EL REGRESO. [Draco Malfoy]

100: El baño de los perfectos.

*Puede tener contenido sensible a los ojos del lector*

Me desperté domingo por la mañana, estaba acostada junto a Madison en una cama de dos plazas, las chicas también estaban en las suyas.

Miré hacia mi reloj, eran las dos de la tarde.

Mierda que habíamos dormido bien.

Como no tenia ganas de moverme, me gire hacia el costado, buscando algo de anoche para comer, y encontre el control remoto del televisor.

Y no, no me lo comí por si se quedaron con la duda.

Empecé a pasar canales y canales hasta que encontré un programa muggle de ¿una cerdita que hablaba? Tenía amigos animales también.

Los muggles son raros.

Se hicieron las tres de la tarde y el programa resultó ser divertido, escuché que tocaron la puerta y me levanté yendo de puntitas para no despertar a nadie.

Miré hacia arriba y me encontré con Mat y Draco.

—¿Que quieren?

—Buenos dias para ti también Emy. —Mattheo me dio un beso ligero en la parte de arriba de la cabeza. —¿Carla no se despertó aún?

—No, esta muerta. Ayer nos quedamos mirando películas, ¿sabían que existe una niña llamada "Barbie" que tiene mas de mil profesiones? Y ademas puede ser hada, sirena, princesa...

—Yo quiero ver de esas con ella. Cuando se despierte dile que venga al dormitorio. —Y con eso se largó.

—Recuerdas la fiesta de esta noche, ¿verdad Emily?

—¡¿QUE?! ACASO TENEMOS UA FIES-

—¿Vamos a comprar ropa?

—SI! -Lo abracé.

—Bien, agarra tus cosas y vamos. Si quieres compramos algo de dulces o comida.

—Si no hay mucha gente sí, por supuesto.

Después de agarrar mis cosas, salimos hacia Hogsmade en busca de ropa y accesorios.

—Y bien, ¿cómo la pasaste ayer?

—¡Genial! Además de ver películas comimos mucho y rico, nos hicimos mascarillas, estuvimos en el Jacuzzi más de dos horas y HABLAMOS MUCHO.

—Agsh a ver, y de que hablaron tanto, ¿se puede saber?

—Nop, no se puede saber. —Me giré y le di un pequeño beso en la mejilla, el estaba serio por mi respuesta, aunque después de esto sonrió.

—¿Y tu con Mattheo? ¿Por que te precisaba anoche?

—No lo sé, no se puede saber. —Me dirigió una sonrisa engreída.

—Eso no se vale. —hice puchero y le solté la mano. —De verdad no me vas a decir?

—No.

Después de intentar convencerlo de que me dijera la verdad sobre lo que había pasado, vi una pequeña tienda de ropa con un vestido hermoso y delicado.

Entramos al lugar y salí con al rededor de cuatro bolsas, Draco me ayudó a cargar dos de ellas.

—Siempre terminas comprando mas de lo que necesitas, lo sabes ¿no es así?

—¡Pero uso todo! Y además, no voy a desperdiciar nada, siempre termino usando todo Draco.

El se detuvo por un segundo y sonrió. —Extrañaba que dijeras mi nombre.

—Gritando te debe gustar más.

Draco dejó de caminar y yo estaba aguabtando la risa, obviamente no se esperaba esa respuesta.

—Mas les vale a tus amigas haber dejado todo ordenado y esten fuera de la habitación para cuando volvamos.

—Y sino, vamos al baño del segundo piso. —Lo miré y sonreí.

—No sabes cuánto extrañé esto.

Despues de tomar un té, volvimos a Hogwarts.

Y las chicas seguían en la habitación, dormidas.

—Deja las bolsas y sígueme. —Dijo Draco mientras tomaba mi mano, así lo hice.

⚠️⚠️⚠️⚠️⚠️

Draco me arrastró hasta el baño de los perfectos, que obviamente estaba vacío.

Había una gran bañera en el medio, estaba llena de espumas.

Nunca en mi tiempo de perfecta habia entrado a este baño, un total desperdicio de mi parte.

Me quedé admirandolo, y para cuando me di cuenta, Draco me llamó desde la bañera, estaba sentado adentro de ella.

—Ems, desnudate para mi.

Empecé a quitarme toda la ropa, empezando desde el moño que traía hecho, luego los zapatos, la blusa, mis shorts y por último la ropa interior.

—¿Ya te dije cuanto adoro tu cuerpo? Emily eres jodidamente perfecta.

—El perfecto eres tú, siempre será así. —Me sumergí dentro del agua.

Sentí la temperatura, estaba perfecta.

Me fuí acercando a Draco, su mirada estaba clavada en mi cuerpo, y en otra circunstancias me hubiera gustado más que ponga su vista en mi cara, pero no fue así.

De hecho, me gustaba que me analizara, me miraba como si fuera arte, y eso me atrajo más hacia el de lo que tenía planeado.

Me agarró la mano y me atrajo hacia el, colocandome a horcajadas.

Empezó a pasar sus manos sobre todo mi cuerpo, de forma brusca.

Me separé de el para contemplar sus ojos, llenos de lujuria.

—¿Paso algo?

—Para nada. —Dije y me acerqué a el, mas todavía.

Una de sus manos se detuvo en mi cintura y la otra subió, pasando por mi abdomen y mis pechos hasta llegar a mi cuello y tomarlo con rudeza.

Mierda, eso me mojó.

—¿Te gusta eso, pequeña zorra?

Asentí con la cabeza desesperadamente.

—Claro que te gusta. —La mano que antes quedó en mi cintura, ahora estaba bajando, rozando mi calor para encontrar mi clítoris y masajear en círculos sobre el mismo.

Gemí su nombre una y otra vez, la habitación se llenó de ellos y del sonido de nuestros cuerpos chocandose repetidas veces.

—Te sientes tan bien, Ems. —Rodó sus ojos hacia atrás e introdujo dos dedos dentro de mi, haciéndome gemir mas fuerte que antes. —Monta mis dedos Emily, ahora.

Asentí a sus ordenes rapidamente y empece a brincar.

—Mierda, estas tan jodidamente apretada.

—Draco. —Me detuve mirándolo. —Te quiero dentro de mi, ahora.

Sus labios se tornaron en una leve sonrisa, llena de lujuria tanto como sus ojos.

—Tan desesperada por mi polla, Emily Riddle.

Sin previo aviso, agarró su miembro y se introdujo lentanente, dentro de mi, y así empezamos a gemir los dos a la vez.

—Mierda Emily, me tienes mal.

—Y tu a mi. —Susurré en sus labios para despues darle un apasionado beso.

Al cabo de unos minutos, despues de charlas sucias, nos corrimos a la vez.

—No sabes cuanto extrañaba esto Emily, eres tan jodidamente buena.

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👼🏻

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