EL REGRESO. [Draco Malfoy]

47: Torneo de los tres magos...o cuatro.

—Hola Ginny, hola Her.

—Hola Emy, estaba hablando con Hermione de lo idiota que puede llegar a ser mi hermano.

—¿Las fotocopias, el amigo de Harry, el perfecto malhumorado, el que vive en la otra punta del mundo o...?

Her se rió, fue acompañada por Ginny.

—De Ron, en realidad. Es una basura cuando quiere.

—Pero no tienes por que estar asi, divina. —Coloqué una mano en su hombro—Es un hombre. —Dije con simpleza y masajee el lugar donde apoyaba mi mano.

Ambas carcajearon y her se secó los mocos.

—Ademas, ¡mira lo bonita que luces! Y ni hablemos del bombón con el que entraste, eh—Ahora habló Ginny.

—¡EXACTAMENTE! Entraste y con draco nos quedamos mirandote, luces hermosisima hoy. O bueno siempre, pero hoy todavía más.

—Gracias, Emily.

—No hay de que, cuando quieras. Bueno en realidad cuando quieras menos ahora, me tengo que ir pero recuerda lo que vales, eres Hermione Granger.

Me dirigió una sonrisa y me retiré hacia la torre de astronomía.

-

—¡Al fin llegas! Te estuve esperando mucho tiempo.

—Agsh que exagerado, apenas son las 4:15.

—Quince minutos sin ti es una eternidad.

-Oh lo sé, soy genial.

—No tanto como YO—se señaló a el mismo— pero si, es divertido estar contigo.

—¿No adoras esto?

—¿A ti?

—No tonto, —le sonreí. —A las estrellas, a lo hermoso que se ve.

—De hecho si, el cielo esta divino hoy.

—Draco,¿ recuerdas lo que te dije en el baile?

—¿Que mi escencia es ser posesivo en la cama?

Carcajeé. —No idiota, lo de que tengo miedo.

—¡OH! Perdón, no es momento para bromas, no debes tener miedo Ems, eres una de las personas mas fuertes que conozco. —Me agarró de la mano, masajeandola con su pulgar nuevamente.

—Espero que todo salga bien. —Me quedé apoyada en su hombro.

—Claro que todo saldrá bien, eres Emily Riddle, mi princesa.

—Lo de tu princesa no todavía.

—Tu lo dijiste, todavía.

-

—¡Ems! vino a buscarte tu hermoso hermano. —Me despertó Carls.

—No tengo hermanos hermosos, se equivocaron.

—Grace, arriba.—Mattheo entró a la habitación y me sacudió, ví el reloj y ya eran las casi 12.

—Duchate y sal, te esperamos con tus amigas y los chicos, recuerda lo que hablamos.

MIERDA, EN DIEZ MINUTOS ERA EN TORNEO Y TENÍA QUE LLEVAR A CABO TODO LO PLANEADO.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

Maldecí una y otra vez sin parar mientras buscaba la toalla y la ropa que me iba a poner.