Capítulo 5

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Esa mañana me encontraba de muy buen humor. A pesar del frío común que empañaba las ventanas, el cielo estaba radiante. Los rayos de sol se colaban entre las nubes, y si tenías suerte alguno te podría llenar de toda su vitamina D el rostro.

Rápidamente salté de la cama y fui hasta el baño para hacer mis necesidades fisiológicas. Luego salí, con tiempo de sobra, y me vestí. Decidí que iría sin abrigo a la escuela, rezando para que el universo no conspirara en mi contra y no lloviera.

Ya vestida me eché sobre la cama de nuevo y revisé algunos mensajes que tenía en WhatsApp.

Shawnsito: Necesito tu ayuda, Kelly. La fastidié

Yo: Me gustaría mentirte, pero ya lo sé todo. Déjamelo a mí. Intenta hacer hoy en la escuela como que no pasó nada, ya verás que todo estará bien.

Shawnsito: No tienes una idea de cuánto la quiero, y si nuestra relación se ve en juego por mi culpa, no me lo perdonaría. Si la pierdo no sé qué sería de mí :(

Yo: Conoces a Alaska tanto como yo, sabes que esto no afectara en nada como te ve.

Shawnsito: ¡Ese es el problema! Quisiera que me viera de otra manera...como yo la veo.

Shawnsito: Y sé que nunca lo hará.

Yo: Nunca es demasiado tiempo, Shawn. Respira hondo y relájate, yo lo solucionaré. Además, es su cumpleaños

Shawnsito: Cuando envié el mensaje diciéndole todo, lo recordé, y tu voz diciendo que nunca es un buen día para hablar de sentimientos llegó a mi cabeza. Quise borrar el mensaje, pero ya lo había leído. Te he decepcionado, maestra

Yo: Al menos tienes oportunidad de arreglarlo, yo no tuve jsjaja. Si puedo saber... ¿qué le compraste de regalo de cumpleaños?

Shawnsito: ¿Recuerdas esa banda latina que tanto le gusta? ¿Morat? Conseguí su nuevo álbum con unos contactos de papá :D

Abrí mi boca de par en par como si Shawn pudiera verme. Sabía cuánto Alaska los amaba, y también sabía que era casi imposible conseguir uno de esos, aún no habían salido a la venta, y tan solo seleccionadas personas podían acceder a él.

Yo: Me haces sentir increíblemente amenazada con tu obsequio :0

Antes de que fuera capaz de olvidarlo, tomé la pequeña caja de color negro entre mis manos. Busqué la bolsa de regalo que días antes había preparado y metí la caja dentro. Sonreí para mis adentros, emocionada.

Tal vez no había conseguido el nuevo álbum de Morat, pero esperaba que le gustara mi regalo.

-¡Kelly, muévete, llegaremos tarde!-Keith aporreó la puerta de mi habitación, y escuché su grito. Miré la hora y naturalmente llegaríamos tarde. Tomé mi mochila y salí por la puerta.

Bajé las escaleras, y saludé a Meredith rápidamente, antes de tomar una banana de la canasta de las frutas y correr hasta el auto.

-Yo también le compré algo a Alaska. No eres la única detallista aquí-Keith me dio una sonrisa desde el asiento del conductor, y lo miré extrañada. Me sorprendió que se haya tomado la molestia de pensar en mi mejor amiga-, ¡oh, vamos! Ella también es mi amiga, tonta.

Me señaló con la mano la parte trasera del auto, y vi que allí también había una bolsa decorada. La tomé curiosa y vi dentro. Alcé la vista hacia Keith y me miró deslumbrante:

No me iré hasta que te enamoresWhere stories live. Discover now