Capítulo 11

4.6K 432 146
                                    


AUGURIO DE CHISMES: 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

AUGURIO DE CHISMES: 

Llevo un registro de los restos de mi vida. Hablan mierda, pero me encanta cada vez que me doy cuenta; he probado la sangre y es dulce.


Cuando llegué a mi habitación no pude evitar lanzarme en la cama y soltar un grito de euforia desesperado, estaba tan avergonzada de mí misma que no pude evitar llevarme las almohadas a la cara para contener mis jadeos. Parecía una quinceañera luego de llegar de su primera salida con el chico que le gusta. 

Decían que no existían las segundas primeras veces, pero yo estaba sintiendo la misma emoción y ese revolotear en la boca del estómago de nuevo, tal como la primera vez que nos habíamos besado. Solo había una única diferencia, ya no éramos dos adolescentes torpes y que ahora Aiden parecía ser un besador experto y no un muchacho torpe pasando por el autodescubrimiento.

Divagando entre suspiros sentí una punzada de celos en mi interior. Era obvio que había pasado por muchas bocas luego de la mía, yo misma había sido testigo de ello unas cuantas noches atrás, ¿pero saben qué? No me importaba, porque yo había obtenido todas sus primeras veces. No Stacy, ni Samantha; mucho menos cualquiera de las zorras del escuadrón de animadoras. Había sido yo y siempre iba a ser así.

Aiden me deseaba y eso no iba a cambiar.

Claro que lo hacía. Él no conocía mi lado manipulador, o tal vez si lo hacía y era tan consciente de ello como para hacerme creer que se sorprendía por todas las cosas negativas que salían de mi boca. No hice un muy buen trabajo intentando ocultarle mi vena cruel.

Él era tal vez plenamente consciente de ello y simplemente lo aceptaba porque éramos de la misma forma. Cortados con la misma tijera; dos personas rotas, enfermas y dañadas.

Aún podía sentir el roce de sus labios y la estrechez de su cuerpo contra el mío. En serio, parecía una tonta adolescente porque me estaba dejando sumergir por los recuerdos y las emociones del pasado.

Tenía una cara estúpida que no me la quitaba nadie.

Desgraciadamente yo era demasiado ilusa como para caer en su trampa de nuevo. No solo quería mi vida de vuelta, también lo quería a él conmigo, porque Aiden era la órbita en la que giraba mi mundo. No había conocido una vida en la que no estuviese él, porque incluso, en los primeros recuerdos mi niñez él ya era una presencia constantemente silenciosa en ella.

Nuestro vínculo iba más allá de la dependencia emocional y la razón. Siendo tan solo una niña lo había escogido a él como mi amigo, descartando la posibilidad de alguien más; incluso hoy en día lo haría de nuevo.

No podía darle mi oscuridad a otro hombre, como él nunca encontraría a otra mujer que pudiera amar todos sus pecados e impulsos destructivos, y al día siguiente seguirlo mirando como una persona y no como el monstruo que era.

Mátame Sanamente Where stories live. Discover now