Capítulo 49: Al otro lado

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Año 854Ciudad de Saneta, Este de Marley

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Año 854
Ciudad de Saneta, Este de Marley.

Narrador omnisciente

—Sí... Oh sí, más rápido, eso es —jadeó con fuerza—. Ahg, estoy cerca, sigue... Maldición, ya... ¡Joder!

Lo único que se oía eran los chirridos de la cama con resortes bajo sus cuerpos acompañados de gemidos blasfemos. Tanto el hombre como la mujer que realizaban tal acto estaban muy concentrados en el placer como para prestarle atención a los alrededores. Les daba igual quién pudiese oírlos tras la puerta de ese oscuro lugar.

—Ah, ah... Eso es, preciosa... Ah...

Con un fuerte gemido el hombre sacó su miembro a tiempo y se corrió sobre el estómago de la mujer que un segundo antes lo montaba con fiereza en aquella sucia habitación de hotel de mala muerte. La pelinegra aguardaba a que su respiración agitada se regularizara antes de bajarse de la cama para intentar limpiar el desastre de fluidos que habían quedado en su cuerpo por la actividad. Estaba asqueada, pero podía pensar en darse un baño luego ya que ahora estaba más ocupada en obtener lo que quería sin enfadar al general marleyano con el que se había acostado. La atenta mirada del hombre recorría su cuerpo desnudo que caminaba de un lado al otro en la habitación buscando aliviar la creciente ansiedad.

Asco. Sentía un gran asco. Quería limpiarse ya.

—Las putas eldianas siempre dan buenos polvos, nunca decepcionan —carcajeó recostado desnudo sobre el respaldo de la cama mientras encendía un cigarrillo—. Cada una más exquisita que la otra.

—Me imagino —le respondió con voz melosa mientras su largo cabello caía suelto sobre su piel cubierta de sudor y otras cosas—. ¿Pero yo he sido buena, cierto?

—No te pongas celosa, demonio. Lo que menos necesito ahora es tener a una de las tuyas jodiendome. No me tientes a dejarte peor que el bastardo que te desfiguró ese rostro. ¿Acaso buscas perder el otro ojo?

Nadedja observó al hombre rubio sentarse sobre el borde de la cama para beber una botella de whisky que tenía en la mesa de luz. Alfonse Webze era su nombre, de 54 años y nacido en la capitál de Marley. Alcanzó altos puestos dentro del ejército siendo un gran hijo de puta y lo nombraron general hace dos años. Está "felizmente" casado y con tres hijos, pero a puertas cerradas y como todo cerdo del ejército le gusta abusar de mujeres eldianas que trabajan en la enfermería en plena guerra contra las Fuerzas Aliadas del Medio Oriente. Cuando Nade, quien llevaba un par de meses infiltrada en las filas médicas, se le acercó ofreciendo su cuerpo si hacían un trato, él no dudó en aprovechar la oportunidad. Por lo visto le importaba más meter el miembro en algún agujero que su lealtad a Marley, porque cada vez que se acostaban le daba cualquier tipo de información que le pedía. A veces era sobre otros generales u hombres de alto rango, datos confidenciales sobre la guerra o también sobre los portadores de titanes cambiantes, pero todo era útil para su propio plan.

𝑻𝑯𝑬 𝑷𝑹𝑶𝑻𝑬𝑪𝑻𝑶𝑹 | Levi AckermanWhere stories live. Discover now