🖤CAPÍTULO 47🖤

242 37 1
                                    

Su cabeza dolía al límite de palpitar, por dormir por breves momentos en la noche, al ser despertada por pesadillas en donde veía a sus seres queridos muertos. Sin mencionar lo difícil que era conciliar el sueño de nuevo, al preguntarse como obtendría información relevante de Brayan que le sirviera a mamá Darling sin que Viktor se diera cuenta. Pues era quien se encargaba de todo lo relacionado con Brayan, incluso aquella información oculta entre las sombras.

Cuando Viktor se detuvo frente Halach Uinic, bajo y observó lo imponente que era al igual que su dueño, y los secretos que debía desvelar y entregar a mamá Darling.

Avanzó hacia el edificio, sintiendo un pesar en sus piernas y con el ritmo cardiaco acelerado, el cual marcaba un aparato inteligente que se había puesto por recomendación del doctor para que monitoreara sus latidos.

Al entrar al edificio, todas las miradas se colocaron sobre ella, mientras sus tacones resuenan contra el brillante piso de mármol.

Había sido ingenua, muy ingenua al creer que estar a lado de Brayan su vida cambiaria, que por fin obtendría paz y seguridad. Una ingenuidad creada de esperanza que le fue arrebata tan bruscamente que sentía las ganas de escapar, como si tuviera una bolsa en su rostro que amenazaba en asfixiarla, y si no buscaba la manera de quitársela terminaría muerta.

Al introducirse al elevador, se sujetó del tubo a su espalda e intento respirar. Sentía que no podía con esto, la presión que ejercía en ella el hecho de que en sus manos y acciones estaban las vidas de sus seres queridos era demasiada. Pero al llegar al último piso se recompuso y fingió estar bien, avanzando hacia la recepcionista, que al verla mostró sorpresa.

—El señor Beck la espera —dijo, sin ser capaz de mirar su atuendo.

Dahlia se dirigió a la puerta y al abrirla se acercó Brayan, quien se encontraba firmando los documentos de compra de los terrenos de los barrios bajos.

—Buenos días, Brayan —saludo, pero Brayan ni siquiera le respondió y miró—¿Quieres que te traiga una canela? —preguntó, para atraer su atención.

—Sí —fue su única repuesta, pero no la miró.

Agobiada, se atrevió hacer la siguiente pregunta, para tener su atención sobre ella.

—¿Tienes una relación sentimental con Viktor?

Brayan por fin levantó la mirada, y contempló de pies a cabeza. El día de hoy Dahlia no traía el vestido blanco y saco que era parte de su uniforme, sino un pantalón y saco rojo con tacones a juego.

—¿Por no trae su uniforme? —preguntó Brayan.

—El rojo me sienta mejor —justifico.

—Es una regla traer el uniforme.

—Las reglas fueron hechas para romperse —le sonrió con burla—. Pero si te molesta puedes despedirme —dijo, y deseo que fuera así, que la despidiera en ese momento y así Darling dejarla en paz, pero la mirada de Brayan solo mostró molestia—. Pero como veo que no es así, iré a traerte tu canela —dejo su bolso en su escritorio y salió de la oficina.

Su plan era fastidiarlo, comportándose desafiante e infantil, y esperaba que fuera suficiente para mantener su atención en ella.

Mientras preparaba la canela, revisó su buzón, y encontrando dos mensajes, uno de Gali, quien le preguntaba por qué se mudaría, y el otro de Kari, que le seguía haciendo berrinche por no salir a beber con ella o siquiera ir a comer, y la razón de crear distancia de ellas era las mismas, ya que mientras más alejada las mantuviera, estarían más seguras.

Cuando la puerta se abrió, guardo su celular y miró a Rocío, quien no mostró sorpresa de su atuendo, como si alguien ya le hubiera informado de ello.

—Buenos días, hoy te ves muy bien —dijo.

Dahlia sonrió, porque era claro que estaba en busca de información que compartir con sus colegas.

—Gracias. A Brayan también le encanto mi atuendo.

—¿En serio?

—Sí, me dijo que podía dejar de traer el blanco. Él en verdad es muy bueno conmigo, hasta me dice que le tute. —La mujer parecía estar cerca de desfallecer—. Supongo que es porque le caigo muy bien a sus padres y hermana. Ellos también son muy encantadores. ¿Alguna vez has ido a su casa?, es hermosa, te hace desear vivir en ella y nunca salir —agregó.

Antes había evitado a toda costa que lo relacionaran con él, y ahora se veía obligada a hacerle creer a todos que tenían algo, la vida era una ironía.

—Nos vemos luego —tomó la canela de Brayan y regreso a la oficina todas las miradas sobre ella.

Al llegar toco dos veces la puerta para seguido entrar, encontrando a Viktor sosteniendo un traje blanco.

Distraer a Brayan no era el único objetivo, también Viktor, porque mientras ambos estuvieran distraídos, mamá Darling podría llevar a cabo con más rapidez lo que sea que tenga entre manos.

—Aquí tienes —dejó la canela sobre la mesa—, lo hice con mucho amor, espero le guste —sonrió.

Brayan y Viktor la miraron como si estuviera loca.

—Cambie su uniforme —Viktor le ofreció el traje.

— No lo haré —desafió—. Me gusta lo que traigo hoy.

—No se te pregunto, si no ordeno —dijo Viktor con dureza.

En ese momento el celular de Dahlia comenzó a sonar.

—Oh, si me disculpan, tengo que alistar la sala de reuniones de las nueve —giró en sus talones y salió de la habitación, ignorando la orden.

Viktor regreso su atención a Brayan, que a pesar de que Dahlia ya no estaba en la habitación, mantenía su mirada fija en la puerta.

—¿Quiere que la obligue? —preguntó Viktor.

—No, solo investiga si se ha reunido con mi madre —regresó su atención en los documentos que firmaba.

—Si señor. Y con respeto a lo de Martínez, ya recibí el correo, parece que su hermana no es la única mujer que ha agredido, tiene un largo historia de violencia. Algunas denunciaron y otras fueron calladas.

—Ponte en contacto con cada una de ellas, más tarde te indicaré lo que debes hacer.

—Si señor.

—Ahora ve a ayudar a Olivares con la preparación para la junta —ordenó.

Viktor inclinó su cabeza y salió de la habitación.

Brayan continuó firmando los documentos de propiedad, y con su mano libre tomó su celular y llamó a su hermana.

—Hola hermanito, y ese milagro que me hablas, ¿es acaso que me extrañas? —preguntó con voz infantil y dulce.

—Necesito que hagas algo —dijo—. Si lo haces bien, te devolveré tus tarjetas.

🖤🖤🖤

Salazar no podía creer lo que el correo frente a él revelaba. Pues pensó que le sería enviado cualquier hecho comprometedor, pero en vez de eso recibió información que Brayan había obtenido sobre London, ninguna que pusiera en riesgo la integridad de esta, por suerte, pero si Brayan estaba interesado en el edificio, buscaría una manera de hacerlo caer, y existían muchas razones ahora que el cargo había sido tomado por Justin Corales, quien no dejaba de causar líos que él tenía que cubrir.

Recargándose en su silla, pensó de qué manera podía utilizar esto para perjudicarlo a través de los medios.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Where stories live. Discover now