EL REGRESO. [Draco Malfoy]

25: Amortentia.

Martes por la mañana.

Estábamos todas cansadas pero a la vez contentas, mañana ya no tendríamos clases hasta el martes de la semana que viene.

Gracias Dumbledore por ser un exagerado y pensar que necesitábamos tanto tiempo de descanso después del baile.

Con las chicas nos alistamos y bajamos a la sala común para ir a la clase de pociones con Snape.

Nos encontramos con Crabbe y Goyle en la sala común.

Ellos nos acompañaron a la clase y se sentaron un par de lugares atrás.

—Emy, antes de que te vayas, Malfoy pidió que te diéramos esto.—Crabbe me alcanzó una carta la cual agarré.

—Muchas gracias chicos. Que me la entregue el la próxima vez si puede ser, ¿si?

—Claro.

Me senté al lado de la chicas, con quienes compartíamos mesa y abrí la carta.

Emily:

Podríamos hablar a solas?

Te espero a las 10 en la torre de astronomía, hoy.

Tuyo;

DM.

Sonreí.

Si esta noche no me pide de ir al baile con el, creo que me tiraré de ahí mismo.

No es broma...

—Bien alumnos, abran sus libros en la página 392, hoy veremos lo que es el amortentia, ¿alguno me podría decir que es?—desde antes que el lo pregunte, Hermione ya tenía la mano levantada.

Al ver que Snape no le cedía la palabra, Hermione habló.

—El amort-

—Señorita Granger, no recuerdo haberle cedido la palabra. Diez puntos menos para Gryffindor.

Escuché las risas detrás de mi, sabía que era Draco haciéndole burla a Hermione, no le di importancia.

Levanté la mano y Snape me cedió la palabra.

—Alumna...

—Riddle, por favor.

—Riddle. Vaya, ¿como está después de tanto tiempo? Me alegro de tenerla en mi clase de nuevo.

Su comentario me sorprendió completamente. No pude evitar sonreírle.

—Pues...podría estar mejor. Gracias por preguntar.

—¿Como se encuentra Edna?

—B-bien

—Si, bien estresada por la cantidad de veces que tienen que salir porque quieres ropa nueva.—me molestó Mat.

—Oh... Recuerdo que a ella también le encantaba la moda.—Dijo Snape acercándose a mi banco.

—De hecho, le sigue gustando, y no se estresa conmigo como acaba de decir mi hermano.—Le lancé una mirada fulminante.

Mat rodó los ojos.

—Volviendo a la clase, me estaba comentando que era la poción amortentia.

—El amortentia es una poción de amor, para ser mas específicos. Se necesita una preparación exacta para la misma. Para cada persona huele distinto y quien la consuma, se volverá adicto a esa persona, es decir, quien se tomó la poción se obsesionará con el que se la regaló o agregó a su comida, o se la tomó.

—Excelente señorita Riddle, extrañaba tener a una alumna tan estudiosa. Quince puntos para Slytherin.

Los de mi casa festejaron mientras yo le sonreía al profesor.

Obvio, no me devolvió la sonrisa, pero no quería ser descortés, me había halagado con su comentario y el jamás hacía este tipo de cosas.

—Quiero que lean la página que les indiqué y agarren los ingredientes para la realización de la misma. La poción mejor armada la usaremos al final de la clase y quien la arme de manera correcta tendrá 50 puntos a favor de su casa.

—De a cuant- Habló un chico de Gryffindor pero fue interrumpido.

—Grupos de a dos, no mas de eso.

Yo miré a Carls quien automáticamente me miró también. Ambas sonreímos.

—Pequeña genio, ve a buscar los ingredientes y mientras yo leo que tendremos que hacer.

—Perfecto, ya vengo.

Me estaba dirigiéndo hacia un gran mueble de roble lleno de especies. Sabía exactamente cuales agarrar.

Pronto agarro todos los ingredientes y me dirijo hacia mi lugar, pero se me cae algo de las tantas cosas que tenía en mis manos.

Corrí hacia mi lugar a dejar las cosas y ya con las manos vacías me agaché a ver donde podía estar mi jarrito con pelo de unicornio.

De pronto siento como alguien me nubla la vista, estaba encima de mí.

—¿Buscaba eso preciosa?

—Si.—dije levantándome.—Graci-

—Ah ah ah, quiero un beso a cambio, tus palabras de agradecimiento no me sirven.

Miré hacia el mueble y vi que no había mas frascos con pelo de unicornio.

Nos quedamos callados. Ya no había nadie en esa parte del salón.

—Bien. No aquí.—fui rápida y agarré mi frasco.

—Me lo debes, Riddle.—dijo mientras me alejaba.

La clase pasó rápido.

Carla me indicó que hacer y seguí todos los pasos a la perfección, sin perderme de absolutamente nada.

El profesor Snape me miraba con cara bastante rara, pero no me digne a mirarlo ni una sola vez, solo fue Carls quien tuvo el valor de hacerlo y me iba avisando lo que hacía.

Tan pronto como pudimos, terminamos y nos quedamos hablando junto a Rose y Madison.

El profesor se dio la vuelta por toda la clase mirando cuidadosamente cara una de las pociones.

Se detuvo en la mía y en la de Malfoy, también.

—Bien, creo que ya he visto suficiente. Hay dos pociones que quedaron exactamente iguales. Perfectas.-Continuó Snape.— Y estas fueron las de El señor Malfoy con Brown y la señorita Riddle con Parkinson. Felicitaciones,alumnos.

—¿Los puntos otorgados serán dobles?—preguntó Malfoy.

—Lamentablemente no me dejan otorgar mayor cantidad que 50 puntos. Pero lo podría cuestionar con Dumbledore para la próxima clase.

Draco y yo nos miramos y sonreímos.

—Malfoy, me gustaría que se acerque y nos diga a que huele su amortentia.

Draco se acercó y olió la misma atentamente, luego me miró.

—Rosas, coco y miel.

Todos mis amigos lo miraron extrañados, esa no era mi fragancia.

—Bien, señorita Riddle, lo mismo.

Vi como Malfoy me sonrió y me guiñó un ojo.

Bien, dos pueden jugar a este juego.

—Mmm, algodón de azucar, golosinas y... hierbas.

A Draco le cambió la cara, sabía que estaba hablando de Fred Wasley.

Me giré y le guiñé un ojo también.