítico jueves noche?

Si no le fallaba la memoria, Feng Xin lo había arrojado lejos para distraer a Hua Cheng y 'huir. ¿Cómo había llegado hasta ahí?

Bueno, en realidad... teniendo en cuenta los datos que tenía y ese agradable aroma a flores procedente de su interior era bastante obvio.

Seguía confuso por todo lo ocurrido, pero aún así no podía contener esa sonrisa que sus labios querían formar. Era tonto, pero pensar que Hua Cheng verdaderamente se molestó en recogerla y que no conforme con ello se la había devuelto engalanada de flores despertó un enrome sentimiento de ternura en él.

Acarició suavemente la cabecita del hurón en forma de agradecimiento por mostrarle lo que el de rojo le preparó antes de tomar el pequeño recipiente.

Desde el principio dedujo que era imposible que estuviera vacía con aquel dulce aroma de flores emanando de ella, pero como de costumbre la realidad le trajo una grata sorpresa.

En el reverso de la tapa había un pequeño papel adherido. No era la primera vez que Xie Lian veía el estampado de aquel papel, y definitivamente tampoco era la primera vez que veía una caligrafía tan... ¿poco agraciada? ¿que horrorizaría a los seguidores del 'buen gusto'? ¿atroz incluso para el fantasma más despiadado?

Simplemente no había eufemismo con el que encubrir aquel engendro de la naturaleza.

Cuanto más lo miraba más difícil era contener aquella súbita risa. Llego un punto en el que incluso tuvo que cubrirse la boca con una de las manos. Aunque en definitiva fue simplemente imposible 

— ¿Realmente se puede escribir tan mal? —, pensó en voz alta mientras trataba de calmarse.

Al ver al castaño reír RuoYe no pudo evitar interesarse por aquella nota e intentó trepar hasta el hombro de Xie Lian con el fin de verla. Desgraciadamente, las rejas de aquella verja eran demasiado estrechas y su cuerpo solo entraba hasta la mitad; por lo que tuvo que rendirse en su aventura por escalar el alambrado.

El de blanco por su parte se enterneció por el gesto del hurón. Sin más, se agachó en dirección a él de forma que ambos pudieran verlo. 

Xie Lian se sentía un poco mal por reírse a costa de Hua Cheng, pero era simplemente imposible contener ese puñado de carcajadas cuando incluso un animalito reviraba sus cejas ante tan pésima caligrafía.

· Heaven School Blessing [HuaLian]Where stories live. Discover now