El dilema

1.4K 99 37
                                    

Más vale tarde que nunca... eso espero.

Capítulo 61

El dilema

¡¿Dónde?! ¡¿Dónde estoy?!

Se preguntó una agitada voz en medio de la oscuridad.

Su agitado corazón era lo único que podía percibir, así como el acelerado ritmo de su respiración. Era una sensación horrible, le dolía. Sucumbiendo ante aquel dolor repentinamente se vio reavivado por una luz que apareció a lo lejos y que, en tan sólo un parpadeo, le cambió precipitadamente el escenario, la oscuridad se había ido y en su lugar apareció una ciudad que conocía muy bien.

Era Berk, pero había algo extraño. El cielo que cubría a la gran ciudad estaba teñido de rojo y todo debido a una gran sombra oscura que estaba cubriendo por completo al astro rey.

¿Un eclipse?

Pensó aquel que podía ver todo desde lo alto; sin embargo, aquello que podría confundirse con un fenómeno natural estaba muy lejos de ser eso, pues lo que en realidad cubría al sol era un enorme agujero negro.

"¡No los dejes!"

Escuchó de repente un grito que hizo eco a su alrededor.

Esa voz la conocía era de ella, su esposa...

—¡Aaaaastrid!

Al gritar aquel nombre, el que flotaba en las alturas repentinamente cayó súbitamente al vacío sin tener nada con que sostenerse ni nadie que lo ayudara.

.

.

.

Hiccup se levantó de la cama dando un grito ahogado.

El estómago, el corazón, la cabeza... todo le dolía. Le resultó extraño, la sensación de caída que había sentido en aquel sueño para nada se comparaba a la que sentía cuando se lanzaba del lomo de Toothless para hacer sus intrépidas acrobacias en el cielo, pero pronto cayó en cuenta de que la diferencia de experiencias radicaba en que su amigo en aquel sueño no había estado ni siquiera un poco cerca para atraparlo como en la vida real lo haría.

—pero fue sólo un sueño. —suspiró aliviado, pasando su mano por toda su sudorosa frente, algo que también lo extrañó, pues la habitación en donde se encontraba estaba lo suficientemente fresca como para que se encontrara en ese estado.

No cabía duda que aquel sueño había causado estragos en él, pero se sintió afortunado de ver que todo a su alrededor se encontraba normal, incluida ella.

A pesar de su sobresalto, Astrid no se había levantado, ni siquiera se había inmutado, seguía durmiendo plácidamente en su lado de la cama, dándole la espalda.

Hiccup sonrió, lo que menos quería era preocuparla con sus sueños extraños, así que volvió a echarse en la cama para seguir durmiendo, faltaban aún algunas horas para que amaneciera y quería aprovecharlas e incluso dormir hasta tarde pues oficialmente era su día de descanso.

Se acomodó en la cama, tratando de conciliar el sueño, pero al cerrar los ojos, nuevamente la visión de la ciudad rojiza lo hizo abrirlos de inmediato.

¿Un sueño o alguna clase de advertencia?

Comenzó a cuestionarse mientras veía con atención el techo; sin embargo, después de unos minutos, trató de convencerse de que era tan sólo un sueño y renegando por este, se giró en la cama y se juntó lo más que pudo a su esposa para abrazarla por detrás.

La maldición que nos une (TERMINADA)Where stories live. Discover now