🖤CAPÍTULO 8🖤

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Dahlia abrió los ojos de golpe, dejando viajar la mirada por toda la habitación. ¿A dónde estaba?, ¿era un hotel?

—Me alegra que hayas despertado —dijo Lars, paralizándola—. No debiste tomar de esa manera anoche. Prometiste no hacerlo de nuevo.

Se sentó en la cama y llevo sus manos a la cabeza, para seguido inclinarla, soltar un suspiro y enderezarse, apartando el cabello de su rostro. Ella era fuerte, siempre lo ha sido.

Una sonrisa curvó sus labios por las palabras de Lars. Lo volteo a ver. Y ahí estaba Lars, frente a ella, después de un año, con su rostro perfecto, tan digno bajo un traje de marca bien planchado.

—Claro, como tú prometiste, no abandonarme.

—Dahlia...

—Vaya, aún recuerdas mi nombre, pensé que lo habías olvidado, como olvidaste tus sentimientos, claro, si una vez existieron.

—Dahlia, no —advierte—. No hagas esto.

—No estoy haciendo nada, Lars —salió de la cama, y puso los tacones, para seguido tomar su bolsa y avanzar a la puerta.

—No eres la única que lo paso mal, ¿sabes?

Sus palabras la hicieron detener de golpe, con la chapa en la mano, mientras la ira quemaba su pecho.

—¿En serio la pasaste mal? —Preguntó con ironía, girándose hacia él—. Acaso fuiste tú quien tuvo que soportar el dolor de una costilla y pierna rota, una operación cerebral, sola en una camilla de hospital —expone—. O el dolor de un corazón roto que ningún anestésico era capaz de quitar —dio paso hacia Lars—. En serio sufriste tanto, que te comprometiste un año después, y con la chica que casi me mata —se detiene a escasos centímetros de su rostro—. ¿Tan siquiera sientes algo de dolor justo en este momento al ver a los ojos a quien juraste haber esperado toda tu vida? —No obtuvo una repuesta—. Claro que no, no sientes nada Lars, porque tú no tienes corazón.

Dándole la espalda, salió de la habitación, y llamo el elevador.

Al llegar, las puertas se abren y revelan a una hermosa mujer, que vestía un bello traje color perla. Su cabello era corto, con apariencia sedosa, y a pesar de que estaba cubierto de canas, su rostro no refleja alguna arruga, solo un maquillaje impecable.

—¿Recepción? —Pregunta. Ante la afirmación de la chica, oprime el botón—. Noche difícil, ¿no? —Agrega, al ver que teclea con rapidez en su celular.

—Eh, sí.

No necesitaba pruebas, sabía que Kira había planeado ese encuentro.

¿A dónde estás? Te voy a matar, ¿Cómo te atreviste a hacerme esto?

Kari le responde de inmediato.

Hice lo que debía hacer, ustedes se aman, no pueden rendirse así de fácil. No puedes permitir que Francia se salga con la suya.

Qué acaso había olvidado que su hermano protegió a Francia cuando expuso que ella la empujo a la carretera, que en toda su estancia en el hospital nunca fue a verla.

En ese momento, se percató que tenía un nuevo correo. Al abrirlo, vio la dirección y hora de la cita con el señor Maicol Gutiérrez.

¡Diablos!, ¿este día podía ser peor?, la cita era en una hora, y en un restaurante que juro no volver a poner un pie. Se metió rápido a Google maps para ver su ubicación, mostrando que el restaurante Heliot está cerca del hotel.

—Disculpe, ¿sabes cuánto cobran la habitación aquí? —Preguntó a la bella mujer.

—Dos mil el día, y es la habitación más sencilla

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Where stories live. Discover now