🖤CAPÍTULO 24🖤

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—Oye, sé qué te pasaste de copas anoche, y que tu estómago parece un volcán a punto de hacer erupción, pero come un poco, si no te sentirás peor más tarde —dijo Gali.

La verdad es que no era la resaca la que disminuía su apetito, sino el estrés generado por el pago del asilo, que estaba cada vez más cerca, al igual que su revisión médica. Y la idea de conseguir un segundo trabajo era tentadora, en vez de pedirle dinero a su hermano, quien sabía que apenas lograba sobrevivir con lo que generaba, al pagar las deudas de su padre.

Porque, aunque su padre nunca fue el mejor, tuvieron una madre excelente que los supo criar y educar bien en tan poco tiempo, como brindo su sabiduría a ellos. Y gracias a todo eso, era que cuidaban de su padre y no vivían odiando y guardando rencor.

—Oye, nunca te has preguntado si el señor Beck tiene casa —cambia de tema Gali, al ver pasar a la jueza Asher por su lado y tomar asiento en la mesa privada del señor Beck.

Claro, estaba que se había quedado de ver con el señor Beck.

—No pienso en cosas que no me importan —murmura con desánimo.

—Ya, pero, es que es muy extraño que siempre se la pase aquí.

—Quizá solo le gusta coger diario para liberar el estrés, y prefiera hacerlo aquí para respetar su casa, si no es nada serio —menciona con desánimo—. Pero no deberías pensar en ello, o tener curiosidad sobre su vida, sé que te gusta, pero él no merece que te desvivas por él.

—Aun así, es extraño —dice Gali, al saber que su familia era agradable, y nunca se metían en escándalos, claro, excepto por la oveja negra, su abuela, la cual estaba en un psiquiátrico.

Dahlia miró a Gali con cansancio. Estaba cansada de que todos hablaran del señor Beck, como si fuera el mejor tema de conversación, o lo único interesante de que hablar.

—Gali, no te ofendas, pero lo que pase o no en la vida del señor Beck, me importa un comido. Por mí puede cogerse a medio mundo, vivir bajo un puente, no me interesa.

—Es bueno saber eso —escucho decir a su espalda.

Dahlia se tensó ante su voz y miró a Gali, por no advertirle que estaba detrás de ella cuanto dijo eso. Dahlia se puso de pie, e hizo frente.

—Lamento mi vocabulario, no volveré a expresarme así de usted —dijo sincera. Ya no quería problemas con él, porque no valía la pena gastar sus energías. Aparte que ahora que tenía empleo, corría el riesgo de que de nuevo interviniera para que la despidieran.

No era miedo, tampoco respeto, solo supervivencia y adaptación a su nuevo entorno.

—No parece arrepentida —mencionó.

—Lo estoy —aseguró Dahlia.

—Si es así, porque me mira a los ojos y no el suelo.

—Porque la disculpa es para usted, no al suelo —dice, como si fuera lo más obvio del mundo, pero Brayan lucio más irritado porque a Gali se le escapó una pequeña risa.

—Sabe señorita Olivares, para la edad que tiene es muy infantil e irritante —dijo, para seguido avanzar a su mesa, en donde se encontraba la jueza Asher en su espera.

Dahlia miró a Gali.

—¿Por qué te reíste? —preguntó y Gali solo unió sus manos en señal de disculpa.

Soltando un suspiro, se sentó, preguntándose por qué todo le salía mal al regresar a esta ciudad, cuando se supone que su vida debía mejorar. Quizá la razón era el señor Beck, y la mejor opción era mantenerse alejada de él.

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Cuando Brayan se colocó frente a ella, quiso preguntar quién era esa mujer con la que se detuvo a conversar, porque no era la primera vez que notaba el interés del señor Beck sobre ella, y eso la ponía nerviosa. Pero en vez de hacerlo, le dedico una sonrisa y llamo al mesero, quien se acercó de inmediato.

—Buenos días, señor Beck. Buenos días, jueza, ¿Qué van a desayunar hoy? —pregunta el mesero.

—Lo mismo de siempre —contestó Brayan.

—Puedes encender el televisor, ¿por favor? —ordenó con amabilidad Asher al mesero.

Al señor Beck no le gustaba que encendieran el televisor mientras comía, por lo que el joven volteo a verlo. Quien afirmo con un asentimiento de cabeza.

—Claro —dijo el chico, sonriéndole a la jueza.

Cuando quedaron solo de nuevo, Asher centro su atención en Brayan.

—Ya he hecho lo que me ordeno, así que, en este momento, debe de estar siendo transmitido en todos los canales de noticas, como mencionado en redes sociales.

Brayan miró el televisor cuando se iluminó y escucho con atención el informe del caso, para seguido dejar viajar la mirada a los presentes, quienes escuchaban atento la noticia. Lucían horrorizados, pero con la llama viva en sus ojos de justicia.

Imaginar la cara de mamá Darling, viendo como su única hija era acusada de todos los crímenes que ella había cometido, le dio satisfacción.

Mamá Darling no debió desafiarlo, no cuando él fue el que le compartió el secreto de como volver loco a un humano que ha tenido todo, un método que supo utilizar bien con Chiperi, y que ahora esté con su ayuda lo utilizaba en ella.

Darling fue una gran aliada, pero se volvió demasiado avariciosa, y la avaricia es un pecado, que a veces tiene que ser pagado con la sangre y vida de quien más amas.

Aunque la muerte premeditada de esa chica no solo era el castigo que le ponía a Darling, también era el mensaje que le enviaba a aquel que la puso en su contra, para intentar usurpar su lugar.

Él era Brayan Beck, y Evork su ciudad, y si alguien iba a caer, definitivamente no iba a ser él.

—Jueza —Brayan la llamó.

Pero en vez de encontrarse con su mirada, desvía su atención al celular de Brayan sobre la mesa, en donde aparece un mensaje en la pantalla que la incomodo.

¿Qué función tiene los condones de sabores?

Brayan siguió la vista de la jueza y tomó el celular, abriendo el mensaje.

—No sabía que la relación que tiene con su madre fuera así de cercana —dijo Asher, bebiendo un poco de agua.

—No la tenemos —expuso, dirigiendo la mirada hacia la mesa en donde se encontraba Dahlia, seguro que ella estaba detrás del mensaje de su madre.

NOTA DE AUTOR:

Hola brujas, he leído algunos de sus mensajes y comentarios que dicen que no entienden que quiere el señor Beck de Dahalia, y déjenme decirles que al parecer he escondido bien las vistas, porque les he dado muchas. Una en especial, que les da entender todo, pero no desesperen, la primera parte terminan en el capítulo 30, y pronto sabrán por qué Brayan está jodiendo tanto la vida de Dahlia.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Where stories live. Discover now