Capítulo 3: La caída

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Año 845, Exterior de las murallas

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Año 845, Exterior de las murallas

—Si tomamos en cuenta los factores de infraestructura, posiblemente por la lluvia no sea posible armar siquiera el piso —mencioné a los dos hombres que me observaban sobre los hombros mientras mantenía el plano abierto en mis manos—. Pero si lo hacemos rápido quizás funcione.

—Es arriesgado, aún hay muchos titanes en los alrededores —mencionó uno de ellos sobándose la nuca—, pero si no comenzamos pronto tendremos muchas bajas. El comandante y los demás no podrán mantener la formación durante mucho tiempo.

—Descarguen los materiales, debemos hacerlo —ordené.

Teníamos los árboles perfectos para hacer la primera base de la humanidad en el exterior de las murallas, sin embargo el lugar estaba infestado de titanes y la lluvia cada vez caía con más fuerza. Las primeras horas fueron exitosas, las maderas estaban siendo colocadas a una buena altura para que los gigantes no alcanzaran siquiera las escaleras y para muestra suerte eran resistentes. Varios de nosotros trabajamos en conjunto para acelerar el proceso porque no queríamos que la muerte de nuestros compañeros fuese en vano. Cada clavo que unía las maderas era acallado por los gritos desgarradores de aquellos soldados que estaban dando su vida por nosotros.

Pero todo empeoró de repente.

—¡Tres titanes rompieron la formación! —gritaron desde el sur.

Fuimos descuidados, habíamos ignorado que un grupo enorme de humanos en un solo lugar atraería la atención de esos monstruos. Todos los que estaban alrededor de la base en los altos árboles tuvieron que huir a troncos vecinos para esquivar las grandes manos que se alzaban buscando atrapar al más descuidado. Algunos recibieron duros golpes por la falta de visibilidad o los pesados materiales que caían sobre sus cuerpos repentinamente.

Varios soldados aparecieron de entre los árboles para intentar eliminarlos. Tal parecía que los titanes estaban ignorando a los demás solo para venir en nuestra búsqueda.

—¡Van a destruir la base! ¡Moses, Paulo, salgan de ahí! —los dos venían con gran velocidad listos para cortar la nuca de uno pero pese a mis gritos no pudieron reaccionar a tiempo.

Dos de los titanes saltaron y atraparon entre sus dientes al par de hombres, dejándonos a todos atónitos. Paulo fue ingerido por completo y de Moses... un simple brazo cayó al suelo mezclando su sangre con el lodo. Por distracción y sorpresa llegaron dos titanes más para molestar. ¿¡Acaso el flanco derecho fue aniquilado por ellos!? ¿Por qué no había nadie defendiendo la base? Ante la rabia de ver nuestro duro trabajo a punto de ser destruido me abalancé hacia los gigantes con cuchilla en mano. No permitiría que nos ganaran una vez más, no después de tanto.

Pude acabar con uno de ellos con facilidad, pero los restantes estaban demasiado juntos. Sus grandes cuerpos luchaban por escalar los grandes árboles y en tan solo segundos parte de la base se estaba viniendo abajo. Mi cuerpo colgaba de uno de los tantos árboles en los que estos intentaban trepar. Podía sentir a mis pies como temblaban las ramas y la lluvia seguía igual de fuerte que antes. Comenzaba a sentir mi ropa pesada, tanto que podía quitarme movilidad y eso era peligroso, maldecía internamente el estar en una situación así.

𝑻𝑯𝑬 𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑶𝑹 | Levi AckermanOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz