Sentimientos reprimidos.

1.7K 126 55
                                    

Capítulo anterior.

—¡Maldito! ¡Maldito! ¡Maldito! —siguió refunfuñando la insatisfecha Astrid, con un gran deseo de venganza.

—¡ASTRID! ¡NECESITO AYUDA!

Sin embargo, no había tiempo para berrinches, pensó entristecida al volver su vista hacia donde estaba el dragón humano y su querido e inconsciente Hiccup.

Conteniendo todas sus emociones, volvió a Sky a su interior, dio media vuelta y corrió para acudir con ellos, ignorando tanto al desmayado ayudante, así como a Dagur y a su compañero que, apenas llegando a la zona, avisaron rápida y alarmantemente a los demás que, elementos de su equipo, se encontraban heridos.

Capítulo 49.

.

.

Sentimientos reprimidos.

.

.

Las puertas de la sala de emergencia se abrieron abruptamente ante la llegada de una víctima de disparo y otra persona que se encontraba inconsciente. Tras las camillas que, eran empujadas por los paramédicos, corría una desesperada Astrid y un preocupado Dagur, sin embargo, a mitad de su recorrido ambos fueron interceptados por el personal del hospital quienes les pidieron retroceder cuando a Hiccup lo ingresaron a la sala de operaciones y a Skipy lo llevaban a otra área.

—Lo siento, pero no pueden pasar. —fue lo que les dijo la enfermera en turno, para después encaminarlos a la sala de espera.

Astrid se desesperó más, del bolsillo de su chaqueta salió el pequeño dragón Toothless, quien para confortarla se posó sobre su hombro y restregó su cabeza contra su mejilla, de alguna forma quería decirle que todo estaría bien, pero ni él mismo estaba seguro.

Después del incidente tanto Toothless como Astrid quisieron llevar a Hiccup por su propia cuenta al hospital, pero Dagur se los impidió y los convenció de que lo mejor era esperar por una ambulancia que ya había llamado. Afortunadamente, el campo en el que se encontraba se prestó para que acudiera una ambulancia aérea y en menos de 10 minutos un helicóptero arribó y se llevó a ambos heridos a Dagur y a su acompañante.

Astrid por otra parte, por sugerencia del detective se retiró de la escena junto con Toothless (no sin antes borrarle la memoria a Gustav) de tal manera que no se vieran implicados en un interrogatorio. De mala gana lo hizo y cubriendo con su magia sus manos y ropa ensangrentadas se fue detrás del helicóptero en compañía de Toothless.

Cuando finalmente llegaron al hospital, sólo se apresuró a donde llevaban a los heridos, tal cual una esposa, o en su caso, "novia" que recién había sido informada de los lamentables hechos.

—Tranquila Astrid, vas a ver que se repondrá. —le consoló Dagur.

Pero la cabizbaja hechicera no hacía más que inhalar y exhalar profundamente mientras que sus piernas no podían dejarse de mover con insistencia, al igual que sus manos que ya se encontraban pegajosas por la sangre.

—Ya vengo, quisiera lavarme —fue lo único que le respondió.

Y sin dar más explicaciones se levantó de su asiento en busca de un sanitario.

Toothless no se le despegó en ningún momento, conocía muy bien las explosivas emociones de la compañera de Stormfly, por lo que se mantuvo en su forma original para hacerle de su apoyo para cualquier cosa que necesitara.

Encontrando posteriormente un sanitario, ambos se encerraron para impedir que alguien más entrara, Toothless aprovechó el momento para transformarse y lavarse también mientras que Astrid comenzó a lavarse con insistencia las manos. Fue desesperante para ella el momento en que el agua que caía por debajo de sus manos se tornó roja y como si no quisiera que fuera así, se talló con más desesperación que casi parecía como si se quisiera arrancar la piel.

La maldición que nos une (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora