Capítulo 12

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Este va especialmente dedicado a una personita preciosa que nunca se ha cansado de intentar sacarme spoilers, te quiero teenhome

Estoy amando con furia el capítulo, así que espero que lo disfruten igual que yo. Los tqm♥️

Kit McAdams

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Kit McAdams.

Kelly en definitiva era la persona más torpe, descuidada e insensata que jamás había conocido.

Admiraba su capacidad de querer llevar las cosas bajo control, pero no podía negar que me divertía ver cómo se alteraba cuando una pequeña cosa se salía de sus manos.

Tal vez por eso me agradaba.

Porque era tan distinta a mí.

Porque era pequeña, ingenua y ciega.

Y porque sentía la necesidad de cuidarla.

Y no podía cuidarla estando a su alrededor.

Ya lo había comprobado esa noche en el hospital, cuando nos llevaron las radiografías a la sala de espera.

Su tobillo estaba roto, y tenía una sutura en la parte baja de la cabeza. Nada demasiado grande, pero eso no quitaba que me sintiera malditamente culpable.

Ah, Morgan, ¿Ves lo que me haces sentir? Culpable de tu estupidez, y eso solo te hace más estúpida.

¿Quién demonios en este patético mundo se rompe un hueso y se zanja la cabeza cayéndose de una altura de un metro ochenta?

Oh, sí, por supuesto que Kelly Morgan.

Ni siquiera Addison, con toda su hiperactividad y necesidad de moverse de un lado a otro podría ser capaz de dañarse en más de un lugar del cuerpo.

Addison...

—¿Dios? ¿Eres tú? —la suave voz de Kelly llegó en un murmuro, haciéndome soltar una pequeña risa.

Está loca, en serio.

—Depende de qué tanta relevancia tenga yo en tu vida —respondí. Ella giró su cabeza sobre la almohada demasiado rápido e hizo una mueca de dolor.

Rodé los ojos.

—¿Dónde...? ¿Qué me pasó? —ella alzó su mano hasta su cabello, pero lo detuvo en el camino al ver las intravenosas.

Su mirada se paseó por la blanca habitación del hospital, luego por el yeso sobre su pierna derecha, hasta llegar a mí.

—¿Kit?

—¿No me habías dicho Dios? —veía la confusión en su rostro, pero me pareció gigantemente estúpido, pues creía que estaba demás explicar el contexto de la situación.

No me iré hasta que te enamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora