Capítulo 45

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BUENAS, BUENAS /tumba la puerta y no le interesa nada/

Perdón, sé que soy una irresponsable pero lo intento. Los amo mucho, aquí vengo para cumplir.

He escrito tantísimo, estoy a esto )( de llegar al final y...Dios, he llorado como una Magdalena. Todo me pone muy nostálgica. Como sea, gracias por estar aquí de nuevo.

Capi relajadito para hacer de puente y que no se haga cansón. Espero lo disfruten. Sin banners bonitos hoy porque estoy desde el cel :c

♥♥♥

Capítulo 45

Si no juegas con fuego, te morirás de frío


Los viajes con amigos no son como los pintan en las películas adolescentes de Netflix.

La sola planificación puede resultar agotadora, extenuante e irritante, sobre todo si tus compañeros de equipo son un montón de inestables indecisos. Claro que, en dichas circunstancias, debe existir una mano voluntaria decidida a liderar la misión; y yo, que muy bien merecido tenía mi puesto de Ejecutivo en la prueba de Myers, me vi obligada a tomar la batuta.

―De acuerdo, bastardos, escúchenme ―Con ayuda de la mano de Kit me impulsé y puse ambos pies sobre la cabina trasera de la pickup color plomo, como un almirante en la popa de su embarcación―. Tenemos el campo para nosotros una hora, así que no perdamos tiempo. Haré un repaso rápido...bien, todos están aquí. ¿Traen agua, toallas, aperitivos, protector solar y otra camiseta?

Consecuentemente, afirmaron a mi enumeración.

»Excelente. Otra cosa: no hemos decidido quién redactará el diario de viaje. ¿Algún voluntario, o tendré que hacerlo todo yo?

Mi farfullido le sacó una sonrisa a Kit. No sería de extrañarse que me tocara hacer la tarea mientras todos se divertían disparando esferas de pintura.

«¿De quién fue la idea del paintball?»

―Mi caligrafía no es la mejor, así que...―Expuso Keith desde atrás, realizó una mueca mal fingida de disculpas. No lo sentía en absoluto.

―La redacción no es mi fuerte.―Agregó Chris.

«Por supuesto»

―¿Por qué no lo hace Kit? ―Interrogó Alaska, sus manos se elevaban sobre la cabeza mientras ajustaba su coleta perfectamente centrada y peinada― Sus padres tienen una revista, algo debe saber, ¿no?

Bajé la vista hacia él, quien apoyaba los antebrazos en el borde del cajón del vehículo.
―Podemos hacerlo los dos. Mitad y mitad ―Propuse. Sabía que no diría que no, pero sí que se haría el difícil― . Vamos, no pretendas dejarme todo el trabajo a mí. Además, ya tenemos experiencia en esto de narrar nuestras aventuras.

Alcé ambas cejas en un gesto de picardía. Con lentitud, aquella sonrisa que era capaz de desarmarme se dibujó en sus labios.

―Lo que digas.

―Eres el mejor.

Dejé un beso en su nariz y entonces me devolví a mi postura anterior.

―Está decidido. Kit y yo nos encargaremos del diario. Otra vez ―Murmuré con cierto resentimiento lo último―. En fin, vamos, muevan sus traseros.

Mi chasquido con los dedos funcionó como un par de palabras mágicas, pues los ocho se dispersaron en la distribución antes ya delimitada. Amanda, Cassandra y Chris en el auto de mi hermano, y Shawn, Alaska y yo en la camioneta de Kit.

No me iré hasta que te enamoresHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin