🖤CAPÍTULO 11🖤

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Su mirada estaba fija en la pareja a través del vidrio, en sus movimientos, en el sonido de sus respiraciones.

—Me ha llegado esta mañana la invitación de su fiesta de cumpleaños —menciona Adam, el comandante de la policía de la ciudad—, supongo que ahora que lo ha integrado al grupo, tendré que cubrir sus desastres.

—Siempre los has hecho —menciona Brayan. Adam lo voltea a ver—. La única diferencia es que ahora no recibirás un maletín lleno de dinero por parte de su padre como soborno, para evitar que vaya a la cárcel, y quizás eso es lo que te fastidia en este momento —lleva la copa de agua a su boca.

—Señor...

—Conozco tu pasado, tu presente, incluso tu futuro Adam, así que para la otra piensa antes de hablar. No me gusta que crean que soy ignorante a ciertos hechos. Esta es mi ciudad, sé todo lo que pasa, incluso debajo del agua.

—Siento haberlo ofendido, señor —se disculpa Adam.

—Por otra parte, si hace una estupidez, quien se encargará de castigarlo seré yo. Porque no soy como su padre, no invierto en alguien que me puede arruinar un plan.

La puerta se abre, revelando a Tarid, el presidente de la ciudad, quien lucía bastante agitado.

—Señor, lamento llegar tarde —se inclina ante Brayan, a quien no le gustaba la impuntualidad, lo que podía traerle una gran consecuencia al presidente por su retardo.

Brayan lo contemplo por un momento, en espera de que le diera una justificación, que dará a entender que era más importante que él, pero al no hacerlo, tomo otro poco de agua.

—Está bien, pero la próxima recuerde que yo soy primero, ante todo —menciona—. Lo mismo es para ti, Adam. Y sí lo olvidas de nuevo Tarid, tendré que tomar medidas.

—Sí, señor.

—Ahora toma asiento, y dime cómo va el asunto con el presidente de la ciudad vecina —pregunta.

—Es difícil persuadirlo, pero creo que cederá.

—Pero pondrá condiciones, y solicitará una fuerte suma de dinero —sospecha Brayan.

—Probablemente —dice Tarid.

No había tratado aún con el señor Flores, el presidente de la ciudad vecina, pero conocía su historial y avaricia, como la manera sucia que le gustaba jugar. No podía arriesgar su dinero y aceptar condiciones que lo puedan perjudicar.

—En ese caso, esperemos un poco más, hoy conocí a alguien que me puede ayudar a conseguir mi objetivo sin condiciones o una fuerte suma de dinero.

—De quien se trata, señor Beck, ¿es confiable? —pregunta Adam.

—No lo sé, pero la pondré a prueba.

—¿Es una mujer? —se muestra curioso Tarid. Brayan asiente.

—En ese caso será sencillo, sabe muy bien cómo manejarlas —comenta Adam, sirviéndole una copa de vino a Tarid.

—Si me lo permite, señor, déjeme darle un consejo. —solicita Tarid. Brayan lo mira con interés—. No informe del nuevo plan a la jueza Asher, ella está enamorada de usted, y sabe que las mujeres son emocionales, y las emociones siempre arruinan las cosas.

—Estoy de acuerdo con el presidente señor Beck, es mejor que deje a la jueza fuera de esto.

Brayan sin darles una respuesta, bebió de nuevo de su copa.

Ante el sonido vibrante de un nuevo mensaje, Brayan tomo su teléfono y miró el texto.

—Tengo un asunto que atender, manténgalo vigilado, si intenta asfixiar a la chica, deténganlo —ordena, saliendo del cuarto.

Tarid volteo a ver a Adam, sin comprender.

—Tiene varios arrestos por acoso y agresión sexual. Su mayoría prostitutas, y algunas novias, incluso tuvo un cargo por asesinato, pero salió limpio porque su padre supo cómo arreglarlo —explico el comandante.

