Hola...sí, un poco demasiado perdida. Aún aprendo a lidiar con el bloqueo de escritor. No importa qué, aquí traigo un nuevo capítulo. Espero traer el resto en las próximas semanas. Ya está por acabar la fiesta. Probablemente hayan errores de continuidad o incongruencias, pero prometo que serán corregidas en una segunda edición.
Solo me queda agradecerles una vez más por la espera.
Capítulo 51
Una iglesia de amores quemados
Siempre que soñaba tenía la sensación de que una suave melodía acompañaba mis pasos a donde sea que fuesen. Era la misma una y otra vez, a veces salía de mi estado de inconsciencia y continuaba tarareándola en busca de algo que me dijera que existía y que no solo se trataba de un invento de mi cabeza.Ahí estaba de nuevo en una iglesia, algunos pocos metros de distancia separaban mi mano de la de Kit. La primera vez mucha gente agitaba sus faldas en mis albores, música suave resonaba y una sonrisa decoraba su rostro; pero ahora él y yo éramos los únicos dentro del clero, un calor crispante me abrasaba la piel, y lágrimas encendidas caían por un par de ojos ambarinos que no apartaban la vista de mis propios labios
«Es una iglesia de amores quemados»
—Esto no es una iglesia —Dije, o más bien informé en cuanto abrí los ojos de golpe y lo primero que vi fue un candelabro dorado adherido a un techo brocado por pequeños querubines de mejillas sonrojadas.
—Sería una situación un tanto retorcida, si lo pienso bien.
Al girar mi cabeza sobre el suave acolchado del sillón me encontré con el rostro inundado por la curiosidad de Amanda. Los rizos amarillos, usualmente armados y ordenados, rebotaban dispersos contra sus pómulos.
—¿Qué...?
—No lo preguntes.—Intervino al instante.
—¿Qué pasó?
—Oh, vaya.
Sonreí para mí misma al ver sus manos cubrir su expresión.
—No es una buena línea. Sobre todo porque no sé qué pasó.
Entonces rememoré los últimos momentos antes de desvanecerme.
Los mensajes, Amanda, Kit odiándome, la cafetería. Salí a buscarlo y no lo conseguí. El último lugar en el que estuve fue...¿las caminerías de Palm Street?
—¿Dónde estabas antes de aparecer aquí?
—En el cementerio con Kit y Cassandra. Me alejé por un poco de cobertura y luego apareció una van negra que pareció tragarme de la nada. Desperté hace unos veinte minutos, mi celular no está y la única persona con la que he tenido contacto desde entonces es ese sujeto que no sé si sigue despierto.
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No me iré hasta que te enamores
Novela JuvenilKelly Morgan tiene asegurada tres cosas: es una chica Cupido, no está lista para enamorarse, y mucho menos para conocer a Kit McAdams. Cuando la ex novia loca de su hermano mayor, Cassandra, llega a ella para chantajearla con un video que podría ame...