Capítulo 10

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N/A: holis, por favor lean la nota del final jeje

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-Kelly...¡Kelly!

La fina voz de Amanda llegó a mis oídos, me miraba entornando los azules ojos y con el ceño fruncido.

Mi mente había estado divagando en cualquier parte los últimos veinte minutos, y no había escuchado absolutamente nada de la conversación de las chicas.

-Estás en otro planeta, ¿Qué sucede? -habló Alaska tomando mi mano. Quería ocultarlo, pero la chica me conocía mejor que nadie y sabía que algo estaba sucediendo ahí arriba.

-Nada, solo...estoy cansada, es todo -Cassandra enarcó una ceja, y se encogió de hombros. En ese momento agradecí su frialdad, no quería hablar de lo que en realidad me pasaba.

El raro incidente con Kit me había estado persiguiendo lo que restaba de semana.

De una manera bastante obvia me había estado evitando en los pasillos, la cafetería, e incluso la clase de literatura. Pasaba de mí, como si no existiera.

Al principio pensé que sería algo de unos pocos días, pero ya era viernes, y su actitud no cambiaba de ninguna forma.

Lo que más dolía, incluso más que el hecho de ser vilmente ignorada, era que su actitud distante solo iba dirigida hacia mí. Con Amy seguía siendo el mismo chico de ensueño de siempre, y con los demás del grupo se mostraba de forma jocosa y divertida.

Sus miradas furtivas y molestas me descolocaban, y varias veces me había encontrado haciéndome la misma pregunta: ¿Qué había hecho?

En serio no lo sabía, y moría por hacerlo. Había querido tomar la iniciativa muchas veces y acercarme a él en busca de una explicación, pero siempre sucedía algo que me lo impedía, como que Alaska me arrastrara a la fila de la cafetería, o que Keith me llamara apresurado para pedirme algún favor.

En conclusión, no me sentía bien. No me sentía bien sabiendo que alguien me detestaba sin ninguna razón aparente.

No estaba acostumbrada al rechazo en el ámbito social, pues siempre intentaba agradarle a todos.

-Creo que iré de rojo. Aunque Shawn y yo no hayamos oficializado nuestra relación, me gusta creer que le debo, y me debe, fidelidad -Alaska se llevó un papita frita a la boca. Amanda y Cass sonrieron, cómplices.

-Eres toda una celosa -habló la rubia, negando con la cabeza-. Yo vestiré de amarillo. Kit y yo no somos absolutamente nada, además de amigos que salen de vez en cuando.

Una opresión apareció en mi pecho cuando lo dijo, e hice lo posible por mostrarme neutra.

Había querido odiar a Amanda, pero no podía. Era una chica increíble.

-Tengo un vestido rojo que me queda genial -opinó Cassandra, simple y llanamente. Luego inquirió-¿Qué hay de ti, Kels? ¿En qué situación sentimental te consideras?

-En el limbo -dije soltando una carcajada, y las demás me siguieron-. Aun no lo decido, creo que iré de negro. No tengo ganas de pensarlo mucho. Ni siquiera sé si iré.

Todas me miraron sorprendidas, con la boca abierta. Aquello no era normal en mí. Solía ser muy participativa y empática con las actividades sociales, pero no estaba en mi mejor momento emocional.

Me encongí de hombros, y robé una papa del plato de Alaska.

-No, no, nada de -emitió Amy eufórica, imitando mi acción anterior, hice una mueca de desagrado-. Vendrás sí o sí. Si tú no vas, nosotras tampoco.

No me iré hasta que te enamoresWhere stories live. Discover now