EL REGRESO. [Draco Malfoy]

119: Viaje a Hogwarts.

Llegué al tren expreso de Hogwarts junto a Mattheo, quien me ayudaba como todos los años con las valijas.

Este año traía solo diez, podría haber sido mucho peor pero la ropa de la temporada todavía no estaba en las tiendas muggles disponibles, menos en las tiendas mágicas, asi que solo tocaba esperar a salir de compras en las próximas vacaciones de invierno.

-¿Por qué esa cara? -Dijo Mattheo mientras se sentaba en frente mío. -Es Malfoy, ¿no es así?

-Claro que lo es, no lo veo hace un mes y sus cartas fueron mas frías que el invierno.

-No lo culpes, es Malfoy. -Apareció Carla, quien se sentó al lado de Mattheo y este pasó su brazo al rededor de sus hombros.

-Si, es él, pero nunca se portó tan extraño conmigo.

-Bueno, cuando lleguen al castillo lo podrían hablar.

-Si... eso creo.

Después de un rato, el tren arrancó pero lo raro fue que Draco no había llegado al compartimento.

¿Acaso no quiso sentarse conmigo?

Y allí lo recordé, mierda. La reunión de los perfectos.

Corrí hacia la parte trasera del tren y entré al gran compartimento, donde ya se encontraban los perfectos del resto de las casas, incluído Draco.

Hermione fue la mas empeñada en hablar sobre lo que vendría a ser caminar por los pasillos en la noche, los diferentes días de la semana.

No interviene ni en lo más mínimo en toda la reunión, estaba muy ocupada analizando mis uñas.

Draco se sentó en frente de donde yo, noté su obvia mirada atravesandome durante toda la reunión.

Cuando terminó, salí primera dirigiendome hacia donde mis amigos, pero sentí una mano fría agarrar mi muñeca.

-¿Necesitas algo, Draco?

-Si, de hecho quería saludarte y preguntarte cómo estabas después de un mes. Aunque si piensas seguir con esa actitud de perra ni lo intento.

-¿No te preguntaste por qué tengo esta actitud de perra? Oh si, tal vez por que te fuiste a mitad del verano sin explicaciones y me enviabas una carta por día y eso si es que tenía suerte. Por favor, tampoco nos olvidemos de que no me dijiste ni en una de tus cartas un lindo apodo.

-¿Disculp- Lo corté.

-Disculpas aceptadas, dulce. -Sonreí con sarcasmo. -Ahora si quieres podemos ir a un compartimento vacío y me explicas que mierda te pasó o puedes dirigirte a otro compartimento y librarte de mi actitud de perra.

El se quedó callado por unos segundos, entrecerró sus ojos y frunció el ceño.

-No-no entendí las última frase, ¿me la repetirlas?

Parecía una broma de mal gusto y me quedé recalculando si era en serio o no lo que me estaba comunicando ya que su cara seria demostraba lo contrario.

Y reaccioné.

-¿Te hablé en pársel?

Asintió con la cabeza. -De todas formas si quiero que vayamos a hablar de esto, por favor. -Abrió paso entre la multitud dejándome pasar, para nuestra suerte había un compartimento vacío.

-¿Y bien? Cuentame qué pasó este verano Draco, en que estas metido.

-

DRACO MALFOY.

Estaba a punto de decirle a Emily que es lo que había pasado, cuando escuché un ruido venir de la parte de arriba del compartimento. Y antes de ser escuchados por quien ya creo que es...

-Bueno, la verdad es que estuve pasando mucho tiempo con mamá. Ella ha estado muy sola desde la muerte de Lucius. Creeme que no lo extraña, pero lo que le pasa creo que es... ¿Querer recuperar tiempo conmigo? De alguna manera u otra, por todo lo que pasó en mi infancia.

No obtuve respuesta de ella, probablemente estaba intentando leer mi mente, pobre ilusa.

Aprendí a controlar mi mente todo el verano con mi madre, cada tanto me ausentaba de la casa de Emily por esto mismo y a la vez, cuando volví a mi casa con mamá ella me estuvo ayudando.

-Bien, siento haberte preguntado esto, pero ¿por qué respondiste las cartas de forma tan seca, Draco? Te extrañaba mucho y tu solo me tratabas más frio que un pedazo de hielo.

-Bueno, es que hice muchas cosas con mamá, todo el día. No...yo no creo haberme dado cuenta de eso cariño.

Y en cuanto escuchó como la llamé, sabía que su corazón se había ablandado. Adora cuando le digo así.

-¿Entonces estamos bien?

-Claro. -Ella se paró y me abrazó. -Perdón por portarme así, tal vez es solo cosa mía pero no quiero perderte.

-Jamás te soltaría, Emily.

La abracé mas fuerte y volvimos hacia donde estaban Mattheo y Carla.

-

EMILY GRACE RIDDLE.

Las palabras de Draco ahora me habían dejado mucho más tranquila que antes, pero sé que me está ocultando algo que no tardará en decirme.

Llegamos al compartimento con las manos entrelazadas pero antes de entrar, veo que las persianas estan bajas, por lo que no podíamos ver lo que sucedía adentro.

-Ems yo que tu tocaría la pu-

Y como siempre siendo un jodido manojo de impulsividad, abrí la puerta evitando la advertencia de Draco, grave error.

Carla estaba encima de Mattheo mientras él recorría sus muslos con las manos.

-¡Entiendo que quieran tener relaciones pero no pueden comportarse así! ¡NO Todo el tiempo, EMBARAZARÁS A MI MEJOR AMIGA THEO! -Grité haciendo que ellos voltearon a verme a Draco y a mí, ambos nos tapamos los ojos como niños pequeños. -Draco, mejor vámonos con Pansy que debe estar con las chicas. -Me giré cerrando la puerta y abriendo los ojos nuevamente.

-Te lo dije. -Draco me dio un beso en la mejilla mientras caminabamos en busca de nuestras amigas.

El resto del viaje transcurrió normal, hablando con Pans, Maddie y Rose de nuestros veranos, la mayoría divertidos y con muchas fiestas. Aunque sin duda alguna la fiesta en mi casa fue la mas relevante. Gracias Greengrass por hacerme cada día un poco más popular sin siquiera intentarlo.

El tren se frenó, indicando que ya habíamos llegado, me levanté esperando que Draco hiciera lo mismo pero no lo hizo.

Intenté bajar las valijas sola aunque claramente no tuve exito porque mis brazos son delgados. En su defecto, Mattheo me ayudó con las valijas mientras yo todavía miraba a Draco totalmente confundida.

El platinado tenía la mirada fija en el compartimento donde habiamos estado hablando a solas.

-Draco, ¿Estas bien?

-Si, por supuesto. -Ni siquiera se volteó a verme, siguió con su vista fija en la parte superior del compartimento.

-Como sea. -Mattheo lanzó un hechizo para que las valijas me siguieran y así lo hicieron.

Nos bajamos del tren y esperamos una larga fila para subirnos a los carruajes que nos alcanzarían hasta la escuela.

-Emy, como que Malfoy-

-Esta rarísimo, no sé que le pasa. -Conteste a Mattheo mirando hacia adelante.

El asintió, mirandome y luego se volteó hacia el tren, Draco ahora estaba bajando del mismo y se dirigía hacia mi.

Me agarró por los hombros y me jaló hacia atrás de la fila de personas.

-Tengo que contarte todo, Emily. Tendrás que escuchar con atención lo que tengo para decirte.

Sus ojos se tornaron oscuros y su mirada era seria, solo asentí y esperé a subirnos al último carruaje.