EL REGRESO. [Draco Malfoy]

32:Fiesta Hufflepuff.

Apenas entramos, pudimos ver Draco y yo a Cedric con un cigarrillo de lo que parecía ser hierba en su mano.

Madison presenció la escena y se agarró la cara acercándose hasta el.

—Hoy reserva tu habitación, Cedric. ¡Es toda tuya!—Me acerqué a ellos.

—Eres desagradable, Emily.

—Y tu casi dejas de ser una virgen, Madison.-lo dije bajo como para que solo ella escuchara esa parte.

—Que no me haya masturbado no significa que sea virgen, amor. —Y se dio vuelta mirando de nuevo a Cedric.

—¿De que estabas hablando Ems?

—Nada interesante, ¿me traes algo para beber?

—Claro que si preciosa, pero intenta controlar lo que bebes, no quiero terminar como ayer contigo.

Me reí y él se dirigió hacia una mesa en el centro de la sala.

A lo lejos pude ver a lo que parecía ser Fred y George.

Me acerqué para comprobar si realmente estaban allí.

—Uff, ya te terminaste la hierba Riddle? No podemos venderte tanta. –Habló George.

—Claro que no zanahoria, ¿que hacen aquí? Me dijeron que no vendrían.

—No íbamos a venir...

—Hasta que nos enteramos que vendrías tú.

Completaban sus frases, eso me parece asombroso.

—Esperen un segundo, están aquí ¿POR MI?—carcajeé.

—Pues en realidad, si.

—Queríamos disculparnos por nuestra conducta de hacía años.

—¿Qué conducta?-Pregunté sin entender nada de lo que estaban diciendo.

—Pues, hace unos años, tal vez no lo recuerd-

—OH YA LO RECORDÉ! Estaban vendiendo golosinas en el patio, ¿no es así?

Los dos asintieron con la cabeza.

—Que lindo gesto, no tenían por qué. De niña era media insolente y dramática exagerada, discúlpenme ustedes por haberlos tratado así.

De pronto sentí como alguien me agarraba de la cintura de forma brusca, empezo a tocarme sin mi consentimiento.

Me di vuelta pensando que era Draco, que ilusa.

—¿Quien eres?—pregunté, soltándome bruscamente de su agarre de forma rápida y brusca.

—Preciosa, no había Whisky de fuego pero te t- Draco se calló.

—Draco, este idiota estaba manoseado a Emily.—habló Fred.

—Ems, sostén los vasos—dijo pasándome los vasos y dándome un beso en la mejilla. No entendía que quería hacer, pero no era bueno.

Se dio la vuelta bruscamente y le pegó un puñetazo al chico que se me había acercado.

Pronto muchas personas se empezaron a amontonar a los costados de la pelea.

No sabía que hacer.

Rápido reaccioné y fui a buscar a Mat, que se estaba besuqueadno con Carla en el sillón.

—MATTHEO RIDDLE VEN AQUÍ Y DETEN AL MALF-

Mattheo se levantó sobresaltado.

—Mierda Emily, cuando estas enojada suenas como mamá. Me asustaste idiota.—Se sostuvo el pecho con una mano dramatizando.