BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐

🖤CAPÍTULO 18🖤

El día hoy era un caos, personas moviéndose de un lado a otro, trayendo y llevándose cosas. Tenía una semana trabajando en una empresa de eventos, gracias a Gali, quien le había ayudado a conseguirlo, y esta era la primera fiesta importante que tenía que organizar, no conocía bien los detalles, pero se trataba de un ministro, por lo tanto, todo tenía que lucir elegante y perfecto.

—Me debes un favor por esto —dijo Liv, acercándose a su hermana, sobándose el hombro izquierdo, y el cabello oscuro ligeramente húmedo a causa del sudor.

No era de las que pedían favores, pero al quedarle mal algunos del staff, tuvo que llamarle a él y su cuñado para que la ayudaran.

—Lo sé, juro que te pagaré con tu comida favorita.

—Prefiero que lo hagas invitándome a la fiesta —dice Liv, mirado con fascinación el lugar.

—No puedo invitarte a una fiesta en donde ni siquiera yo he sido invitada —menciona.

—Vamos, no seas así conmigo, es una fiesta de ricos, siempre he tenido curiosidad de saber cómo se divierten.

—Se divierten igual que el resto de las personas —comenta Maki, uniéndose a ellos, limpiando sus manos en sus pantalones—, pero por lo usual, este tipo de fiestas tienden a ser aburridas.

—Has escuchado la voz de la experiencia, será aburrida, así que no pierdas tiempo rogando por una invitación —dice Dahlia.

Liv la mira rendido, pero se recupera rápidamente y mira a su esposo.

—Por cierto, Maki, escuche por el staff que en la lista de invitados están tus padres, quizá...

—Tengo más de cinco años que no hablo con ellos, quizá sea mejor que dejes de insistir Liv, para evitar situaciones incómodas.

Liv amaba tanto a Maki, que lo que más deseaba es que se reconciliara con sus padres, a los cuales extrañaba, aunque no lo admitiera, al guardarles rencor por correrlo de su casa al conocer su orientación sexual. Al ser su padre exageradamente homofóbico, y su madre no intervenir por él.

—Has ido a ver al viejo —pregunta Liv a Dahlia, intentando cambiar el tema, al notar la tristeza invadir el rostro de su amado.

—Sí, también deberías ir a verlo, aunque no lo dice, sé que tiene ganas de verte —responde, sin dejar de mirar que coloquen bien las decoraciones en el techo.

—Lo sé, no puede vivir sin mí —bromea.

—Deberías venir con nosotros Maki —propone Dahlia, sacándolo de sus pensamientos.

—Gracias, pero los únicos que aguantan a su padre son ustedes y las personas de Hope.

Liv y ella sonrieron, porque sabían que tenía razón.

—Por cierto, escuche por algunos del staff que Brayan fue invitado, y ha confirmado su asistencia, por lo usual él evita este tipo de eventos, así que el cumpleañero debe ser un buen amigo de él. ¿Ya sabes quien es? —pregunto el castaño de ojos verdes con curiosidad.

Liv rodó los ojos ante la mención de aquel hombre, y la curiosidad de su esposo.

—No, solo que es un ministro. Por cierto, Maki, ¿Cómo fue que conociste al señor Beck?

—Crecimos juntos, porque mi padre es abogado del suyo —responde Maki.

—Y de casualidad no sabes si sufrió algún trauma, ya sabes, descubrió siendo infiel a sus padres, lo golpeaban, es adoptado o algo por estilo.

El señor Beck era un hombre extraño, y sospechaba que su comportamiento podría venir de algún trauma. No buscaba justificar sus acciones, solo entenderlo.