🖤CAPÍTULO 15🖤

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Sus miradas estaban conectadas, y ninguno parecida tener la intención de romper la conexión, como si hacerlo significara ceder al otro. Brayan, sin apartar la mirada, dejo la taza que sostenía entre sus manos sobre la mesa y puso de pie. Por un momento, Dahlia pensó que se detendría frente a ella, pero justo cuando pasaba por su costado, desvió la mirada y continúo avanzando hacia la salida.

—Lamento lo de anoche —dice Gali, llamando su atención— no es tu trabajo, no debiste pasar por algo tan incómodo.

—Está bien, vivo de momentos incómodos —sonríe, mientras se sirve una taza de café, sin dejar de pensar en la forma que la miraba el señor Beck.

Algo estaba planeando, podía asegurarlo, no porque fuera capaz de leer la mente, o su sexto sentido se lo manifestara, sino que podía identificar a la perfección este tipo de miradas, al haber sido expuesta tantas veces ante ella.

—Pero, no vuelvas a intervenir en una situación así —pide—, el señor Maicol se molestó mucho por ello, y reprimió mi descuido, sé que no hiciste nada malo —agrega rápidamente, al ver la cara de Dahlia—, solo querías ayudar, pero el señor Beck dijo que te dirigiste de manera poco apropiada al cliente, como hiciste preguntas imprudentes a él.

Dahlia, no pudo ocultar una sonrisa llena de ironía.

—Eso...

—Dahlia —interrumpe Gali— sea que eres nueva en la ciudad y no conoces bien las reglas, y eso ha hecho que digas o actúes de manera incorrecta con él, pero, no intentes contradecir su palabra, porque él es Brayan Beck, Dahlia, debes ceder ante él si quieres tener una buena vida en esta ciudad.

—Entiendo, no volverá a suceder, seguiré tu consejo —dice.

—No es un consejo Dahlia, es una advertencia —menciona—. Me agradas, y no me gustaría que la pasaras mal.

Al parecer, todos conocían la verdadera cara del señor Beck en este lugar, o al menos, conocían la mitad.

Ante el sonido vibrante de su celular, aparto la mirada de ella y puso de pie para contestar.

—Disculpa, debo tomar la llamada.

Contesto la llamada mientras avanzaba a la puerta que la guiaría al jardín, que mostraba a unos metros el mar.

—Buenos días, ¿paso algo con mi padre? —pregunta, al ver que era una llamada del asilo.

—No, todo está bien con el señor Olivares. Solo marcaba para informarle que debe hacer el pago de este mes.

—Disculpe, señorita Olivares —llama un joven a su lado— el señor Beck quiere hablar con usted —señala una mesa a la distancia, en donde Brayan la está observando.

—En un momento iré —dice, alejándose del joven para centrar su atención en la llamada—. Disculpé, pero yo hice el pago de este mes, como es que no ha sido registrado.

—Se registró un pago, pero incompleto, señorita.

—¿Qué quiere decir con incompleto?, estoy segura de que hice el depósito de cuatro mil.

Hubo un breve silencio al otro lado de la línea.

—El depósito debe ser de seis mil, señorita, ¿Qué acaso no fue informada del aumento del hospedaje y servicio? —Preguntó la joven—. Hubo una junta hace dos meses para informarles las razones.

—Me enteré de la junta, pero no pude asistir porque estaba hospitalizada, pero creí que mi hermano se presentaría, pero veo que no fue así —agrega.

Mataría a Liv, por decirle que fue a la junta, y no dijeron nada importante, al menos no sobre cosas que no hayan dicho antes.

—Si desea, señorita Olivares, dado a lo sucedido, puedo adjuntar la cuota restante en el próximo pago.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora