La maldición que nos une (TERMINADA)

El primer amor nunca se olvida pt 2

Sorpresivamente ahora más temprano, sí, estoy sorprendida (0v0) /

Capítulo anterior.

—No te preocupes, yo tampoco me fijé por donde iba, lo siento... adiós. —le dio la espalda con la intención de irse, sin embargo...

—¡Espera!...

—¿Ahora qué? —se giró con molestia.

—Es que... tú rodilla...—señaló este hacia abajo.

La nadder miró a donde apuntaba y vio que su rodilla humana estaba sangrando, algo que de seguro le dejaría marcas en su forma de dragón, para acabarla de rematar.

—Demonios... este día no puede ser peor. —susurró para sí misma.

—Hay una farmacia cerca de aquí, si quieres te puedo ayudar a llegar... —se ofreció el extraño.

—¿Por qué? —preguntó Stormfly desconcertada, se le hacía raro que un extraño tuviera tanta atención con ella.

Y parecía que este estaba igual, pues se encogió de hombros sin saber qué responder, pero aun así se volvió a ofrecer para acompañarla a atenderse y de paso le hizo una invitación para tomar un café para disculparse.

Ella terminó aceptando, al fin y al cabo, como solía decir su amiga Astrid, no era nada del otro mundo.

Capítulo 38

El primer amor nunca se olvida.

Parte 2

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—¿A dónde se habrá ido Stormfly? —se preguntó Heather viendo a su alrededor.

Después del enfrentamiento entre las dos dragonas dentro de la tienda de ropa y que la nadder saliera, Astrid y Heather tuvieron que realizar primero el pago de todo lo que habían planeado llevarse, incluyendo la ropa que la nadder se había llevado puesta.

Astrid trató de manejar todo con tranquilidad para evitar problemas, pero Heather, así como Alúmini no pudieron evitar sentirse angustiadas por la actitud tomada por la dragona, la albina especialmente se sentía culpable, puesto que ese día se supone se había planeado para que todas se divirtieran, pero dado los sucesos todo resultó un fiasco.

—Todo es mi culpa, si tan sólo me hubiera disculpado desde hace días, tal vez lo mejor hubiera sido que yo no hubiera venido. —comentó la angustiada Alúmini. —Porque al fin y al cabo Stormfly tiene razón, a mi no me gustan estas cosas de humanos.

—No te preocupes, Stormfly estará bien... ya volverá. —consoló Astrid, pendiente de su alrededor, donde la gente iba y venía como una marea. —Tú eres lo que eres y no hay nada malo en eso. Stormfly es muy diferente a ti, y por ende piensa diferente, el que ambas sean dragonas no quiere decir que deban compartir los mismos gustos.

—Eso es cierto. —concordó Heather, atenta a la conversación. —Pero Astrid, te veo muy tranquila... ¿no te preocupa que Stormfly se pierda o le pase algo?

—Por supuesto que me preocupa. —respondió esta, apretando las bolsas de la mercancía que recién había comprado. —Pero la puedo sentir...

—¿Cómo...?

—La siento intranquila, pero ya no tan agitada, tal vez lo mejor sea darle su espacio, sé que si pasa algo buscará la forma de comunicarse.

—Espero tengas razón, tú eres quien mejor la conoce. —comentó la cabizbaja Alúmini.