Capítulo 2

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Quédense hasta el final, les dejaré una fotito de Kelly :)

(...)


Capítulo 2

Introducción a la cotidianidad

-Hermanita, luz de mi vida, estrella de mi corazón...¡Ay, por los clavos de Cristo! ¿Qué demonios te pasó, Kelly?.-Keith me miró de arriba abajo, medio extrañado, medio divertido. Una sonrisa amenazaba con salir de sus labios.-Te emocionaste, ¿no es así?

-Ya déjala, idiota. Ven, Kels .-Chris, el mejor amigo del energúmeno de mi hermano, pasó por encima de mis hombros su chaqueta del equipo de fútbol.

El frío del pasillo principal me estaba calando los huesos.

Agradecí ser precavida y poner ropa extra en mi casillero de los vestidores, pero aun así, no había podido resolver nada con mi húmedo cabello, que ya había dejado de gotear.

Después de la escena (de la que ahora estaba muy avergonzada de haber protagonizado) en la clase de natación, corrí hacia los vestidores y tomé profundas respiraciones para calmar mi furia.

No solía ser violenta, y mucho menos impulsiva. Sabía controlar mis emociones y pensar dos veces antes de actuar, pero tenía cierta ideología parecida a la de Hermione Granger: primero muerta que expulsada.

Me había esforzado muchísimo por ser siempre la mejor estudiante, y aunque esto no me molestaba ni lo hacía por más nadie que por mí misma, me había sacado de mis cabales la actitud cínica del imbécil de Kit.

-Kelly, nena, sabes que esa nota no alterará tu calificación final, quédate tranquila.-Había dicho Alaska, intentando que no volviera afuera y le patera a Kit en su zona noble.

-Además, todos los profesores te adoran. Seguro creerán que es un error y lo arreglarán.-Shawn se arrodilló en frente de mí y me dio una sonrisa sincera, sus ojos se iluminaron y no pude hacer otra cosa que devolvérsela. Solté un suspiro. ¿Cómo demonios había entrado si ese era el probador de chicas? Luego se lo preguntaría.

-Tienen razón. De todas maneras es solo una práctica, puedo hacer la siguiente mejor...y evitar a ese malnacido.-Fruncí el ceño, pero sentí la molestia descendiendo sus niveles. En ese instante sonó la campana anunciando la hora del almuerzo. Ambos me miraron, y entendí su preocupación.-Vayan por sus preciadas donas, yo saldré en unos momentos de aquí.-Los dos me dieron una sonrisa de oreja a oreja y salieron corriendo sin mirar atrás.-¡La mía de chocolate, par de tontos!

Escuché un "vale" a la distancia de Shawn y procedí a secarme el cabello, que ahora estaba empapado y con olor a cloro y otros químicos.

-No estoy de ganas, rubio -Miré a Keith molesta, y me crucé de brazos-.No es contigo, Chris. Aunque lo sabes porque no eres rubio. Y gracias, muero del frío.

Comencé a caminar en dirección a la cafetería, seguida del capitán y del mariscal de campo del equipo de futbol de la escuela. Sí, se podía decir que era todo un honor siquiera dirigirles la palabra.

Ambos chicos se podían considerar como la alta alcurnia en Preston tan solo por llevar las repetidas y nada originales chaquetas de color azul rey. No podía negar que ambos eran muy guapos, demasiado, diría yo, pero uno era mi hermano, y el otro mi casi hermano.

Mientras Keith era todo luz, con piel bronceada, cabello rubio y ojos azules, Chris era lo opuesto: tez pálida, cabello oscuro y ojos del mismo color.

Recordaba haber tenido un crush con Chris cuando tenía trece años y él catorce, pero tan solo fue eso: un crush.

Lastimosamente estaba interesado en la capitana del equipo de animadoras, Heather Vincent, y obviamente, yo lo había ayudado a conquistarla. Desde ese momento comencé a verlo más como otro hermano mayor que como mi posible novio.

No me iré hasta que te enamoresWhere stories live. Discover now