Secretos del pasado pt 2 (Despedidas)

896 96 42
                                    

Capítulo anterior.

—Maldita sea... Astrid. — apresuró a Toothless para que se dirigiera a donde se podían apreciar los rayos caer.

"Por favor, resiste... ya voy"

Capítulo 84.1

Secretos del pasado.

Parte 2.

.

.

Hechicero y dragón, teniendo su destino previsto, calculaban que en pocos minutos llegarían a su destino; sin embargo, la abrupta intervención de 3 sombras misteriosas que se interpusieron en su camino hizo que los planos se vieran truncados.

El hechicero gruñó ante la intervención, viendo que se trataba de 3 hechiceros desconocidos, todos ocultos bajo unas enormes capuchas negras.

—Hiccup Haddock, si quieres llegar con nuestra ama, primero tendrás que pasar por nuestros cadáveres. —avisó uno de los encapuchados señalándolo para luego comenzar a atacarlo.

Hiccup y Toothless lo esquivaron rápidamente; sin embargo, se vieron en la necesidad de bajar a la superficie, ya que los otros dos también comenzaron a atacar.

Ya en el suelo, Hiccup bajó de Toothless, tomando posición de pelea junto con él, mientras que los otros hechiceros que parecían ser de un rango más alto por como peleaban también hicieron su formación frente a él.

—Parece que no queda de otra Toothless, tendremos que acabar con esos desgraciados primero.

El dragón concordó con él, gruñendo furioso, viendo de reojo como su amigo invocaba a sus dos infernos, pensando que sus enemigos se arrepentirían por haberse metido en su camino.

.

.

Centro de Berk.

—¿Qué quién soy yo?

La bruja alzó su vara hacia lo alto, y en la punta comenzó a formarse una masa de color negro que parecía también destellar rayos que eran de color blanco.

—¡YO SOY ADARA, LA BRUJA DE LAS DIMENSIONES!

Dando una risa burlona, la autoproclamada bruja de las dimensiones, lanzó con todo su ataque hacia la enfurecida Astrid, la cual ya preparada con una Sky rodeada por la electricidad intentó repelerla para evitar más daños en la ciudad y a cualquier persona que siguiera oculta en la cercanía.

El choque de poder contra Sky resonó como un trueno y los rayos que emanaba el arma se extendieron a varios kilómetros a su redonda y hasta el cielo. Con los dientes rechinantes, Astrid emanó más de su egni para envolver a esa pequeña masa que en apariencia no parecía ser gran cosa, pero que en definitiva le estaba costando deshacerse de ella.

—¡Ahhh ya!... ¡deshazte de una vez!

Ante su grito, su egni se extendió más y pronto envolvió a aquella masa que prontamente se redujo a la nada.

—Nada mal, no esperaba de menos de la hechicera de la destrucción. —observó la bruja con interés.

—¿Qué? ¿Ahora me llaman así a mí? —replicó Astrid con sarcasmo y un tanto sofocada, que esperaba que aquella tipa no notara o creía que perdería ventaja.

—Siente halagada niña, que te he otorgado un nombre interesante, o si no por mi podrías seguir siendo la estúpida segunda hija de los Hofferson, la familia más terca y estúpida del mundo oculto, sólo que por debajo de los Bludvist y por encima de los Haddock.

La maldición que nos une (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora