Capítulo 29

2.5K 253 186
                                    

CULPA Y REENCUENTROS: 

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.

CULPA Y REENCUENTROS: 

¿Alguna vez has tenido ganas de romperte? ¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar? Como si de alguna manera simplemente no encajaras y nadie te entiende ¿Alguna vez quisiste escapar?


AIDEN

—¡¿Acaso no puedes lanzar esa jodida mierda mejor, Jackson?! —La voz del entrenador no tardó en hacerse presente, porque desde la muerte de Stacy, llevaba días con la cabeza perdida y no podía concentrarme lo suficiente como para poder hacer un lanzamiento que conservara mi lugar en el equipo.

Y si no podía hacerle un pase decente a mi receptor, me iría a la mierda con todo y mi buen brazo. Se supone que debía lucirme en estos dos últimos años, si quería obtener un lugar en el draft de la NFL y largarme para siempre, pero como veía las cosas, era un no casi asegurado. Por más talentoso que fueras las cosas no pasaban de esa manera.

No era un príncipe dispuesto a rescatar a una princesa martirizada, me sentía más a un demonio insano al que le excitaba el peligro, que solucionaba todo haciendo arder la mierda.

Nunca iba a poder vivir con el hecho de que tal vez Kira si había matado a Stacy y me maldecía por ello. Sentía remordimiento, aun corría sangre caliente por mis venas y no era un maldito sociópata.

No me arrepentía de haber entrado en la vida de Kira, pero si las cosas no hubieran sucedido como sucedieron, tal vez Stacy pudiera seguir respirando.

Nuestras vidas nos habían llevado sin quererlo a un suicidio en cámara lenta; mientras la chica con la que salía era una loca turbada, yo era un maldito enfermo. Por todas esas razones necesitaba sudar la mierda y derramar testosterona en el campo de fútbol.

El fútbol era un deporte de alto contacto, donde tenías que correr o ser tacleado. Donde siempre había sangre, violencia y sudor, en general, la combinación perfecta; yo disfrutaba de todas esas cosas.

Por consiguiente, era una persona lo suficientemente cuerda y racional en mi vida diaria, hasta que tocaba el campo y sacaba toda la tensión acumulada que había en mi... solo que las cosas no estaban saliendo bien del todo últimamente.

—¿Estás bien, hermano? —la voz de Méndez, mi compañero de equipo, se hizo presente. Yo asentí con la cabeza en respuesta, disponiéndome a tomar mi botella para sentarme en los palcos a tomar agua—. Es raro notarte tan distraído —habló este nuevamente, tomando asiento a mi lado.

—He estado mejor —le confesé, porque era cierto, había estado mejor en otros momentos de mi vida.

Se quedó reflexionando, si había alguien en el equipo era bueno ayudando a las personas ese era Méndez. Tenía la constante necesidad de ayudar a todos y ser una tumba cuando era necesario.

Mátame Sanamente Där berättelser lever. Upptäck nu