EL REGRESO. [Draco Malfoy]

114: ¿Que pasó con Lucius?

DRACO MALFOY:

Hoy estuve con Emily todo el día en la biblioteca, leímos más libros que las vacaciones pasadas, cada tanto me gusta robarle besos o hablar de lo que está transcurriendo en el libro, junto a ella.

Se acercó la hora de cenar y le pedí a Ems que me espere un rato, al menos hasta que me quite una duda que tengo desde hace...mucho tiempo.

Pasaron años, pero todavía tengo la misma duda, no la puedo sacar de mi jodida cabeza, todo el dia está dando vueltas.

No podía seguir evitando el tema.

Me dirigí a mamá, necesitaba al fin despejarme.

—Mamá, ¿podemos hablar? Edna, te la robo un segundo.

—Claro.

Me acerqué con mamá hasta la sala, comencé a explicarle lo que me pasaba.

—Hijo, ¿qué pasó?

—Bueno, la verdad es que tengo una duda desde hace mucho tiempo. No me interesa hacer rodeos, probablemente te imagines lo que quiero preguntarte desde hace demasiado.

—Dime querido.

—¿Como es que Lucius esta muerto...si tenía un anillo de protección familiar?

Mamá se atragantó con su té, la noté algo nerviosa, pero no por la pregunta, no. Ella estaba nerviosa por la mención de mi padre.

—Su anillo es el que hoy en día yo tengo en manos, se lo quitaron cuando murió y yo lo agarré de entre varias pertenencias, pero nunca logré ver el cuerpo de tu padre. Nunca logré despedirme, no me dejaron.

Respiré hondo por su respuesta.

—Hijo, no sé que habrá pasado con tu padre, pero no me mal interpretes. No quiero saberlo, no quiero saber donde se encuentra, desde que se fue estoy viviendo mucho mejor.

—Lo sé, pero la idea de volver a verlo después de todo, juro que me da ganas de vomitar.

—Se que tuviste una dura infancia gracias a Lucius, de verdad lo siento mucho Draco. Hice todo lo que pude-

—Y eso es suficiente, mamá. Estoy agradecido por tenerte, demasiado agradecido.  —Me dirigí hacia ella y le di un fuerte abrazo, no quiso que lo viera pero estaba limpiando una lágrima de sus ojos.

—Draco, prométeme que no buscarás nada que tenga que ver con tu padre, por favor. No he entrando ni siquiera a su oficina desde entonces.

—No, jamás lo haría. Ese hombre esta completamente muerto para mi, no me interesa ni él, ni nada que tenga que ver con él.

—Gracias. —Se inclinó y me dió otro fuerte abrazo. —Cuida de ti y a Emily de su padre, ustedes son solo niños.

—La cuido más que a mi mismo, mamá. Gracias de nuevo por todo lo que hiciste por mi, y estoy orgulloso de todo lo que haz hecho y pasado.

—Lo peor fue con Lucius, después de él mi vida solo ha mejorado. Esté muerto o no, agradezco eternamente a los Riddle por todo lo que hicieron, por hacerlo desaparecer o en el mejor de los casos...morir.

Me reí y la abracé más fuerte, hace mucho no hablaba con mamá.

—Hijo, también debes de saber que el próximo mes volveremos a la mansión.

—Genial, ¿que día? Asi la apuro a Emily con sus maletas, ya sabes que hay que estar detras de ella hasta que hace finalmente las co-

—No, hijo. Solo volveremos a la mansión nosotros dos.

—¿Y eso a qué se debe?

—Pues... entenderás cuando estemos allí, te quedan dos semanas y media, solo te pediré que las disfrutes.

No quise seguir preguntando, tal vez mamá tiene que hacer algo importante allí, probablemente esta charla le hizo recordar que nunca entramos a la oficina de lucius, por lo que probablemente ahora quiera ir a ver si encuentra algo relevante.

O eso tal vez es de lo que quiero estar convencido.

—Draco—Emily apareció vestida con un corset y un vestido  largo y verde, era demasiado largo para ella.

Mide un metro setenta, y así y todo le queda largo, lo arrastra por todas las escaleras a medida que se va acercando a donde me encontraba.

El corset le hacía un cuerpo...importante. Y no podía negar que sus pechos parecían estar por desprenderse del mismo.

—¿Te gusta? —Abrió su boca para sonreír y no pude evitar mirar sus labios tan perfectos, regordetes.

—Oye si no te gusta me lo puedo sac-

—No te atrevas. —Le agarré el brazo y me quedé contemplandola por un rato más, su figura merecía ser apreciada.

Me dirigió otra tierna sonrisa, ahora finalmente la agarré de la barbilla, empujandola hacia mi. Junte nuestros labios delicadamente y luego me separé

—Luces preciosa, cariño.

—¿De verdad lo crees? Es un vestido viejo de mamá. Me queda un poco largo.

—¿Un poco? —Me reí y la abracé por la cintura, por Merlin. No se si mis manos son muy grandes o su cintura es diminuta pero podría juntar mis manos si quisiera, tal vez eran las dos cosas.

—Me halagas Draco, pero si pudieras juntar tus manos en mi cintura estaría enferma o cirujeada. —Pasó una mano por mi cabello y me arrastró hasta que llegue a darle un beso. La maldita me leyó la mente.

—Deja de leer mentes, Ems. Así no vale.

—Lo haría todo el día si pudiera, pero requiere demasiada energía.

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Medio tarde estoy actualizando, perdón :((