¿Guías o Sirvientes?

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Capítulo anterior.

—Si no te hubieras ido a pelear contra ese estúpido ese día, probablemente nada de esto estuviera pasando.

—¿De qué hablas?

—Ush... olvídalo, sólo te pido que seas responsable. Como tu guía, es lo que te puedo aconsejar. Ya no eres una niñita indefensa, eres la madre de dos niños, sólo piénsalo.

Astrid se estremeció con sus palabras y a pesar del consejo, no sintió mucho apoyo de su guía, no como alguna vez lo tuvo, cuando esta soportaba sus estupideces, y como le ardía la cabeza por toda la furia que se le había acumulado, optó por cortar ahí la conversación y volver a la habitación en donde dormía.

Ya no insistiría más, si no le podía dar gusto a nadie. ¿Para qué esforzarse?

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Capítulo 12.

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¿Guías o Sirvientes?

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Un nuevo día había llegado a la pequeña ciudad de Berk.

Con la salida del sol en el horizonte, los guías que, permanecían escondidos en el pequeño hueco que tenían en el techo del hogar Haddock – Hofferson, salieron del mismo para no destrozarlo cuando la magia se hiciera presente en ellos.

Una vez que volvieron a sus falsas apariencias, se estiraron perezosamente desde su sitio pues los tres habían dormido simultáneamente ya que, con el cambio de reglas, no le encontraron más sentido a hacer vigilancia nocturna debido a que los hechiceros a los que cuidaban estaban, en apariencia, más alerta que ellos.

—Sigo pensando que es una pésima idea. —comentó la albina ligeramente molesta por las decisiones que se habían tomado la noche anterior.

—Alúmini, ya hablamos de esto. —susurró Toothless preocupado.

—Sí, sí... lo sé. Debemos apoyar a Hiccup en todo. —recitó esta con sarcasmo lo que le había pedido su pareja el día anterior cuando por fin dejó de juguetear con su protegido.

Toothless no dijo más, sin embargo, no lograba entender porque Alúmini estaba tomando aquella actitud, un poco egoísta a su perspectiva. Sólo esperaba que, cuando viera los resultados de apoyar a su protegido, entendiera un poco más las cosas, además de que ya una vez habían tratado de hacer las cosas a su modo y no había funcionado, era su turno de tratar con algo diferente.

—Pues yo sólo espero que no te equivoques. —se metió Stormfly en la conversación. —Porque algo me dice, Toothless, que te saldrá el tiro por la culata.

—No pasará. —aseguró este sintiendo cierto desafío en la voz de la nadder.

—Si tú insistes. —se encogió esta de hombros. —Sólo espero no tener que decirte. "Te lo dije".

—Creo que sólo debemos poner todos de nuestra parte, Stormfly. —aclaró este un poco molesto.

—Si, está bien... como sea... veamos como empiezan este día. —terminó Alúmini de brazos cruzados, y saltó del techo para caer en el patio trasero.

Stormfly la siguió con el mismo porte, mientras que Toothless primero dio un suspiro exhausto antes de seguirlas, meditando y preparándose mentalmente para tener mucha paciencia, no sólo con Hiccup y los niños, sino ahora con Alúmini y Stormfly.

La maldición que nos une (TERMINADA)Where stories live. Discover now