🖤CAPÍTULO 13🖤

404 55 5
                                    

Brayan se puso de pie, al verla entrar al restaurante y dirigirse a él. Luciendo un elegante y reservado vestido blanco que marcaba todas sus curvas, pero sin resultar revelador. Algo tan propio de la hija del presidente.

—Señor Beck, un gusto verlo de nuevo —la pelirroja le ofreció su mano.

En la información que había recibido, se mencionaba que estaba comprometida, más no llevaba el anillo en ese momento, como aquella primera ocasión en la que cruzaron caminos.

—El gusto es mío, señorita Flores —toma su mano, y besa, algo que la pone nerviosa y roba el aire, ante el roce de sus labios en su piel. Brayan le dedica una sonrisa—. Permíteme —recorre la silla, para ayudarla a sentarse.

—Gracias —la mujer sonríe.

En ese momento, la puerta se abre y entra un mesero con varios platillos, los cuales coloca en la mesa.

—Espero que no le importe que me haya tomado el atrevimiento de ordenar sus platillos favoritos —dice Brayan, tomando lugar frente a ella en la mesa.

Francia miró con fascinación los platillos, porque eran justamente los platillos que más amaba comer. Ni siquiera Lars era consciente de sus comidas favoritas, a pesar de crecer juntos y decírselo, pero el hombre frente a ella se había tomado la molestia de investigar, un detalle que jamás olvidaría e hizo sentir especial.

—Claro que no —dice—, pero ahora me siento en deuda con usted, se supone que yo debía pagarle el desastre que hizo Dahlia, no usted invitarme una comida.

—Está bien, ya no importa, solo fue un accidente, Francia. —Ella lo mira—. No le molesta que la llame por su nombre, ¿verdad?

—No, me gusta que lo haga, me hace sentir que somos cercanos —sonríe.

—Lo seremos —le devuelve la sonrisa.

🖤🖤🖤

Su cabeza palpitaba, y sus ojos pesaban, pero aún no había terminado de hacer el informe semanal que le había solicitado Gali, por lo que decidió ir por una taza de café. Sobándose el cuello, salió de la oficina y dirigió al elevador, el cual llamo, y espero con tranquilidad, una que se transformó en sorpresa, cuando se abrió y revelo una pareja, que se besaban con pasión, dispuestos a entregarse uno al otro.

Aclarándose la garganta, llamó la atención de la pareja.

—Si no les importa, necesito el elevador —menciona.

—Dahlia —Francia salió del elevador y acerco a ella.

—No me interesa nada más que la privacidad del cliente —se apresura a decir, para seguido rodearla y entra al elevador—. Mi destino es el primer piso, ¿desea ir también ahí? —pregunta, al ver que el señor Beck no sale del elevador.

Sin decir nada, Brayan se inclinó y oprimió el botón del primer piso. La puerta se cerró, dejando a Francia en el pasillo.

Sin decir nada, Brayan oculta sus manos en los bolsillos de su pantalón, contemplando el reflejo de Dahlia en el metal.

—Desea preguntar algo, señor Beck, o cuál es la razón de que me mire con tanta curiosidad —se atreve a preguntar, volteándolo a ver.

—Sí, me gustaría saber que tan inteligente es, o cuanta avaricia puede tener.

Dahlia desvía la mirada de él y sonrió con ironía.

—Las personas como usted creen que pueden comprar todo con dinero, ¿no?

—En esta vida todo tiene un precio, incluso el silencio —da un paso hacia ella, mostrándole lo imponente que puede ser.

Sin mostrarse atemorizada, da un paso a él, acortando la distancia entre ambos.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora