Capítulo 40

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HOLA, HOLA, HOLA. TARDE PERO SEGURO.

Amo este capítulo. Lo dejo rapidito y me voy porque Classroom me está esperando para ser atendido jajskajsa *llora en venezolano*

 Lo dejo rapidito y me voy porque Classroom me está esperando para ser atendido jajskajsa *llora en venezolano*

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Capítulo 40

El infierno está vacío


—No es no, Kit. De nada te servirá seguir insistiendo.

Eso era lo que él pensaba.

—Papá ―Suspiró por décima vez en dos minutos. Decidió ignorar mi presencia y caminar detrás de su escritorio para tomar asiento en el sillón de espaldar alto―, esto es en serio.

Agarró los lentes de lectura y los reposó sobre su tabique. Abrió un folio y comenzó a ojearlo en un claro gesto de desinterés a lo que sea que yo tuviese para decir. Cambié el peso de una pierna a otra.

―¿Podrías, por favor, siquiera dejarme explicarte...?

―¿Explicarme qué, Kit? ―Pronunció sin despegar la vista de los malditos papeles. Jamás lo había escuchado tan calmado, y eso no hacía más que tocarme los nervios― ¿Que acusas a tu primo de tramar una conspiración? Permíteme decirte algo: Gabriel es un idiota desalmado, pero no mataría ni a una mosca.

«Muy de acuerdo con el adjetivo calificativo»

Inhalé profundo. Giré la silla del otro lado de la mesa y dejé caerme con ruido, sonreí al ver su leve expresión de molestia.

―Gabriel es un idiota, sí. Sin embargo, difiero en lo último. Escucha ―Me apeé hacia adelante y dejé las manos sobre la pulida base de caoba―, no es quien crees que es. ¿Recuerdas las fotografías del correo? ¿Las amenazas anónimas de estos meses...?

―No puedes estarme diciendo que...―Al fin alzó la vista, y sus ojos, una copia de los míos, me enseñaron la mismísima cara de la irritación.

―Ha sido él todo este tiempo.―Solté. Decepcionante fue no recibir la reacción que esperé. Papá se limitó a rodar los ojos y seguir en lo suyo― ¡¿No me crees?! ¡Bien, pregúntaselo a Kelly! Ella estuvo en su piso esta mañana y consiguió las fotografías escondidas en una mochila. De hecho, la llamaré. Le diré que pase y que te lo cuente todo. Si yo no puedo convencerte, al menos ella lo logra...

―¿En serio ―Detuve mi movimiento hacia la puerta para mirarlo. Dejó los codos sobre el escritorio y apoyó el mentón en sus manos cruzadas. No me gustó esa posición en lo absoluto― estás basando tus conclusiones en el testimonio de una chica inestable, claramente en medio de una crisis emocional que, lo más probable, es que tenga que ver Gabriel? No juegues, Kit, pensé que eras más listo.

Y así desvalidó cualquier palabra que pudiese salir de mi boca en defensa.

Quedé atónito, tal vez ofendido. Ofendido por Kelly y por mí.

No me iré hasta que te enamoresOnde histórias criam vida. Descubra agora