Tarid asintió, suponiendo que la suma de dinero había sido bastante elevada para sacarlo de aquellos líos, cuando los derechos de la mujer eran un tema sensible que prendía a la sociedad y generaba un deseo palpitante de justicia.

—Lo que no entiendo, es como el señor Beck quiso relacionarse con alguien tan estúpido —se pregunta el comandante Adam.

—Por eso mismo, porque es tan estúpido que cree que fue su idea ayudarle a conseguir los barrios bajos al señor Beck —dice Tarid.

—¿El señor Beck quiere los barrios bajos? —se mostró confundido el comandante.

—Tampoco entiendo por qué los quiere si es una mala inversión, pero fue esa razón por la que hizo ministro a Millan, para poder manipularlo después. Porque, como dije, puede haber muchos candidatos, pero este —Tarid señala la pared de cristal—, es el más estúpido, si algo sale mal, toda la responsabilidad caerá sobre él. Y no hará nada para defenderse, pues también es un maldito cobarde, y si tú y yo tememos del señor Beck, créeme que ese chico lo considera una pesadilla, y quizá por eso prefiere estar de su lado.

—Entonces no es tan estúpido después de todo —dice Adam.

🖤🖤🖤

Al abrir la puerta, mamá Darling ya lo esperaba sentada sobre un sillón de cuero rojo, mirando curiosa el lugar.

—Soy vieja, he visto muchas cosas, pero este lugar me sorprendió —menciona, mientras Brayan se coloca frente a ella.

—No será el lugar más adecuado para una reunión, pero es el más seguro para tocar temas delicados —le hace una señal a Viktor.

Viktor dio un paso al frente y dejo sobre la mesa fotografías del sujeto que atraparon vendiendo drogas.

Darling se inclinó y miro con atención.

—Entiendo, ¿crees que tuve que ver con esto? —levanta la vista, para encontrarse con la oscura mirada de Brayan.

Pero antes de poder negarse, Viktor dejo otra foto sobre la mesa, en donde se podía ver el tatuaje de su clan en el cuerpo del hombre. Una sonrisa curva sus labios y recarga en el asiento, cruzándose de brazos. En el plan no estaba que Brayan lo descubriera tan rápido, pero estaba supuesto que pasaría, al ser difícil de engañar, pero mientras no descubriera a su aliado, podía lidiar con él.

—Bien, me atrapaste, que harás ahora, ¿matarme? —pregunta divertida—. Sabes que no puedes hacerlo Brayan.

El enfado estaba reflejado en sus ojos, casi pudo ver arder su alma de la rabia, al llamarlo por su nombre, lo cual consideraba informal y una falta de respeto. Pero era hora de que viera, que su lealtad y respeto no serían más para él.

—Puedo hacerlo —expuso Brayan—, pero no lo haré, porque serás tú quien lo haga.

Ella rio y puso de pie, con dos hombres detrás de ella.

—No soy Judas, y tú, el hijo de Dios, Brayan —sin borrar su sonrisa, salió de la habitación.

—Señor... —llamo Viktor.

—Deja que se vaya, hoy ríe, pero mañana derramara lágrimas —se pone de pie y acomoda su chaqueta, mientras se mira en el gran espejo pegado a la pared—. Investiga con quien se ha estado reuniendo y le metió en la cabeza que rebelarse y desafiarme era buena opción. También quiero que te contactes con su clan enemigo y hagas un trato para adquirir las drogas que se necesitan, y lo que respecta a las ratas, me mantengo firme a mi palabra de que los quemen vivos.

No sabía si existía un cielo o un infierno, y tampoco le importaba a donde fuera enviado. Porque era consciente de que hoy ardían ellos, y quizá mañana él, por ello haría lo que quisiera en este momento. Y en este momento, solo deseaba arrebatarle todo lo que amaba y tenía, al límite que ella fuera a él y le suplicara por el perdón de rodillas. Porque para aquellas personas que habían tenido todo en la vida, quedarse sin nada, era lo que más dolía. 

NOTA DE AUTOR:

Ok, lo admito, este hombre es alguien despiadado, se me está pasando la mano.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora