Cumpleaños parte 2

1.6K 109 58
                                    

Perdón por la tardanza, pero aquí está el nuevo capítulo.

Capítulo anterior

—¿Dónde está Cielo? —cuestionó Zephyr llorosa, al notar que no estaba el objeto que le había hecho daño a su madre.

—¿Qué cosa?

—El arma de mi abuela, mamá se lo había puesto.

Toothless no comprendió lo que decía, pero al revisar ambos costados del rostro de la hechicera no vio nada, estaba completamente intacta.

¿Qué era lo que había pasado?

Capítulo 57

.

Cumpleaños

parte 2

.

En alguna parte de Berk...

—No, no me gusta, vayamos a otro lugar.

—Ah, Hiccup. Si tan sólo me dijeras lo que estás buscando. —Se quejó un cansado Fishlegs.

—Ya te dije, es decir, la idea que tengo en mi cabeza, no quiero cualquier cosa que cualquier otra persona pudiera usar.

—Sí, sí... pero dando mi humilde opinión, creo que dejaste pasar muchos que eran bastante bonitos.

—Pero no como yo quería, así que andando... ¿Dónde está la siguiente tienda?

—Por allá. —señaló el rubio otra que quedaba a unos cuantos metros de donde se encontraban.

Ambos varones se encaminaron hacia la siguiente tienda y una vez que llegaron a esta, miraron primeramente por el llamativo aparador que tenía en exhibición toda clase de mercancía.

Hiccup miró con atención cada uno de los estantes, descartando rápidamente unas cosas y prestando especial atención a lo que buscaba y en especial a su diseño.

—No, no, no, no... —señaló cada uno de los objetos descartándolos por completo, cuando de repente a mitad de camino uno llamó su atención. Fishlegs lo notó.

—¿Qué? ¿Encontraste algo que te gustó?

El hechicero sonrió.

—No es como lo tenía mentalizado, pero creo que es lo más cercano a lo que estoy buscando.

—¿Quieres entrar a ver? —señaló Fishlegs la puerta de entrada.

Hiccup se reincorporó y asintió animado, pero apenas dando un paso para entrar su teléfono comenzó a sonar ruidosamente.

—Ah, dame un minuto. —pidió a su amigo mientras sacaba el aparato de su bolsillo.

Fishlegs sólo asintió y le dio la espalda para darle privacidad, mientras que Hiccup se apuró en contestar ya que el aparato marcaba el nombre de Astrid; rápidamente ideó qué decirle en el remoto caso de que le preguntara dónde se encontraba.

—Hola, cariño. ¿Qué pasó? —contestó con normalidad.

—¡Hiccup!

Se descolocó al escuchar la alarmada voz de su guía.

—¿Toothless? ¿Qué pasa? ¿Por qué...

Hiccup, escucha... tienes que volver no sé qué le pasó a Astrid.

Inmediatamente su corazón golpeteó su pecho con dolor y miles de cosas pasaron por su mente.

.

La maldición que nos une (TERMINADA)Where stories live. Discover now