Cualquiera puede creer que la vida de las porristas universitarias solo se trata de las piruetas, los chismes y los ligues, incluso pueden pensar que tienen todo a la mano. Son amantes de los placeres de la vida y las reinas de la fiesta. Eso no va...
Cuando comencé a escribir mátame sanamente no imaginaba que sería la historia que marcaría un antes y un después en mi vida como escritora.
En el pasado, dejé de escribir por tres años; por más que mi mente creaba historias y capítulos, no conectaba con lo que hacía y por lo tanto no sentía que tuvieran una conexión conmigo.
Me preguntaba realmente si escribir era lo mío.
Un día, de la nada, y haciendo catarsis, me di cuenta que la razón de ello era que no estaba escribiendo algo que me enamorara primero a mí y que sintiera mío. Escriban algo que les guste primero a ustedes, que sientan suyo, ya que si te gusta a ti, como autor, la mitad del camino ya está hecho.
Cuando quise tirar la toalla Dallana estuvo ahí para mí. Gracias por ser parte de mi inspiración y mi paño de lágrimas cuando necesitaba llorar, ya que no sabía cómo avanzar. Esta historia no pudo tener una mejor lectora beta que ella. Me dio las cachetadas mentales que necesitaba en todo este proceso para continuar y no desistir en el intento.'
Eres increíble.
A Alexandra, Cherry y Melanie, por escuchar mis quejas y motivarme a cerrar el ciclo; por recordarme día a día que, pase lo que pase, he dejado lo mejor de mí en esta historia.
A Grecia por sus increíbles portadas. Eli, Lea y a todas mis Glowchies, las amo.
Mis chicas del grupo de lectoras en WhatsApp. Alitzel, Geilin, Kalyani, Katie, Gaby, Joana, Mariana, Camila, Ari, Ambar, Gen, Génesis; gracias por creer en mí y acompañarme. Las adoro un mundo. Disfruté leyendo todos sus comentarios, sus teorías descabelladas y sus insultos.
En general, querido lector, gracias por darme la oportunidad de hacerte feliz con mis letras y esperar cada actualización en Wattpad. Tus votos y comentarios me hicieron cada día más feliz.
Kira y Aiden son los personajes que me hicieron volver a abrazar el sueño que había dejado cuando era niña y sanar un lado de mí que creía perdido.
No sé si algún día esta historia estará en físico (quien sabe, ojala que sí), tampoco se sé si mátame sanamente habrá marcado un antes y un después en sus vidas como en la mía, pero me doy por satisfecha si les hizo sacar a ustedes, como lectores, una lagrima, una risa o una sonrisa.
Solo puedo decirles que este es solo el comienzo de esta historia.
Infinitas gracias.
Nos vemos en mátame con cordura.
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