15: Debate de helados en la sala de juegos.

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Todos estaban en una gran sala con juegos de mesa posicionados en un estante y una mesa grande. También había una chimenea.

El lugar estaba muy bonito decorado, con colores verdes y blancos.

—Miren que me dio Cissy! —Exclamé entrando con Dobby a la habitación.

—Señorita Emily, dejo las cosas por aquí y me retiro. —Dijo el elfo dejando su bandeja en la mesa.

—Claro, adiós dobby, muchas gracias.

—Delicioso! —dijeron Crabbe y Goyle a la vez.

—Emy, sírveme helado a mi primera, soy tu mejor amiga! —Habló la castaña, Carls.

—Oye y yo soy su mejor amigo!- Exclamó Draco.

—¿Disculpenme? Soy su hermano, Emy me servirá a mi primero, ¿verdad hermanita?

—Bien no quiero peleas. –dije sirviéndome a mí primera y dejando la cuchara dentro de los potes de helado, viendo como todos se peleaban por servirse primero.

Pronto, nos sentamos en unos sofás que había en la habitación.

Draco se sentó a mi lado.

Todos estaban hablando sobre si era mejor el helado de chocolate o el de vainilla.

—¿Estas diciendo que el helado de chocolate es el más rico? Qué básico, Joseph, me decepcionas.

—Carla, el de vainilla es el más común de todos.

—Bueno, veamos, que opina el resto. Espero que voten del gusto correcto, o sea vainilla.

—Vainilla.-dijeron Crabbe y Goyle a la vez.

—Vainilla-habló ahora Blaise.

—Vainilla por ti, bonita.-dijo mi hermano y le guiñó un ojo a carla.

—Chocolate, perdón carls.-Draco le hizo puchero a carla.

—Vainilla.-dije, solo para pelearle a Draco, lo miré divertida y se rió.

—Chocolate. —Dijo Pansy. —tenemos mucho en común, no crees Draco?

El solo calló.

—Esperen, en serio creen que la vainilla es mejor que el chocolate?

—Obvio que si, Joseph. —dijo Carls.

Los chicos siguieron peleando entre si, o mas bien, Carla y Joseph.

Vaya que les gustaba discutir a esos dos.

Mattheo miraba muchísimo a carla, por lo que lo impulso a hablarle.

—Oye hermanito, si tanto te gusta Carla, podrías hablarle, no crees?

—¿Cómo sabes que me gusta?

—¿TE GUSTA CARLA?— Le saque de mentira a verdad, eso si que es ser inteligente.

Considérenme una reina.

Todos se dieron vuelta, Carls se sonrojó.

Pero no mas que Mattheo, realmente estaba hecho un tomate.

La habitación se quedó en silencio.

—Bueno chicos, creo que me voy a dormir. Mañana es noche buena y quiero estar despierto para los regalos a las 12. —habló Blaise, seguido de un pequeño eructo.

—Iugh.—dijo Mattheo. —Creo que yo también iré.

Y así se fueron todos sumando.

Draco y yo nos quedamos callados esperando a ver que diría el otro.

Al final quedamos solo nosotros en la habitación, hablando sobre que juegos de mesa tenía y que era esa sala en la que estábamos.

—Esta es mi sala de juegos, tengo muchos y en vez de dejarlos en mi habitación pues, los guardo aquí. Esta todo ambientado y decorado como yo quise.

—Está super bonita la verdad, yo también tengo una sala de juegos si se puede llamar así, es mas pequeña pero también guardamos nuestros juegos allí. De todas formas no esta tan linda y grande como la tuya.

Draco sonrió con aire de superioridad, no necesitaba ni mirarlo para saber que estaba haciendo esa cara.

—Bueno, creo que se nos hizo tarde, vayamos a dormir ya, no?

—Claro, pero antes tengo algo que preguntarte.

—Dime.

—Pues... ¿te gusta alguien de la escuela?

—No lo se...a ti?

—Mmm no lo se, yo te pregunte primero.

—Creo que no.-mentí.

—Oh bueno, em.. a-a mi tampoco.

— ¿Era eso?

—Si, vamos a dormir ya...

—Espera, Draco. —lo detuve antes de que pudiera salir.

Hice puntitas de pie y le di un beso en la mejilla. —Descansa bien, Draco.

Pude ver como se sonrojaba rápidamente.

—T-tu también, emy.

Me fui subiendo escaleras hasta mi habitación.

Sabía que Draco me estaba mirando mientras subía, sus ojos grises me atravesaban.

Entré a mi habitación y Zeus ya estaba dormido.

Caminé hacia el y lo alcé entre mis manos.

Lo llevé a la cama y me dormí profundamente mientras lo abrazaba ligeramente.

Me desperté al otro día por los rayos de luz que entraban en mi habitación.

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Me fijé que hora era, las 8.32 AM.

Inspeccioné la habitación y abrí una puerta que todavía no había explorado.

Daba entrada aun baño pequeño, sencillo, pero caro.

Me fijé y tenían los malditos jabones Kanil, ni yo tenía de esos, salían extremadamente caros.

No lo dudé y agarré mi toalla y productos para el pelo para así poder bañarme en la tina del baño con el jabón Kanil.

La verdad si tenía perfume rico, pero era exactamente el que tenía Draco.

Luego de darme una cálida ducha, me vestí con un vestido casual blanco y bajé hasta la cocina, donde se escuchaba música baja, pero movida.

Me encontré con Cissy preparando el desayuno junto a Dobby.

—Buenos días, Emily, ¿coómo dormiste?

—Genial, de hecho, gracias por preguntar.

—No hay de qué. Vi que te bañaste, ¿como estaba el agua?

—Perfecta.

—Me alegro mucho!-Cissy me dedicó una sonrisa.

Me quedé mirándola, está mas que perfecta y recién son las 9 de la mañana.

—¿Sabías que Draco obligó a uno de sus amigos a que te deje la habitación con ducha? De verdad quería que estés cómoda, Emily.

—¿De veras?—dije sorprendida.—que lindo de su parte, siempre me hace sentir cómoda.

—Oh, el no es así con todos querida, te quiere muchísimo. Lo noto en sus ojos.

Su comentario me hizo sentir mas que especial.

—Pero te daré un consejo, te puede querer muchísimo, pero no le saques las manzanas verdes. De verdad ese niño las ama. Una vez Carla y el se pelearon por la ultima manzana verde aquí...no terminó bien.

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EL REGRESO. [Draco Malfoy] Where stories live. Discover now