EL REGRESO. [Draco Malfoy]

21: Hogsmade.

—Carla nos estuvo hablando sobre la moda que se viene, realmente creo que va a ser una buena amiga. —Dijo Rose mientras ordenaba sus pertenencias.

—Claro que si, Carls es la mejor. — Empecé a acomodar la ropa en el gran ropero de la habitación.

—Podríamos ir a Hogsmade hoy, nos dieron el día libre por su llegada. —Dijo Carla.

—¿Que es Hogsmade? —Preguntó Madison.

—Oh, bueno es un lugar donde hay muchas tiendas de todo tipo, también podríamos ir a tomar un café, el frío esta insoportable.

—Claro que si, hace tanto no voy por allí.

—Bien, día de hogsmade será.—habló Rose.

ADORO QUE ACEPTE LO QUE PROPONGAMOS.

Si le propongo de saltar desde la Torre Eiffel se que se sumaría.

—OIGAN Y QUE BONITO ES SU UNIFORME.— Nos miró Carla a las tres.

—¿Verdad que si? —le dirigí una sonrisa la cual fue correspondida.—El de Hogwarts era horrible, además todo me quedaba grande.

—Lo recuerdo. Se te caían las mangas del pullover, eramos tan pequeñas...

Mientras Madison, Rose y yo nos preparamos, Carla me contaba sobre los chismes de Hogwarts mas recientes.

Ya estaban hablando sobre mi llegada y que era la mejor de la clase porque los profesores me temían, patético.

También me comentó sobre que decían que el cabello de Draco era teñido, ese fue el que me dejó boquiabierta.

Entre otros.

Pronto nos cambiamos para ir a Hogsmade, me saqué el lindo pero bastante incomodo uniforme.

Me cambié toda vestimenta azul, un blazer, corset delicado y pantalones azules al cuerpo.

Las chicas se cambiaron también y salimos.

Una vez llegamos, fuimos a una casa de café donde también se encontraba una reconocida cabeza platinada junto a dos chicos más.

Eran Mattheo, Joseph y Draco.

—Miren quienes se encuentran por aquí —dijo Mattheo agarrando de la cintura a Carls mientras que ella estaba dada vuelta.

Ella se asustó y por instinto le pegó con el bolso en la cabeza.

—AY POR DIOS MAT, ¡ME HARÁS MORIR DE UN SUSTO IDIOTA!

—Tienes carácter, me gusta.—dijo Mat yendo a buscar un hielo mientras su nariz sangraba.

Pronto pude ver como se me acercaba Draco, a quien no le dí respuesta y me di la vuelta, mirando a las chicas para ver donde podíamos sentarnos.