EL REGRESO. [Draco Malfoy]

56: La grabación.

Me encontraba llorando en los pasillos, yendo a buscar a mis amigos. En el camino me encontré con Harry.

—¡Ey, Emy! ¿Estas bien? ¿Que te pasó?

—Es que- Sollozé —Astoria m-me-

—Astoria que?

—Me ella, ella me-

Me abrazó fuertemente, pude ver como detras de él venía Draco con el ceño fruncido.

—Ems vamos a— Se detuvo al verme llorar. —¡¿QUE LE HICISTE TARADO?!— Se acercó a el amenazadoramente.

—NO! Draco el no hizo nada, fue-

—¿Quién, Ems? Dímelo.

—Es que me dolió m-mucho— Empecé a llorar de nuevo, Draco me abrazó.

—Dime que te hicieron, Ems. Vamos a hablar con Dumbledore.

—T-tengo la grabación.

—¿Que dijiste?

—Nada, vamos con él.—Me limpié las lagrimas— Gracias Harry.

—No hay de que, nos vemos más tarde. Cuidala, Malfoy.

—Siempre lo hago, idiota.

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Tocamos la puerta y Snape estaba saliendo de ver al director, pero al verme llorar y la cara de preocupación de Draco, decidió quedarse.

—¿Que pasó aquí?— Dijo Dumbledore, preocupado por mi.

—Y-yo tengo, tengo esto. —Saqué del bolso la grabadora muggle, la prendí y extendí el brazo, dandole a entender que la agarre.

En la habitación retumbó toda la conversación con Astoria y Pansy.

—¿TE HECHO UN CRUCIO? MALDITA P-

—El vocabulario, señor Malfoy. —Advirtió Snape.

—Lo siento. —Me abrazó de atras y agarré sus brazos lo mas fuerte que pude. —Ademas, dejeme decirle, Dumbledore, que hoy la señorita Riddle faltó a sus clases ya que en el medio de una se desmayó.

Estaba temblando, me dolía todo el cuerpo tremendamente, Draco me abrazó siempre.

—Bien...primero quiero que me expliques el contexto, Emily. —Dijo Dumbledore, tranquilo.

—Estaba entrando a las mazamorras sola, cuando Astoria empezo a agredirme. Llevaba la grabadora conmigo ya que en la escuela a la que voy, nos hacen grabarnos cantando, para autoperfeccionarnos. Hoy sabía que tendria una de esas clases especiales. Entonces, empecé a grabar. No podia evitar hacerlo, ya varias veces me ha tratado bastante mal Astoria y tambien Pansy. Y lo del desmayo fue aparte, me olvidé de desayunar, me levanté tarde para mis clases. Ahora me encuentro mucho mejor, nada mas que el hechizo me debilitó en el momento, cada vez lo siento menos.

—Bien, me alegro de que ya se encuentre mejor. Ademas de eso, ¿ya te había lanzado otros hechizos imperdonables?

—No, jamás. Esta es la primera vez.

—Perfecto, señorita Riddle. Le hablaré a tu madre si así lo deseas y te pido en nombre de todos mis mas sinceras disculpas, no volverá a suceder, yo me encargaré de eso.

—Gracias, director.

Draco se acercó a mi oído—y si el no se encarga, lo haré yo princesa.

Me di vuelta agarrando su mano para dirigirnos a las mazamorras.

—Nos vemos, Riddle, Malfoy. Oh y Draco, lamento mucho lo de tu padre.

—No lo lamente, no sabe lo que me hizo sufrir ese hombre tanto a mi madre como a mi.

Pude ver como Snape curvaba sus labios, sabia que no iba a dedicarme una sonrisa ni a mi ni a Draco, pero según Draco son gente cercana y creo que el también conoce todo lo que pasaba allí dentro.

—Ems, ¿estas bien?

—Si, ahora contigo lo estoy. Pero ¿te puedo pedir algo? No se lo digas a Mattheo, enloquecerá.

—Bien, si así lo deseas.

—Gracias. —Lo abracé por segunda vez— ¿Quieres ir a comer algo?

—Claro, ¿a donde vamos? ¿Estas segura de que te sientes bien, Ems?

—Sip, ya me encuentro muchísimo mejor, gracias por preguntar pero de verdad tengo hambre. ¿Te parece si vamos a Hogsmade? Tengo ganas de hamburguesas.

—Dejame agarro galeones y salimos para allá

—Asegúrate de agarrarme dinero a mi también, debajo de mi cama, por las dudas de que me guste algo.

—Te lo compraré yo. —Me guiñó un ojo— Espérame.

Mientras esperaba a Draco me quedé mirando hacia el suelo, juntando y separando mis tacones.

A lo lejos vi a mis amigos sentados en el patio, no les conté nada de lo que había pasado, solo que iba a cenar con Draco a otro lugar.

—Preciosa, ¿vamos? —Me estiró la mano indicando que me levantara de donde estaba.

—Adios chicos, Rose COME BIEN hoy no estoy para cuidarte, te amo hermosa.

Ella se rió y asintió.

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—Draco, ¿no se suponía que íbamos a comer hamburguesas?

—Hay de las cosas mas deliciosas aquí. No tanto como tu, claro, pero si hay. Fíjate en el menú.

—HAY MILANESAS?

—Eso parec-

—buenas noches dama y caballero, ¿que van a pedir?

—Yo voy a querer dos milanesas con una ración de papas fritas.

—Bien, pediré lo mismo. —Se rió Draco.

—En seguida regreso. —La señorita se retiró.

—En tu casa las siguen haciendo?

—De hecho si, mamá las hace todo el tiempo.

—Extraño a Cissy —lloriquié en broma- ¿Que estará haciendo ahora?

—Debe estar con música muggle bailando por toda la mansión con tu madre.

—¿ESTAN JUNTAS?

—¿que acaso no le escribes a tu madre?

—Hace mucho no, la verdad.

—Traerán a Zeus cuando vengas, ¿verdad? —Draco sonrió y le brillaron los ojos como a un niño pequeño. A veces no sabía si lo quería mas a el que a mi.

—Es obvio que si, cuando te vea se va a alocar, recuerdalo.

—¿Lo dices en serio?

—Cuando digo que ese cachorro te quiere, es porque de verdad lo hace.

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Espero les haya gustando un montoooooon❤️