VIII

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Sábado 16 de Noviembre

Luka yo cabalgamos hacia el este esta mañana y examinamos más de la propiedad. Luka estaba complacido con todo lo que veía y lo calificaba como extraordinario. Yo indique que las mallas estaban rotas y que la tierra necesitaba un drenaje, pero el solo dijo: —Si, supongo que así es.— Sé que tiene un carácter tranquilo, pero había algo más que su habitual asentimiento en sus maneras.

Sospeche que en realidad no estaba poniendo atención, sino preocupándose por Miss Dupain. Es una desgracia que ella se haya enfermado mientras visitaba a sus hermanas. Ha hecho que la casa se venga de cabeza. También me ha traído en constante contacto con Marinette.

Siguiendo mi propósito, no le preste atención a Marinette cuando entre al salón con su hermana más tarde esta mañana, cuando ya habíamos regresado de nuestro paseo. Después de los debidos saludos, Miss Dupain pidió que se le prestara el carruaje de Luka.

—Mi madre no puede pasarse sin el carruaje hasta el Martes, pero ya estoy muy recuperada y no podemos sobrepasar su hospitalidad más tiempo.— dijo ella.

Sentí una mezcla de emociones: alivio de que Marinette pronto se iría de Netherfield, pesar de que no podría hablar con ella más tiempo.

Luka no compartía la opinión de Miss Dupain.

—¡Es muy pronto!— exclamó. —Puede usted parecer recuperada cuando está sentada junto al fuego, pero no está lo suficientemente mejorada como para soportar el viaje. Caroline, dile a Miss Dupain que debe quedarse.

—Querida Chloé, por supuesto que debes quedarte,— dijo Caroline. Detecté una frialdad en su voz, y no estaba sorprendido cuando agregó; —No podemos ni pensar en que te vayas antes de mañana.

Una estadía de más de un día adicional no la complacían. Luka parecía sorprendido, pero Miss Dupain aceptó la sugerencia.

—Incluso mañana es muy pronto,— protesto Luka.

—Es muy amable de su parte, pero realmente debemos irnos,— dijo Miss Dupain.

Ella es una chica dulce, pero también puede ser firme, y nada que Luka dijera podía cambiar su decisión.

Estaba conscientemente en guardia durante el último día. Había prestado demasiada atención a Marinette durante su estadía, y estaba tardíamente dándome cuenta de que pude haber levantado alguna expectativa. Decidí aplastar cualquiera, si acaso alguna se hubiera formado. Apenas y le dirigí diez palabras en el curso del día, y cuando estuve desafortunadamente solo con ella por media hora, me apliqué a mi libro y no voltee ni una vez.

Domingo 17 de Noviembre

Todos atendimos el servicio en la mañana, y después las Dupain se despidieron.

—Querida Chloé, lo único que me puede resignar a dejarte ir es saber que por fin estas bien,— le dijo Caroline, dándole una cariñosa despedida a su amiga.

—Soy un hombre muy egoísta. Si no hubiera sido por el hecho de que te encontrabas sufriendo, estaría complacido de que tu hubiera dado un resfriado,— dijo Luka afectuosamente, apretando la mano de Chloé. —Me ha permitido tenerte conmigo todos los días por casi una semana.

Él, por lo menos, había hecho de su estancia algo agradable, y se había tomado la molestia de entretenerla en los momentos en que podía bajar. Es fácil ver por qué Luka la ha hecho su favorita. Ella tiene una dulzura y amabilidad en sus maneras que la hacen muy agradable, mientras que sus sentimientos no son del tipo de los que son fácilmente comprometidos. No importa que tan encantador o alegre sea Luka, no necesita temer que sus intenciones sean mal entendidas.

—Y Miss Mari Dupain,— dijo Caroline, con una gran sonrisa. —Ha sido muy... encantador tenerla aquí.

Marinette notó su vacilación y sus ojos brillaron con picardía. Respondió educadamente, sin embargo.

—Miss Couffaine. Ha sido muy amable de su parte el permitirme quedarme.

A Luka le dio una más cálida despedida.

—Muchas gracias por todo lo que ha hecho por Chloé,— dijo. —Ha hecho una gran diferencia para mí el verla tan bien atendida.

Nada podría ser más amable que su disposición al atizar el fuego, o moviendo las mamparas para evitar cualquier corriente de aire, o sus instrucciones a la ama de llaves para preparar deliciosos platillos que tentaran el apetito de Chloé.

—Solo lamento el no poder haber hecho más,— respondió, —Espero que nos veamos pronto en Netherfield nuevamente.

—También lo espero— Volteo hacia mí.

—Miss Dupain,— dije, dándole una fría reverencia.

Parecía sorprendida por un momento, pero después una sonrisa apareció en sus ojos, y me devolvió una reverencia, respondiendo con tono señorial: —Mr Agreste.

Casi me tentó a sonreír. Pero mantuve mi postura con una expresión de severidad y me di vuelta.

El grupo entonces se desintegró. Luka escoltó a las dos damas al carruaje y las ayudó a entrar. Mi frialdad no había afectado el ánimo de Marinette ni por un minuto. Estaba agradecido que así fuera- antes de recordarme que el ánimo de Marinette no eran de mi incumbencia.

Regresamos al salón.

—¡Bueno!— dijo Caroline. —Se han ido.— No hice ningún comentario.

Ella volteo hacia Louisa e inmediatamente empezó a hablar de asuntos de la casa, olvidando todo lo relacionado con su supuesta amiga.

Mientras escribo esto, estoy feliz de que Marinette se haya ido. Ahora, espero, poder pensar en ella como Miss Marinette Dupain otra vez. Deseo pensar en cosas más sensatas, y no tener que sufrir más de las bromas de Caroline.

Lunes 18 de Noviembre

Por fin, un día normal. Luka y yo examinamos la esquina sur de esta tierra. Parece estar interesado en comprarla, y dice que está listo para establecerse en ella. Aun así, no ha estado aquí mucho tiempo y no creeré sus intenciones hasta que haya pasado el invierno en este lugar. Si le gusta después de eso, creo que podría ser el lugar para él.

Caroline estuvo encantadora esta tarde. Sin Miss Marinette Dupain en la casa, no me molesta, y pasamos una tarde placentera jugando cartas. No extrañé a Miss Marinette para nada. Creo que apenas y pensé en ella media docena de veces en todo el día.

Pride & Prejudice  (Adrinette)Where stories live. Discover now