Capítulo 16

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Espero les guste. Capítulo fuerte, así que agárrense. No se olviden de votar y comentar, me ayudan mucho💚

Disculpen las tardanzas, estuve un poco delicada de salud, pero ya todo genial, gracias al Altísimo (👁️👄👁️) que me mira desde arriba🔭

Dedicado a Grace_Maradiaga porque la adoro y atravesaremos el Atlántico juntas. Te quiero, eres increíble🌃

Canción de multimedia: Strawberries & Cigarettes —Troye Sivan.

Canción de multimedia: Strawberries & Cigarettes —Troye Sivan

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—Pero...¿Qué mierda?

La impresión decoraba mi rostro, la furia el de Chris, y el miedo el de Shawn.

Lo de Chris lo había visto venir, ya se me hacía extraño que me huebiera rechazado no una, sino dos veces. Pero...¿Shawn? ¿El mismo Shawn del que yo había estado enamorada? ¿El mismo Shawn con el que había tenido mi primera vez? ¿El mismo Shawn que proclamaba amar a mi mejora amiga? Algo parecido a la decepción y a la confusión se asentó en mi pecho.

No por el hecho de que Shawn pareciera ser gay, sino porque estaba engañando a Alaska, y me estaba engañando a mí.

—Kelly...puedo explicártelo —dijo Shawn con nerviosismo.

Cerré la puerta detrás de mí, y me acomodé mejor en el cubículo.

—Oh, sí, más te vale que sea una muy buena explicación —me crucé de brazos.

—Esto me parece inaudito —rugió Chris, alzando la voz. Pegué un bote por la sorpresa, y entorné los ojos. ¿Qué demonios? —no le debes ninguna explicación, Shawn.

Shawn se hizo a un lado saliendo de su escondite y me encaró. Un rosetón decoraba su cuello.

Ah, vaya, y con chupón incluído.

—Kelly, yo...yo estoy confundido —empezó, y vi el miedo en su rostro. Sus mejillas estaban sonrojadas, y la respiración errática.

—Si tú estás confundido, imagínate cómo estoy yo.

No quería que mis palabras le resultaran acusatorias, pero una mezcla de ira y tristeza azotaba mi interior. Aun así, era Shawn, y debía escucharlo primero.

Una mueca de dolor atravesó su rostro, y me obligué a callar.

Chris se mantenía atento a todo, como esperando su momento para saltar sobre mí y echarme del baño, y reanudar lo que había interrumpido.

—Sé que esto se vio mal, y no...no te diré que no es lo que parece, porque probablemente sí lo es —tomó una profunda respiración, y siguió— pero quiero que sepas que quiero a Alaska. La amo. Y todo eso que pensé que solo eran unos estúpidos sentimientos de niño afloraron desde que ella y yo comenzamos.

No me iré hasta que te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora