🖤 CAPÍTULO 50🖤

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ADVERTENCIA

Este capítulo contiene algunas escenas perturbadoras.

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Su corazón golpeaba con fuerza su pecho mientras avanzaba por la densa lluvia con un paraguas entre sus manos, el cual sujetaba con fuerza. Desde que cerró el local, se percató que alguien al otro lado de la calle la observaba, pero le resto importancia dado que la ciudad siempre había sido segura, así que solo creyó que era un cliente que no logró llegar a tiempo a comprar su cena, pero cuando iba a una cuadra se dio cuenta de que el individuo la seguía, y sus pisadas se volvían cada vez más precipitadas como las de ella al intentar perderlo de vista.

Al llegar a la esquina se preparó para correr y escapar del aquel psicópata que deseaba con inquietud hacerle daño. Convirtiendo sus más locas y macabras fantasías reales en ella.

Deteniéndose, se ocultó detrás de la pared de un local, temblando de pies a cabeza. Hoy era uno de esos tantos días que se arrepentía de sus decisiones, como por qué no haber estudiado más para el examen de matemáticas, del porqué se comió aquel pastel de chocolate el domingo que la hizo perder la dieta. Y ahora, por qué había decidido cambiarle el turno a su compañera.

Al asomarse a la calle, contempló la soledad de esta, por lo que salió de su escondite. Soltó un suspiro y se dispuso a continua el recorrido a su casa con más tranquilidad. Se sentía estúpida ante su paranoia de que alguien la seguía en una ciudad tan segura. Pero al sentir una mano sujetarla con fuerza del cabello y seguido un brazo rodear su cuello, se dio cuenta de que no exageraba. Quiso gritar, suplicar por su vida, pero su nariz y boca fue cubierta por un trapo impregnado de un aroma putrefacto que la hizo perder fuerza en su cuerpo.

Estrella abrió los ojos, esperando que todo solo fuera un terrible sueño, pero se encontró amordazada sobre un colchón en el suelo y un lugar desconocido que olía humedad. Asustada, miró aquel entorno desconocido que parecía un almacén, mientras de sus ojos comenzaban a brotar lágrimas. Solo tenía 20 años, su mamá la espera en casa con su hermana, no quería morir de aquella manera

—Parece que tuviste un dulce sueño —dijo el hombre, quien se encontraba sentado sobre una cubeta, con las cosas de su mochila vaciadas en el suelo a su costado, mientras le daba un trozo de pan a un grupo de ratas que se adjuntaba en sus pies.

Estrella se pegó contra la pared, atemorizada por aquel hombre con apariencia descuidada y mirada siniestra.

—Crees en el destino Estrella —le preguntó, y el escuchar su nombre salir de la boca de aquel hombre la hizo temblar—. Yo no, hasta esa noche que tú te cruzaste en mi camino cuando iba por alguien más. Porque al parecer nada nunca es a lazar, aunque si lo parezca —se inclinó y tomó una rata—. Estabas destinada a que te tomara, como a esta rata —le corto la cabeza con rapidez, salpicando de sangre su rostro.

Estrella se pegó más contra la pared horrorizada y comenzó a llorar con intensidad.

Él rio e inclino hacia ella.

—El destino de esta rata, al igual que el tuyo, es morir entre mis manos, ¿no crees que eso es maravilloso? —preguntó, mientras la chica se encogía intimidada.

Él lanzó la rata al suelo y provocó que las otras salieran corriendo. Avanzó hacia ella y subió sobre el colchón, sujetando su rostro con fuerza.

—Sh, sh —acaricio su rostro, manchándolo de la sangre—. Tranquila, aún no morirás, primero quiero jugar contigo —con una sonrisa, deslizo su mano sobre una de sus piernas—. Te va a gustar, lo prometo.

BRAYAN BECK (TEMPORADA I y II)⭐Where stories live. Discover now