130: Arreglado.

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Después de un bendito mes, podemos decir que el armario está teoricamente arreglado.

Probamos de hacerlo funcionar con unos pichones y aunque un par de veces no salió como esperábamos, Draco pronunció las palabras correctamente y logramos que funcionara.

Y eso estaba genial para nosotros... pero los problemas no terminaron aquí.

-Emily en la guerra no te quiero aquí, irás a mi mansión.

-No Draco, quiero estar contigo y ayudarte. Quiero estar presente en la guerra y tu no vas a definir lo que yo pueda o no pueda hacer, ¿Lo sabes, verdad? Tengo tu anillo y mientras que este se mantenga-

-Si ese anillo se te cae, Emily, estaremos jodidos.

-Eso no va a pasar Draco, te lo aseguro yo.

Draco se recostó en su cama mientras hablamos. -¿Lo harás de todas formas, verdad?

-Claro que si, además no sabemos si habrá guerra, Draco.

-Pero-

-Con Mattheo planeamos...algo. Y si estas interesado en escuchar y no opinar en lo absoluto, puedo explicarte.

Lo pensó un rato, pero asintió con la cabeza.

Dentro de todo, solo teníamos que esperar a las indicaciones del señor oscuro en cuanto al armario y todavía no se había comunicado.

-

Me desperté al otro dia para ir a clases, el estrés ha bajado bastante desde que tenemos el armario arreglado y a Draco también se le nota.

-Buenos días. -Mi novio llegó al gran salón y se sentó a mi lado.

-Uf buen día, ¿hace cuanto no venían a desayunar? -Carla habló mientras se pegaba a Mattheo quien también había llegado con Draco.

-Hace mucho, la verdad. -Contestó Mattheo y siguió su conversación con Carla.

-Bueno, Ems. -Draco pasó una mano por mi cintura y me atrajo hacia el. -Hace mucho no tenemos una cita que no sea sexo.

-¿Eso es una invitación?

-Si. -Se rió levemente y me dió un beso en la mejilla el cual me hizo sonrojar, extrañaba sus besos.

-Bien.

-¿Acaso te sonrojaste? -Dijo Draco apartandose un poco para tener un panorama completo de mi cara.

-No...-Agarré mi jugo de calabaza y tomé u poco de él.

-Eres tan tierna. -Se acercó de nuevo a mi. -Entonces, ¿aceptarías ir a Hogsmade conmigo?

-¿Contigo?... -Lo miré de arriba abajo y le hice una mueca de asco.

-¿Ah si? Bueno. -Alejó la mano de antes que tenía en mi cintura y se alejó un poquito de mi.

-¿En serio, Malfoy? -Me reí juguetona.

-¿Ahora es por los apellidos, Riddle?

-Oigan. -Mattheo se levantó del asiento con Carla de la mano. -Tenemos clases, apuren su estúpido juego.

-

Bueno, dentro de todo las clases estuvieron bien, mis notas al final de todo no decayeron tanto como pensé. 

La única materia que seguía haciéndome dormir cada vez que empezaba hasta su fin era la maldita historia de la magia.

Además, en esa clase me siento junto a Draco, por lo que aclstumbra a acariciar mi cabello o mi mano, a veces en la parte superior de mis muslos.

Cuando terminaron todas las clases fuimos al gran comedor, pude volver a encontrarme con gente con la que parecía no hablar hace siglos.

Pansy se la notaba feliz con George, Fred por otro lado esta saliendo con Angelina y también escuché que es muy feliz.

Rose y Madison siguen igual de unidad e histéricas que siempre, tal como Carla y yo.

Hablando de Carla, ella estuvo peleando por las horas en las que llegaba Mattheo a la noche, aunque siempre le dijimos que estaba con Draco en su cuarto haciendo deberes o a veces en la biblioteca, ya que nunca va a esos lugares. Mayoría de veces es Mattheo quien va a su habitación. De todas formas, Carla no es ningúna estúpida.

Ella sabe perfectamente que hay algo detrás de eso, pero no lo cree malo. Solo se preocupa por Mattheo, también por mi y aunque jamás en la vida lo vaya a demostrar, también se preocupa por Draco.

Por todos, ella nos quiere a todos y sabe que algo está mal, pero no se atreve a preguntar.

Porque sabe que la verdad es pesada.

Y Carla no lo soportaría.

-

Al otro día nos encontrabamos a sábado, Draco me invitó a una cita a Hogsmade y la verdad es que hace demasiado tiempo no salía del establecimiento Hogwarts.

Me levanté de la cama para agarrar el maquillaje que se encontraba en el baño y comenzar a prepararme.

Y me noté en el espejo.

Estaba esquelética.

No quiero decir tan solo "flaca". Yo estaba consumida. Ya de por sí, no soy una persona que acostumbre a comer mucho y soy bastante flaca en general, pero ¿esto?

Hacía mucho tiempo no me veía al espejo, no miraba las ojeras casi rojas que tenía abajo de los ojos. Draco y Mattheo no eran los unicos con estrés por lo que puedo notar.

Ya volví a comer como siempre, sin saltear comidas pero recordé todo lo que fue arreglar el puto armario.

Saltearme dos de tres comidas durante el día, correr de aquí para allá con las clases, hacer que sea oculto todo lo del armario, evitar a Potter. Todo lo que ha estado pasando no me dió ni tiempo para ponerme a ver el espejo del baño de mi dormitorio.

-Buen día Ems. -Draco se acercó a mi rodeandome con los brazos. Cuando se giró a vernos a ambos en el espejo pareció quedar tan traumado con su inagen como yo quedé con la mía. -¿Por qué no me dijiste que lucía tan mal amor? -Se rió, haciendo que la situación se tornara mucho mas relajada.

-¿Por qué tú no me dijiste que yo lucía asi de mal? -Lo abracé más fuerte y el plantó un beso en la parte superior de mi cabeza.

-Si estás bellísima, ¿qué estas diciendo? Lo único que..bueno no debería decirlo mal, no quiero que suene fe-

-Estoy mas flaca. -Agarré mi base y la empecé a colocar sobre mi piel, él asintió. -También tu, es por estés y bueno...saltearnos tantas comidas por este tiempo, aunque ya estamos bien y ahoea tengo mas hambre que nunca.

-Si, tienes razón. Bien... podemos ir a algún lugar que haga buenos desayunos. También te llevaré a algún lugar de vestidos que tanto te gustan, te voy a comprar algunos. -El levantó sus brazos apoyando sus manos sobre el marco superior de la puerta y se inclinó hacia adelante, luce tan bien siempre, hasta después de un periodo casi depresivo.

-Yo puedo comprarmelos, Drac-

-No fue una pregunta Emily querida, te dije que te los compraré y así lo voy a hacer. Hace mucho no te regalo algo que te guste.

-Bien, pero entonces déjame comprarte algo también.

-Claro, lo harás de todas formas. -Bajó sus brazos y se dirigió a la ducha. -Ya estas maquillada, pero la próxima me acompañas a la ducha.

Me quedé mirándolo mientras se quitaba lentamente prenda por prenda.

-A la mierda. -Me descambié yo también y me metí a la ducha con el, podría rehacerme el maquillaje más tarde, el sexo no puede esperar.


EL REGRESO. [Draco Malfoy] Onde histórias criam vida. Descubra agora