23: Primer partido.

1.3K 83 15
                                    

Los chicos nos comentaron que Cedric había quedado, pero Harry también y no sabíamos por qué.

—Eso quiere decir que en la escuela están hablando de dos cosas.—dijo Blaise levantando dos dedos.—de Harry potter, nada extraño, y de la perra loca de Pansy y su ataque contra nuestra preciosa y delicada Emy.

—Lo sé, lo sé. Pobre de mi. Atacada por una Parkinson sin motivo alguno.

—Si hay motivos, le sacaste a su hombre.—continuó Blaise mientras yo dramatizaba.

—Oh si claro, como si lo hubiera intentado. Si al platinado le parezco linda no es mi problema, realmente soy una belleza.—exageré.

Todos rieron, de buena forma.

—Claro que lo eres, preciosa. —Carla me pasó un brazo por los hombros.

Pude ver como Pansy aparecía, corrí hacia ella.

—Pansy

—Riddle.

—Te quería pedir perdon por lo de ayer, no tendría que haberte tratado así, en serio. 

Se dió media vuelta y se largó, realmente no me importaba.

Bueno, en realidad si. Me seguía sintiendo mal pero no iba a rogar disculpas, no por ella.

-

Al otro día nos levantamos y fuimos derecho a nuestras clases.

El día transcurrió completamente normal.

Dentro de unos días había partido de quidditch y me enteré que agregaron grupos de porirrstas para alentar las casas.

Eso me daba todavía mas ganas de volver a Hogwarts.

—¿Las porristas?—bufó Draco.— son unas zorras. No se dan una idea de lo cortas que llevan las faldas.

—Pues, si vuelvo a Hogwarts, yo me anotaré para ser una.

Draco tragó seco mientras yo agarraba papas fritas.

Ya estábamos cenando.

—Apuesto a que si venimos nosotras también seríamos porristas.—alentó Rose.

—Oh claro.—dijo draco.

—¿A que te refieres con "oh, claro"Platinado?

Volvimos a quedar en silencio.

—Draco, ¿me pasas la ensalada?

—Tomala tú, nott.

Pronto los muchachos se fueron a dormir. Mañana jugaba Slytherin contra Hufflepuff.

Con las chicas nos quedamos hablando un rato mas sobre revistas que había enviado mamá.

-

Nos despertamos a la mañana mas cansadas que nunca.

—Donde esta mi remera de Slyherin? —preguntó Rose.—Me la regaló Joseph y si la pierdo me asesinará.

—Ni idea,pero ven rose, nos estamos maquillando con verde y negro.—la llamó Carls.

—Uuuuh háganse líneas a los costados.

—Claro que sí!

Terminamos de maquillarnos y cambiarnos, nos dirigimos a desayunar.

O mas bien a agarrar una tostada y salir corriendo hacia el campo de quidditch, llegábamos tarde como siempre.

Los chicos estaban calentando cuando nos vieron y bajaron de sus escobas.

—Oh, que lindas, nos van a alentar.—dijo Blaise.

—Claro que lo harán, son nuestras chicas.—respondió Draco.

—Hola niños, ustedes son pareja?—Se acercaba una periodista rubia con una cámara a preguntarnos.

—No.—dijo rose con firmeza.—¿Podría retirarse?queremos hablar con nuestros amigos.

La mujer se retiró y automáticamente abracé a Draco, mi abrazo fue correspondido.

—¡Mucha suerte en el partido!—apareció la voz chillona de Pansy atrás mio.

Los chicos rápidamente subieron a sus escobas y se fueron.

Ahí fue cuando me di vuelta para verla con su traje de porrista.

Con las chicas nos miramos y reímos.

—H-hermanita por favor, bájate esa falda.—Dijo entre risas Carls.

Pansy tenía la pollera tan arriba que se le veían las pompas.

—¿Tan desesperada por llamar la atención de draco, linda?—pregunté haciendo que se diera vuelta, corriendo hacia mi.

Fui mas rápida y saqué mi varita.

—Chiquita, soy la maldita hija de Tom Riddle, ¿tu crees que me tiembla el pulso?—de hecho, estaba temblando, soy terriblemente empatica y no quería hacer esto.

Ella rápidamente se retiró con las otras porristas del equipo mientras que Carla, Rose y Madison nos íbamos a las gradas a buscar algún lugar pasa sentarnos.

A lo lejos vimos a Mattheo guardándonos un lugar.

El partido pasó muy rápido, con mucha presión por parte de las dos casas.

Como era de esperarse, Draco tomó la snitch de oro antes que Cedric, ganando el partido.

Slyherin estalló de ruido cuando ganamos.

Hacía muchísimo no ganábamos un partido.

Pronto nos dirigimos a los vestidores y pude ver como Madison se acercaba a decirle algo a Diggory.

Ya los estaba shippeando?larespuesta no los sorprenderá.

Decidimos quedarnos afuera de los vestuarios esperando a que los chicos salieran.

Pronto vimos salir a Draco, Joseph y Blaise, exhaustos.

Ya se habían tomado una ducha.

—Buen partido.

—Gracias, preciosa.—se acercó Draco y depositó un pequeño beso en mi mejilla.

Todos se dieron cuentae su acto y sonrieron.

Cuando levanté la vista miraron hacia otro lado.

-

En la cena de ese día, Dumbledore anunció que darían un baile de invierno y todos los alumnos deberán tener clases.

Genial, ahora tendría que enamorar a alguien en 15 días.

Quiero decir, ¿quién no se enamoraría de mi? Estoy mas linda que nunca, pero no sabría con quien ir.

Bueno...en realidad si sabía.

Yo quería ir con Draco.

Ojalá me lo preguntara.

—¡EMILY RIDDLE!—me gritó carla.

—¿POR QUE GRITAS IDIOTA?

—¡TE PREGUNTÉ SI ME PODÍAS PASAR LAS PASTAS, TRES VECES.!

—OH LO SIENTO.

—NO HAY PROBL-

-POR QUE SIGUEN GRITANDO?—habló zaza.

—NO LO SÉ PERO ME PASAS LA SALSA, ZABINI?

—AQUÍ TIENES, RIDDLE.

—YA CALLENSE INSOPORTABLES.— Mattheo parecía aturdido.

—LO SENTIMOS.—dijimos los tres al mismo tiempo.

EL REGRESO. [Draco Malfoy] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora