🖤CAPÍTULO 35🖤

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Las lágrimas brotaban con intensidad de los ojos de mamá Darling, mientras tiraba de sus piernas y manos, como cabeza, pero estaba sujeta a una silla de metal que la obligaba a mantener su cuerpo inmóvil, frente a un televisor que proyectaba las torturas que le estaban causando a su única hija, la cual sollozaba y gritaba, mientras la sangre se deslizaba por su piel. Debía protegerla, detener su dolor. Sin poder soportarlo, cerro los ojos, pero el sonido que producía la televisión era capaz de crear la escena en su cabeza. No tenía escape, porque ni siquiera podía dormir, ante la constante droga que le inyectaban para mantenerla despierta.

Una risa se hizo escuchar, y una mano fuerte se posicionó en su hombro.

—¿Qué pasa Darling?, es tan despiadado ver lo que tú le hiciste a otras personas en tu hija —se burla Chiperi.

Darling no le dio repuesta, su garganta ardía ante la sequedad provocada por sus gritos tanto ofensivos como de súplica, para que dejaran de torturar a su hija.

Soltando un suspiro, se inclinó hacia ella.

—Vamos Darling, resiste un poco más, pronto el dolor de tu hija va a terminar, y podrás reunirte con ella. —Sonríe—. Bueno, con su cadáver —agrega.

—Te traicionará, como me traiciono a mí —murmuró, sintiendo las palabras raspar su garganta.

Chiperi rio.

—No, Darling, tú lo traicionaste a él, y es por eso por lo que te está castigando. —Se alejó de ella—. Te metiste con el tipo equivocado Darling, solo a ti se te ocurrió apuñalar al señor Beck, conociendo su historial de víctimas —dijo durante su recorrido a la puerta—. Manténgala vigilada —ordeno a sus hombres—. Tengo una reunión que atender.

Al salir, se encontró con Viktor, esperando por él.

—Vaya, parece que al señor Beck le gusta la puntualidad —dijo divertido, mientras Viktor le abría la puerta para que entrara al auto.

Viktor al ver que dos hombres se le unían, los detuvo.

—Solo irá él —ordenó.

Chiperi miró a Viktor y seguido a sus hombres.

—Está bien, solo es una reunión, nos vemos en unas horas, mantengan bien vigilado el entorno, ella no es de confiar, y su aliado lo sabe, así que vendrá por ella.

—Si señor.

Viktor cerró la puerta del auto y lo encendió, saliendo del área.

—¿A dónde iremos? —preguntó a Viktor.

—Aun lugar tranquilo y seguro —fueron sus únicas palabras.

—Un lugar seguro —se burló Chiperi—. En este mundo no hay lugar seguro, y eso lo sabe muy bien tu amo —agregó—. Así que dime a donde mierdas me llevas.

En vez de darle una repuesta, Viktor se dispuso a subir la ventanilla que dividía la parte delantera de la trasera. Por lo usual solía ser amable, pero Chiperí le resultaba un ser bastante irritable, siempre haciendo preguntas, y viéndolo para abajo, como si fuera más que él. Ni siquiera el señor Beck hacía eso con él, porque dejaría que una alimaña de basurero como Chiperí lo mirara de tal manera.

🖤🖤🖤

Sus dedos golpeaban el escritorio, mientras contemplaba la fotografía de Dahlia en la pantalla de su computadora, quien estaba muy cerca de Brayan.

El señor Beck nunca se interesaba en alguien, al menos que necesitara algo de ellos, siempre ha sido así, por ello, era curioso saber que le podía brindar una prostituta como Dahlia, pues el sexo barato no era lo suyo.

Apartó la mirada de la pantalla ante la vibración de su móvil, que revelaba la dirección y número de contacto de Dahlia. Podía ir él mismo a buscarla, pero eso arruinaría su plan, así que conocía perfectamente quien podía utilizar esta información a su favor, para beneficiarse de ello. Pues Dahlia era la mejor de las herramientas en este momento.

El sonido de la puerta ser tocada, hizo que dejara viajar su mirada a ella. Revelando a un hombre de ojos oscuros.

—La hemos ubicado. Llevaremos a cabo el rescate —dije el hombre calvo.

Su única repuesta fue una sonrisa.

Brayan creía que podía controlar la situación, pero estaba equivocado, y era hora de hacerle ver que su reinado ha terminado.

Incluso había perdido su perspicacia, volviéndose descuidado, pues, aunque parecía buscarlo hasta debajo de la más minúscula piedra, estaba más cerca de lo que pensaba. Tanto, que respiraban el mismo aire, y estrechaban sus manos.

🖤🖤🖤

Dahlia esperaba en la parada de autobús con impaciencia, ante el agotador día, cuando un auto se detuvo frente a ella. Los presentes miraron con interés el conductor, al igual que ella.

William se salió del auto y acerco a ella.

—Cenemos juntos esta noche.

No había sido una propuesta, menos pregunta, sino una orden, porque la tomó del brazo e hizo entrar al auto, sin darle oportunidad de negarse.

A Dahlia no le desagradable William, su pasado tampoco la incomodaba, pero el hecho de cenar juntos de manera tan repentina le inquietaba un poco.

—¿A dónde vamos? —preguntó Dahlia.

—Em, es una sorpresa —le dedicó una sonrisa.

Dahlia estaba por cuestionarlo, cuando el celular de William comenzó a sonar con insistencia, mientras él rechazaba cada una de las llamadas. Cuando el celular vibro por quinta vez, Dahlia miró la pantalla con interés, viendo que el contacto era alguien registrado como J.A.

—Parece importante, quizá debas detenerte y contestar —propuso Dahlia.

—No, puede esperar yo... —calló ante la notificación de un mensaje que reveló una dirección. Que lo hizo apresurarse a tomar el móvil del sostenedor, para que no viera el mensaje—. Lo apagaré —dijo.

Dahlia observo con sospecha a William. Tenía tiempo que no se habían visto, ambos habían madurado mental y físicamente, pero, aun así, sabía que él se ponía nervioso cuando ocultaba algo y sentía que estaba por ser descubierto o se veía obligado a llevar a cabo algo que le resultaba desagradable.

—¿Qué te parece si escuchamos algo de música? —preguntó.

—Claro —dice Dahlia, para seguido dirigir su atención a su celular, que marcaba las 5:30 p.m.

Era muy temprano para cenar, ¿William era consciente de ello?

NOTA DE AUTOR:

Um, ¿quién será la persona que quiere hacer caer a Brayan?, ¿y cuáles con las verdaderas intenciones de William?

PD. Esta parte se va a poner interesante, ¿ya tienen a su sospechoso?

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora