27: La Invitación al baile.

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—Bueno, te quería preguntar si te gusta alguien, de hecho.

—jajajaja, me haces recordar a cuando eramos pequeños.

—Es que de verdad quiero saberlo, Ems. Además, según tu amortentia si te gusta alguien... 

—Si, pero no huele como lo que había dicho—le sonreí- ¿Y tú, Draco?

—Pues si, y se ve que entendiste mi juego en pociones.

—De hecho, la persona a la que olía mi amortentia esta sentada justo delante mio.

Me sonrojé completamente.

-¿Y tu?—continuó Draco.

—También se encuentra en frente mio.

Ahora pude notar como él se sonrojaba fuertemente.

—Si mal no recuerdo, Riddle, me debes algo.

Sin dudarlo ni un segundo, se acercó a mi y me besó bruscamente.

Fue un beso con hambre, con necesidad.

Pero cómo lo disfruté.

Vaya que Malfoy besaba bien, debo de admitirlo.

Pronto se acostó en el suelo sin despegar nuestros labios y se me indicó que me suba sobre el.

Así lo hice.

Pasaron al menos cinco minutos y nos despegamos por falta de aire entre nosotros.

—No puedo creer que estoy arriba de el mismísimo Draco Lucius Malfoy.

—Ni yo que tengo encima a la chica mas hermosa del mundo.

Volvimos a chocar nuestros labios, pero esta vez fue un beso tierno.

-

—Draco, que hora es?

Se fijó en su reloj y me lo mostró.

—Mierda Draco, me vas a tener que disculpar pero ya es la una yo tengo que despertar temprano mañana.

—Claro preciosa, pero antes—me agarró de la muñeca impidiendo que pudiera salir.—Te gustaría ir al baile de invierno conmigo?

—AL FIN PREGUNTAS, CLARO QUE SI MALFOY.—corrí hacia la puerta mientras el carcajeaba.

Estaba por salir pero al ver que Draco no me acompañaba, corrí hacia el y estampé mis labios con los suyos, nuevamente.

—Quería mi beso de buena noches.

Draco me agarró de mi cintura y me devolvió hacia el, besandome nuevamente.

Me quedé un tiempo más con el y se hicieron las y 15.

—De verdad no quiero, pero tengo que irme, Draco.

—Lo seguimos en mi habitación mañana después de la fiesta de Slytherin, te espero preciosa.

Rodeé los ojos y salí.

Corrí hasta llegar a mi habitación, esperando no encontrarme con ningún perfecto.

La única de las chicas despierta era Carla, estaba sentada en mi cama todavía leyendo la revista que le dí.

Apenas la vi sonreí de oreja a oreja.

—Carls, pss—le hice una seña para que vayamos a hablar a la sala común.

Salimos de nuestra habitación y cuando llegamos a nuestra sala común me abrazó fuertemente, le devolví el abrazo.

Nos sentamos en los sillones y le empecé a contar todo.

EL REGRESO. [Draco Malfoy] Where stories live. Discover now