XXVIII

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No pude evitar pensar en todo lo que había pasado en relación con Luka, y supuse que sus pensamientos se dirigieron en la misma dirección. Me pregunté si debía decir algo; darle algún indicio de mi cambio de opinión en el tema; pero no sabía cómo empezar.

En lugar de eso, dije: —¿Me permitiría, o pido mucho, el presentarla a mi hermana durante su estancia en Lambton?

—Me encantaría.

Había una calidez en su voz, y en su sonrisa que acompañaron esa expresión, que alivio mis temores.

Seguimos caminando en silencio, pero más tranquilos que antes. El ambiente no estaba tan tenso, y había, sino una confianza entre nosotros, por lo menos no más azoramiento.

Llegamos al carruaje. Si tío y su tía estaban atrás.

—¿Le gustaría entrar a la casa? ¿Le gustarían algunos refrigerios?

—No, gracias— respondió. —Debo de esperar a mi tía y tío.— Estaba decepcionado, pero no la presioné.

Traté de pensar en algo que decir. Quería decirle lo equivocado que había estado. Ella, también, parecía que quería decir algo, pero que era, no lo sabía.

Al fin ella comenzó, pero solo para decir: —Derbyshire es una región muy hermosa.

—¿Ha visto mucho de ella?

—Sí. Hemos estado en Matlock y en Dove Dale.

—Vale la pena verlas.

Mi conversación era fútil. La suya era mejor. Había tanto que quedaba sin expresarse entre nosotros, pero no había tiempo.

Quizás, en unos días, cuando nos conociéramos un poco mejor...

Su tía y tío se acercaron. Los invité a tomar algunos refrigerios, pero rechazaron la invitación. Ayude a las damas a subir al carruaje y se fueron. Los vi irse por el mayor tiempo posible, evitando que mi atención pareciera especial, y entonces caminé lentamente hacia la casa.

No dije ninguna de las cosas que quería decir, pero saber que vería a Marinette otra vez me animaba.

Estaba de mucho mejor humor del que había estado en mucho tiempo.

Miércoles 6 de Agosto

Me levanté de la cama muy temprano. No podía dormir. Busqué a Georgiana y por fin llegó, con Luka y sus hermanas. Los recibí afectuosamente, y después, diciéndole a Georgiana que quiera mostrarle un nuevo espécimen de árbol en el jardín la invité a tomar un paseo. Ella fue conmigo enseguida.

Cuando estábamos a alguna distancia de la casa, le dije: —Georgiana, hay alguien a quien me gustaría que conocieras.

Me miró inquisitivamente.

—Cuando estaba en Hertfordshire el otoño pasado, conocí a una joven llamada Marinette Dupain. Me agrada mucho.

Georgiana parecía sorprendida, y después complacida.

—Está visitando Derbyshire, y se está quedando en una posada cerca de aquí. Si no estás muy cansada, me gustaría que la conocieras esta mañana.

Sabía que era algo repentino, pero ahora que había encontrado a Marinette, no podía esperar el presentársela a mi hermana.

—No, no estoy muy cansada. Me gustaría conocerla.

Regresamos a la casa. Caroline y Louisa estaban arriba, y Georgiana las siguió, prometiendo bajar cuando se hubiera lavado la mugre de las manos y de la cara, y hubiera cambiado su vestido.

Pride & Prejudice  (Adrinette)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum