EL REGRESO. [Draco Malfoy]

134: La guerra, PT 4. [Final]

-Malfoy, Emy, Corran afuera, parece que a Potter le pasó algo. -Blaise nos aviso mientras nosotros asentimos y corríamos lo mas rápido posible, entrelazando nuestras manos.

Vi a un rubio platinado pequeño que reconocí como el de primero de Slytherin. El estaba siendo atacado y quería ir a interrumpir pero Draco me detuvo.

El niño nos miró de reojo mientras lanzaba hechizos avanzados hacia un mortifago que parecia triplicarlo en edad.

Pero nos miró, y nos vió a ambos asentir.

-¡Crucio! -Chilló y ahora el mortífago se encontraba sollozando en el suelo.

-Vamos afuera pequeño. -Me acerqué para despeinarlo, todavia junto a Draco -Te sabes hechizos avanzados y eres fiel a lo que te indican hacer, me haces recordar mucho a alguien. -Giré mi cabeza hacia Draco y plantó un beso en mi mejilla.

-Iugh. -Dijo y nos reímos. -¿A dónde estan yendo todos?

-Tenemos que ir al patio, corre. -Draco me tiró nuevamente a la salida.

Por más que intentemos de hacer esto lo más rosa posible, al fin y al cabo es una guerra y la gente esta muriendo.

Y ambos estamos jodidamente asustados.

-

Todos nos encontrabamos afuera, Harry Potter parecía estar muerto.

Y allí mis esperanzas de enfrentar a mi padre decayeron profundamente.

El lo mató.

El patio quedó dividido en dos partes, lo que yo reconocía como el lado bueno, donde me encontraba, y el lado malo donde estaban los mortífagos.

Estaba sosteniendo de un lado a Mattheo y del otro a Draco, shockeada por lo que estaba pasando delante de mis ojos hasta que decido buscar con mi vista a mamá.

Ella no esta entre los mortifagos.

La busque entré el lado bueno, tampoco esta, Mi mamá no está por ningún lado.

-¡Emily, hija querida! -Escuché la desagradable voz de Voldemort llamarme y noté todos los ojos fijarse en mi, le dirigí mi mirada incomoda. -¿Puedo saber que buscas, con tanta desesperación?

Una sonrisa creció en su rostro, y sentí mi mano mojada. Al girar vi a Draco derramando lagrimas. -Draco, ¿que le pasó a mamá? -Susurré.

-¿Tus pensamientos son en pársel, Emily? Cada día me sorprendes más hija mía. Tu madre...esta muerta.

Sentí que el mundo se me desmoronaba encima. Ni siquiera pude llorar, solo agarré la mano de Mattheo lo mas fuerte que pude, el hizo lo mismo.

-¿Que le hiciste? -Habló Mattheo hacia Voldemort finalmente.

-Oh Mattheo, también es un placer verte hijo. Pero no se equivoquen, yo no hice nada. Su amigo muerto en los brazos de Hagrid lo hizo. -Señaló a Harry.

-Emily, Mattheo. -Draco susurró disimuladamente mirando hacia el frente. -No le crean

-Unanse a nuestro lado. No existe ni el bien ni el mal aquí, solo existe el poder.

Contuve mis ganas de gritarle ya que por la furia y sabiendo que es algo no muy controlable de mi parte, iba a gritar en pársel y hacer una escena. Sinceramente no es momento.

-No me olvido de tí, Draco. Ven, acompañanos.

-Draco se queda aquí. -Respondí firme para todos.

-Draco. -Escuché una voz que conocía venir de los mortifagos. Busque con la mirada una segunda cabeza platinada y finalmente lo encontré. -Ven con nosotros, hijo.