Pregnancy Counterattack.

Capítulo 86

Al ver la cabeza de Qu Cheng colgando débilmente, agarrándose a la pared y jadeando pesadamente, Yue Zhao dijo con una sonrisa en sus labios

— Hermano Cheng, pensé que tendrías algo de afecto por A Si, pero no esperaba que lo mataras tan fácil. Es una lástima, era un perro leal, tsk tsk.

Su voz es enérgica, el tono es suave e incluso se puede sentir la alegría en él, pero sus hermosos ojos muestran desdén.

Qu Cheng mantuvo la cabeza baja y no habló, su cuerpo estaba medio arqueado debido al envenenamiento, sus rodillas estaban en el suelo y los músculos de sus piernas temblaban levemente debido a la fuerza que usaba.

Yue Zhao miró a este hombre que mataría sin dudar, que ha estado al mando de la pandilla y que siempre parecía fuerte, ahora estaba en esta situación frente a él, un deseo de conquista surgió en su corazón. El hocico del arma acarició suavemente su corto cabello negro.

— ¿Por qué no hablas? ¿No esperabas que algún día estarías en mis manos?

Qu Cheng se rió brevemente, con un toque de ronquera en su voz.

— Sí, no esperaba eso; sospecho que nadie ha dudado de ti, Yue Zhao, realmente me sorprendiste. Prefieres ser un perro de la pandilla Kun que un miembro de la pandilla del Dragón Azul.

Dijo eso y la cara de Yue Zhao cambió de color, el hocico del arma golpeó con fuerza la parte posterior del cuello de Qu Cheng.

— ¡Cállate!

En el momento en que se levantó el cañón, Qu Cheng aprovechó la oportunidad, se levantó y sacó un arma. La situación cambió repentinamente y Yue Zhao apretó el gatillo instantáneamente. La bala que debería haber golpeado la cabeza de Qu Cheng pasó rozando por su oreja cuando la esquivó, el arma en la mano de Qu Cheng alcanzó el pecho de Yue Zhao en ese momento.

La sangre de la oreja de Qu Cheng goteo y se estrelló contra las baldosas de color crema del piso, haciendo que se tiñeran de un rojo deslumbrante.

El rostro de Yue Zhao cambió de inmediato, sus ojos se volvieron sombríos y su hermoso rostro se distorsiono, no esperaba que Qu Cheng lograra ponerse de pie después de ser envenenado, y mucho menos que le apuntara con un arma.

Los, alguna vez amigos íntimos, ahora se enfrentaban así, cara a cara.

— Hermano Cheng, eres bueno. En ese entonces, mi hermano mayor me confió a ti, probablemente nunca pensó que en algún momento me apuntarías con un arma.

Había sarcasmo en las palabras de Yue Zhao. La cara de Qu Cheng era blanca como el papel, tosió un par de veces y se burló.

— Si el Hermano Long todavía estuviera vivo, probablemente no habría pensado que su hermano, que ha tratado como un tesoro toda la vida, algún día se refugiaría con el enemigo e intentaría destruir la pandilla del Dragón Azul; jamás hubiera imaginado que su hermano ayudaría al enemigo a matar a los hermanos con los que creció.

— ¡Tú me forzaste a hacer eso, Qu Cheng!

El rostro de Yue Zhao estaba pálido, sus dedos apretaban fuertemente el gatillo, la cabeza de Qu Cheng podría ser atravesada por una bala en cualquier momento.

— ¿Te forcé?

Qu Cheng se rió y su pecho le dolió por tanto reír, gracias a que estaba usando mucha fuerza para mantenerse lúcido, había una capa de sudor en su frente.

— Yue Zhao, desde pequeño te he tratado tan bien como lo hizo el hermano Long, a los ojos de todos los hermanos de la pandilla siempre has sido como familia, te creen sin reservas, pero ¿cómo les pagaste?