Capítulo 27: Renacimiento

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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

El mundo parecía detenerse cuanto más se acercaban al borde del canal. Clan se mantenía aferrado a la piel de su oponente, deseando de una vez por todas acabar con su martirio. Estaba allí, a nada de conseguir alivio en su corazón con la muerte de su hermana, y aún así sentía que no encontraría paz al desaparecerla. Conocer los secretos de las murallas por culpa de su familia fue su peor castigo. Días enteros sin dormir por solo pensar en las verdades que su padre descubrió por culpa de la Policía Militar. ¿De qué servía vivir rodeados de lujos si ese lujo no significaba nada para el mundo? No importa qué ocurriera, todos estaban igual de indefensos ante lo que aguardaba allí afuera, incluida la verdad sobre los titanes.

Clan se preguntaba si Nadedja sentía la misma carga que él, después de todo, ella nació en ese extraño lugar en el exterior. ¿Por qué tuvo que ser ella? ¿Por qué todos querían esconder su identidad en un principio, incluido el rey? En sus pensamientos se incrustaba la idea de que si Nade hubiese sido hija legítima en la familia, habrían podido todos ser felices o al menos aparentarlo un poco más. Le dolía hacerlo, claro que sí, no era un hombre sin corazón. Los días y noches que pasó feliz junto a sus hermanos no iban a dejarlo nunca. Incluso si moría ahora, él estaba listo para irse con esos recuerdos felices. Ya no tenía su hogar en Stohess por culpa de la Legión, tampoco tenía a su madre, su hermano pequeño no lo perdonaría y sobretodo, su padre seguramente acabe muerto en algún punto de esta cruel historia.

Solo, Clan se sentía solo.

Ni siquiera el resto de la familia podría llenar el vacío que sería perder a cada uno de sus seres más queridos. Quería culparla por todo, por ser la causante de su infelicidad. ¿Pero era ella la verdadera culpable? ¿Estaba tan cegado por la necesidad de venganza y tranquilidad?

«¡¡Nade!!»

El grito de su capitán llegó a sus oídos con algo de retraso pero aún así podía sentir la desesperación del hombre. Nade no quería defraudarlo, claramente no moriría en una situación así luego de pasar cientos de horas dentro de los caminos con un ser al que fácilmente podrían llamar dios. Se encontró a si misma pensando en Levi y su llamado mientras su espalda tocaba la fría agua que corría canal abajo. Había caído a tan solo medio metro de distancia de la orilla, evitando el golpe letal. Si bien tuvo la mejor de las caídas posibles, esta no perdía su gravedad. Tuvo el tiempo necesario para girar su cuerpo tan solo un poco y colocar a Clan debajo mientras el agua los cubría a ambos. El hombre le había cortado solo el anclaje derecho, mas no el izquierdo. Tuvo la gran oportunidad, por más pequeña que fuera, de acomodar su equipo a tiempo y hacer que el anclaje restante se quedara prendido a la pared del canal.

El golpe fue fuerte, la profundidad no era mucha y si bien el agua amortiguó la caída, ambos sintieron dolor. Nade tenía su espalda completamente desecha luego de tantos golpes y ahora Clan sentía un fuerte dolor en una de sus piernas, posiblemente por habérsela quebrado. El cuerpo pesado del hombre, sin poder reaccionar, se vio hundido en el agua y desapareció con la corriente al soltar a Nade en el proceso. La mujer no iba a tomarse el tiempo de preocuparse por alguien que intentó matarla, así que trató de llegar a la orilla lo más rápido que pudo y salió a duras penas con el poco oxígeno que le quedaba en sus pulmones.

𝑻𝑯𝑬 𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑶𝑹 | Levi AckermanWhere stories live. Discover now