Trino De Cuervos [Parte 1 Completa]

CAPÍTULO 3

Areus

Era ella

La asesina estaba del otro lado de la calle. No hacía nada ni se movía, solo estaba ahí de pie con sus brillantes ojos azules puestos sobre mí. 

Casi podía escuchar lo que pasaba por su mente: las mil maneras en las que iba a asesinarme para hacerme guardar silencio sobre el homicidio.

Estábamos a una distancia considerable, así que si intentaba atacarme tendría tiempo suficiente para actuar, o al menos, para intentarlo. Nos sostuvimos la mirada por apenas un par de minutos, pero esos ciento veinte segundos fueron suficientes para hacerme entrar en pánico. Mis manos se apretaron a mis costados, sentí los latidos de mi corazón acelerándose y un escalofrío recorrió mi cuerpo.  Todos mis sentidos estaban alerta, estaba esperando el momento en el que la mujer corriera a atacarme. 

−¿Qué estás haciendo? −habló una voz aguda detrás de mí de repente. 

−¡Carajo! −di un respingo. Miré a Amara por encima de mi hombro y por instinto me coloqué frente a ella para protegerla, pero al volver la vista al frente, la chica del cabello blanco ya no estaba. Miré a la derecha y luego a la izquierda, pero no había nadie cerca− Que raro. 

−¿Qué es raro?

−Amara, tú también la viste ¿Verdad? −inquirí ocultando el temor en mi voz mientras me acuclillaba para quedar a su altura.

−¿La chica que estaba ahí? −señaló el lugar al otro lado de la calle, asentí− Sí, es muy bonita, ¿Por qué?

Respiré con un poco de alivio, eso necesitaba escuchar para no comenzar a considerar que había perdido la cordura. Aunque, en realidad, no estaba seguro de qué me aliviaba, que esa asesina de verdad hubiera estado ahí era peor.

−Por nada, olvídalo.

Una nueva voz se sumó a la conversación, Damien llamó a Amara y ella entró a la casa junto con él. Antes de hacer lo mismo, miré a ambos lados de la carretera una vez más. El corazón se me aceleraba solo de recordar a esos sujetos raros del callejón, me habían encontrado, esconderme ya no era una opción.