EL REGRESO. [Draco Malfoy]

6: Las clases comenzaron.

Al otro día me levanté a la 6 AM gracias a los ruidos de Carla, buscando uno de sus zapatos, maldiciendo donde podían estar.

Me levanté y le dije que iba a darme una ducha rápida antes de ir a desayunar. Ella asintió mientras seguía en busca del zapato.

Entré al baño y me di una ducha rápida, no quería que se me haga tarde. 

Me vestí rápido y bajamos con carla hacia la sala común.

Al bajar, nos encontramos con Mattheo recostado en uno de los sillones de por ahí, con su nuevo amigo al parecer, Joseph y también pude notar otra cabellera rubia. 

Draco Malfoy.

—Hermanita! Te tengo que contar de todo.—Dijo Mat mientras se acercaba a mi. —ayer con los muchachos hablamos hasta las 12 ¿super tarde, verdad?

Lo mire sorprendida. —Mat, en serio morirás de sueño hoy. —Dije mirando las ojeras debajo de sus ojos.

Mat acostumbra a dormir mucho en casa, duerme de 8 a 8 y haber dormido pocas horas no creo que lo favorezca en su primer día.

—No tienes de que preocuparte Em, ya verás.

Nos dirigimos al gran salón y las mesas ya estaban repletas de comida. Fuimos los primeros en llegar junto a los chicos.

Pronto después aparecieron Pansy con Astoria. Parecían hablar entre ellas de la mejor manera, sorprendente.

Lo raro de esa amistad era que las dos están un poco obsesionadas con Draco, o eso parece. Nunca dejan de mirarlo.

Supongo que veremos con quien se queda al final.

De verdad, yo consigo lo que quiero y tengo en mi vista a Draco.

Pero cuando recuerdo lo que pasó ayer, simplemente prefiero enfocar mi energía en otra cosa.

ERA MI MANZANA.

—La primera clase es de pociones. Espero el profesor nos trate bien. —dijo Blaise mientras se sentaba. Junto a el llegó Theo. Apenas llegaron les dirigí una sonrisa que me devolvieron en forma de saludo.

—Mattheo— lo llamó Draco- ¿nos sentamos juntos en pociones?

—Claro. —Respondió sin dudarlo.

Creí que nos sentaríamos juntos, auch.

—Carls —reaccioné rápido —¿nos sentamos juntas en resto del día?

—Claro que si!—dijo con los ojos chinos y una gran sonrisa.

—Genial, ya que me hermano mi traicionó.-dije mirando a mat.

—Es culpa de Draco, yo me iba a sentar contigo.

—Bien, igual con Carla la paso mejor.

Mattheo miro a Carla atentamente. —eso es obvio. —dijo, haciéndola enrojecer.

Mientras íbamos a nuestra primera clase de pociones podía notar la mirada de Draco.

Claro esta que no le di importancia. No se la merecía. No después de robar la manzana.

Tal vez era demasiado reencorosa.

O dramática.

No me importaba.

Era mi manzana.

Entramos a la mazamorra y compartíamos esa clase con los alumnos de Gryffindor.

Noté como Harry y Ron me miraron con miedo a mi hermano y a mi, patético.

Su amiguita Hermione, por supuesto, nos miró mal.

Realmente no me importaba, tenía buenos amigos en Slytherin. Y ni siquiera me habían preguntado por mi padre. Tal vez nos tenían miedo, pero eramos buenas personas, por lo que no me preocupé para nada.

Apenas entro el profesor, nos asustamos bastante todos, hasta los de mayor valentía de Gryffindor. Ese profesor si que daba escalofríos.

Durante toda la clase le estuvo restando puntos a Gryffindor por respirar y nos estuvo regalando puntos a Slytherin de manera justa.

Bueno, tal vez no era tan justo con los Gryffindor.

Pero si regalaba puntos a los Slythrtin...

Y no me voy a quejar de eso.

Hermione no paró de levantar la mano toda la clase, sabía todo de todo.

Le encantaba sobresalir, pero ¡sorpresa!.

Es en lo que me destaqué toda mi vida, y no iba a dejar que venga y arruine mis planes de ser la mejor.

Obviamente, gracias a que el profesor Snape regalaba puntos a mi casa, me favoreció muchísimo, realmente lo agradezco.

Luego tuvimos clases realmente aburridas (historia de la magia, un agobio) y un poco mas divertidas como la de la profesora McGonagall

—Me estoy muriendo de hambre.— se quejó Joseph mientras estábamos entrando al gran comedor Mattheo, Nott, Draco, las Parkinson y yo.

—Joseph, estamos entrando al comedor, podrías esperar literalmente 5 segundos? Estas a dos pasos de ingerir comida.— dijo Draco.

—Quiero decir, podría. Pero ¿por qué lo haría?

—Porque estuviste todo el día con lo mismo, Brown.

—Esperen esperen esperen, entonces —dije— si tu apellido es Br— fue interrumpida por Joseph.

—NO SOY EL MALDITO HERMANO DE LAVANDER. —escupió.

—Grosero.— dije mirando hacia Carla quien me lanzó una sonrisa.

—Lo siento, no quise-

—Oh pero lo hiciste. —Dijo Mat en broma pero a la vez, sin sonar bromeando.

Nos sentamos y sorprendentemente Draco se sentó al lado mío.

Simplemente, raro.

Mat lo miró como si quisiera matarlo. El es quien se sienta siempre a mi lado, sin excepción. En casa también se sentaba a mi lado en vez de al lado de mi madre.

—Draco podr—dije pero fui interrumpida por mi hermano.

—Déjalo emy, vengo del otro lado.

—Gracias chiquito.

—No hay de qué emy, es mi amigo ahora y también tenemos que hablar de eso después... parece que le gustas.

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