EL REGRESO. [Draco Malfoy]

123: La sección prohibida.

Una vez llegamos a la biblioteca donde, gracias a Merlín, no había casi nadie dado que estaba por ser la hora de la cena.

El azabache y platinado se posicionaron en una de las mesas simulando leer mientras que el otro simulaba anotabar algo en un pergamino.

-Hey. -Le hablé al bibliotecario apoyándome sobre si escritorio.

Bufó. -¿Necesitas algo? Tengo-

Cuando bajó su libro logró verme finalmente bajó su libro y frenó su diálogo hacia mi.

-¡Hola! si, por favor. Pero antes te quería preguntar ¿Que perfume usas? Hueles muy bien. -Me acerqué a él con una sonrisa traviesa e hice referencia como si estuviera oliendo su fragancia. -Definitivamente creo que lo conozco.

-Bueno, e-es que es uno muy, super caro. Si quieres puedo traerlo para ti así l-lo hueles. Seguro lo reconozcas.

El bibliotecario era un chico de no más de mi edad, tenía algunos granos y el cabello graso. Era flaco y de ojos celestes, vestía un buzo azúl que hacía contraste con sus ojos.

-¡Claro! Me encantaría.

-Espérame aquí. P-por favor no te vayas, tu nombre es...?

Me quedé fría mirándolo intentando decir algún nombre rápido.

-Astoria. Astoria Greengrass. -Mentí.

-Bueno, ya regreso. -Y el bibliotecario salió corriendo de la biblioteca hacia lo que supuse que sea su habitación.

-¡Mat! ¡Draco! -Susurre/grité llamando a ambos y los tres nos posicionamos detrás del escritorio del bibliotecario para buscar la llave de la sección prohibida.

Abrimos cajones, buscamos arriba de la mesa, detras, abajo y no había nada.

-Alohomora. -Lo escuché a Draco decir delante de un cuadro.

El cuadro se abrió y rebeló un agujero del cual dentro de este se encontraba la llave.

-Bingo. -Dijo Malfoy con las llaves entre sus dedos.

-Oye, ¿Astoria verdad? Aquí esta mi, mi perfume. -Apareció nuevamente el maldito bibliotecario mirando el perfume que traía en manos, dandole a ambos chicos tiempo para que corran hasta un rincón de la biblioteca.

-S-Si, Astoria. ¿Tu nombre es?

-George, como el gemelo Wasley. La diferencia es que a él lo conocen y...bueno eso no importa. Toma mi perfume, puedes quedartelo.

-Oh, muchas gracias George. No es necesario.

Me di la vuelta disimuladamente mirando de reojo hacia la entrada, Mattheo y Draco me estaban haciendo seña con las manos de que ya podía retirarme.

-¡Astoria!

-¿¡P-Por que gritas!? -Reaccioné de que me había estado llamando a mi.

-T-Te llamé tres vec-

-Bueno George, tengo que irme. Más tarde... nos vemos.

-Pero-

-¡Suerte en la biblioteca!

Corrí hacia la salida y me uní a los dos chicos que me estaban esperando.

-La tengo. -Dijo Draco. -Pero tendrán que venir ustedes después de la cena, yo estaré intentando arreglar el armario con Snape en ese tiempo.

Mattheo y yo asentimos y los tres nos dirigimos al gran salón, aunque yo me adelanté al ver a mis amigas.

A lo lejos vi a las Parkinson y corrí hacia ellas, hace mucho no cenamos juntas.

-Emy, ¿Como estás? No te vi en todo el día después de las clases. -Dijo Carla mientras Pansy miraba nuestra conversación

-Si, pues...es porque mamá quiere que Mattheo y yo nos dediquemos más al estudio, ya sabes.

-Entiendo...aunque son muy buenos en todo los presionan, debe ser feo. Hablando de Mattheo, no he hablado con él desde algo que hizo y quiero pedirte tu opinión.

-¿Lo de las manos en el carruaje? Estoy de acuerdo contigo. Bueno, tal vez no deberías seguir mis consejos, ya sabes soy un poquito orgullosa. -Achine mis ojos e hice una seña con mi dedo índice y pulgar indicando lo poquito orgullosa que soy.

-Si, igual que Mattheo y sé que no me hablará si no le hablo.

-Si te va a hablar porque por más orgulloso que sea, yo se lo pediré.

-Me molesta que lo haga porque se lo pides. No se lo pidas Emily. Si lo hace, tendrá que hacerlo por su cuenta y entender lo que hizo.

-El piensa que no hizo nada malo y no tiene que pedirte perdón, ya sabes, como no entendía lo que hacía el no piensa en pedirte perdón.

-Idiota. -Susurró por lo bajo pero pude escucharla.

-Lo sé, pero si sus orgullos son mas grandes que ustedes ¿cómo quieres que se  arreglen las cosas?

Carla asintió y dirigió su mirada hacia Mat quien recién estaba llegando donde estabamos sentadas, quedó enfrentado con Carla y conmigo.

Por el resto de la cena hablé con Draco que llegó a la par de Mattheo, pero se había sentado a mi lado. Carla y mi hermano se enviaban miradas fulminadoras y es muy probable que Mattheo haya estado leyendo su mente.

Cuando la cena terminó, nos dirigimos hacia las mazamorras, acerca de las doce era el horario que predeterminamos para ir a la biblioteca, le pedí a Mattheo que se quede conmigo hasta que se haga la hora para no aburrirme tanto sola.

Nos quedamos hablando y comiendo dulces que robamos de la cocina antes de irnos mientras mirábamos un programa muggle.

-Emy, son las doce. -Mattheo me sacó de mis pensamientos y asentí rápidamente mientras pegaba un salto desesperado de la cama.

Caminamos hacia la biblioteca a paso acelerado y rezando para que nadie nos vea. Algunas velas del castillo todavía estaban prendidas iluminando poco y nada de los grandes pasillos que recorrimos, por lo que tuvimos que utilizar un hechizo haciendo que de nuestras varitas salga luz.

Llegamos finalmente a la librería, para la sección prohibida había unas grandes rejas cubriendo toda la sección.

-Alohomora. -Dijo Mattheo y no tuvo éxito.

-¿Tenemos las llaves e intentas utilizar un hechizo? ¿Eres idiota, Mattheo?

-Quería comprobar si es que podíamos acceder a esta sección sin la llave y comprobar si fuimos solo dos estúpidos y una supuesta zorra.

-Vuelves a decirme zorra y estarás muerto, bastardo.

-Zorra, zorra, zorr-

-Olvidate de que te ayude con Carla.

-¡No!

-Si. Ahora dejame espacio para abrir la puerta.

Despies de encajar y darle dos vueltas a ma cerradura con la llave logré abrir las rejas y allí fue cuando pasamos finalmente.

Empecé a buscar entre los libros alguno de título que llame mi atención para lo que debíamos hacer.

Aunque sinceramente, daría grandes cantidades de dinero por leer muchos de los libros de aquí dentro.

-Ni se te ocurra tocar algo, hay libros que hacen ruidos raros y si nos encuentra alguien estaremos en la mierda, Mattheo. Te conozco, manos juntas y detras de la cabeza.

-Y como se supone que voy a encontra-

-Lo tengo. -Saqué un libro marrón oscuro con tapa de cuero y un título extravagante sobre la magia oscura.

-